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Consultas frívolas

¿No debieran -al menos los partidos- consultar la constitucionalidad de sus propuestas de Consulta Popular antes de recabar firmas y poner al INE a verificarlas?

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Escrito en OPINIÓN el

Mandar al diablo a las instituciones es moneda de uso corriente para nuestros partidos.

 

Unos las destinan al demonio de manera expresa y expedita. Otros haciendo de ellas papel higiénico. En todos los casos, las instituciones terminan presas de alcantarillas, descréditos y deshonras.

 

Todos, en su conjunto, han hecho de las instituciones un coto de cuotas. En secretarías de Estado, órganos autónomos, entidades descentralizadas, delegaciones, Congreso, licitaciones y concesiones, todos reclaman espacios de poder y pedazos de pastel. Si ello no es posible, reflector con cargo al desdoro de las instituciones.

 

Tal es desiderátum de la Suprema Corte de Justicia a la luz de la nueva figura constitucional de la consulta popular.

 

Para nuestros partidos todo se reduce a una competencia entrópica de juntar firmas. “El PRI, reza el encabezado de La Razón, gana 2 a 1 en guerra consultas” (15 ix 14).

 

En total PRI, PAN, PRD y Morena juntaron 12.7 millones de firmas. Cada loco con su tema, pero todos juntando firmas y cebándose contra las instituciones.

 

El INE, que tiene encima una elección federal, más de una decena de locales, así como crear organismos estatales y hacerle de mozo de espadas de “Los Chuchos”, tendrá ahora que verificar 12.7 millones de firmas contra el padrón electoral y enfrentar un infinito de demandas ante el Tribunal por desconocimiento de solicitudes individuales amañadas por los propios partidos, que, conociéndolos, deben ser la mayoría de las firmas.

 

Brincada esa tranca llegará el momento estelar a la Corte, debiendo calificar la constitucionalidad de las sandeces propuestas por los partidos. Cuando la Corte califique de improcedentes las consultas propuestas por nuestra partidocracia, ¿a quién culpará ésta? ¿Qué le dirán a los millones de mexicanos engatusados por los propios partidos? ¿Sobre qué montarán sus campañas “electoloderas”?

 

Sobre la Corte y los Ministros, por supuesto.

 

Los costos que ello tendrá para la vida institucional del país poco importan a nuestros partidos, que utilizan todo para sus juegos mediáticos y de escaparate.

 

¿No debieran -al menos los partidos- consultar la constitucionalidad de sus propuestas de Consulta Popular antes de recabar firmas y poner al INE a verificarlas?

 

De hacerlo así, la Corte no sufriría desdoro, el INE no tendría que derivar recursos, esfuerzos y tiempo en compulsar solicitantes contra padrón y los partidos no quemarían recursos públicos en sus fuegos de artificio.

 

De seguir dejando la consulta a la Corte para el final del proceso, otra opción sería que, de no resultar procedente la constitucionalidad de la consulta, el INE multe a los partidos solicitantes restando de sus prerrogativas futuras el dinero que gastaron en sus campañitas para recabar firmas (con gastos en medios incluidos), el costo de los trabajos de verificación por parte del INE y los gastos en que en su caso incurriese la Corte en la tramitación de consultas frívolas, entendiendo por ellas -y utilizo el texto de la Ley General de Instituciones y Procedimientos Electorales elaborada por sus cúpulas partidistas y aprobada por sus diputados y senadores-: “Las demandas o promociones en las cuales se formulen pretensiones que no se puedan alcanzar jurídicamente, por ser notorio y evidente que no se encuentran al amparo del derecho”.

 

@LUISFARIASM