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Corrupción y salario mínimo

El jefe de gobierno de la Ciudad de México y el PAN impulsan iniciativas relativas al salario mínimo.

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Escrito en OPINIÓN el

En coincidencia -por demás curiosa- el jefe de gobierno de la Ciudad de México y el PAN impulsan iniciativas relativas al salario mínimo. La propuesta tiene como atractivo la aceptación que en los electores puede tener la mejora en su capacidad adquisitiva.

 

Sin embargo, el aumento del salario mínimo no es la única forma de mejorar la condición económica de la población. Otra es disminuir los costos que tiene el pago de lo indebido. Si para recoger la basura se condiciona el servicio público a la “propina”, si en la Delegación se obtienen ingresos indebidos por la obtención de licencias, o en la obra pública o las adquisiciones el “diezmo” es lo usual en los contratos de PEMEX, todos los anteriores son pagos indebidos.

 

El Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (El Universal) estimó en años anteriores que el costo de la corrupción ascendía a 1.5 billones de pesos que equivale a 10% del PIB y que las empresas destinan un porcentaje similar para gastos en corrupción. No es un despropósito establecer una relación entre corrupción, calidad de vida y salario. Si además de pagar el impuesto municipal por servicios públicos, se tienen que dar “propinas”, el salario decrece. Si por las deficiencias en los servicios públicos de salud públicos, se tiene que acudir al médico particular, la población termina pagando doble.

 

El Contraste entre los Índices de Calidad de Vida  y las percepciones sobre la corrupción muestran una relación directa: los países con mejores niveles de vida, son aquellos donde hay una menor corrupción. Por ejemplo, Dinamarca Noruega, Suiza, Australia, Suecia, Nueva Zelandia, son países mejor ubicados en los índices de percepción de la corrupción que publica Transparencia Internacional, y están a la vez entre aquellos que según Economist Intelligence Unit tienen los mejores índices en calidad de vida.

 

Así pues, el desarrollo en un país no es solamente cuánto gana una persona, sino cuáles son las condiciones que un gobierno le provee en calidad de educación, salud, transporte, servicios públicos, honestidad en la función pública. Es, por supuesto, el salario y los impuestos y qué tan bien se destinan a los gastos públicos.

 

Lamentablemente, la enjundia con la cual se impulsa el mejoramiento de los salarios mínimos, no es acompañada con otras iniciativas que tengan la misma o mayor fuerza en aquellos que los gobiernos panistas, perredistas o priístas tienen a su alcance. Combatir en serio a la corrupción es también una manera de mejorar la calidad de vida de la población.

 

@jrxopa