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¡Con el Jesús en la boca!

¿Por qué si la macroeconomía mexicana está archi fortalecida –según dicen ahí— la microeconomía está por los suelos? | Joel Hernández Santiago

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Escrito en OPINIÓN el

No es un asunto menor. La situación económica del país es muy delicada y parece que no tendrá solución a corto plazo. ¿Qué pasó? ¿Cuáles fueron los errores? ¿Hubo mala intención o simple y sencillamente impericia? El punto central es que hoy esa crisis macroeconómica está puesta en los bolsillos de los mexicanos… y no hay ni para dónde mirar…

Pero se nos decía que todo estaba bien, que no pasaba nada, que simple y sencillamente los aires externos nos sacudían, pero que estábamos más firmes que la estatua de Juárez en el Fortín. Y así durante cinco años y más:

Por ejemplo, el combustible; se argumentaba –y aun argumenta el precandidato del PRI, José Antonio Meade Kuri-Breña– que esto se debe al impacto de los precios internacionales y a las condiciones económicas mundiales. O sea, que el mundo tiene la culpa de lo que pasa aquí.

Y nuestra economía es tan débil que por sí misma no puede resistir estas conmociones y, a diferencia de muchos otros países que también son parte del mundo, a nosotros nos daña más, a pesar de nuestra presunción de ser un país con petróleo y con una macroeconomía resuelta, según decía ese mismo discurso más político que económico.  

Un canto de sirenas…

Pero nada, que de pronto eso de las reformas estructurales fue un canto de sirenas y ya se cae del mensaje político; pasan a segundo plano porque mencionar sus resultados en tiempos electorales es “políticamente incorrecto”.

Entonces ¿por qué si la macroeconomía mexicana está archi fortalecida –según dicen ahí— la microeconomía está por los suelos?

Ya se sabe que en algunas de las mesas de análisis para ver si sigue o no el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), tanto los representantes de Estados Unidos como de Canadá acusaron al gobierno mexicano de “empobrecer a su población de forma deliberada”.

Esto en razón a los bajísimos sueldos que se pagan aquí por mismo trabajo y misma jornada laboral con relación a lo que allá se paga. Esto obliga a replantear la relación de desventaja con aquellos países porque los inversionistas prefieren pagar estos salarios miserables a pagar los altos sueldos en Canadá o EUA, por lo que se enriquecen con el trabajo mexicano. Aquí un trabajador mexicano gana por ocho horas lo que allá gana un trabajador en una hora.

El resultado final está ya aquí, como cada año, esta vez más acentuado porque a raíz de la liberación de precios de los combustibles y el alza en las tarifas de la luz, se afectan los precios de todo, particularmente los de la canasta básica, e incluso medicinas, ropa, artículos escolares, zapatos y muchos que están fuera de las posibilidades de adquisición para la gente de a pie.  

Lo sufren ya estos consumidores de lo indispensable, como la clase media mexicana tan bochornosa y que con un soplido cae en niveles de pobreza, como ya está ocurriendo en este mismo momento; en tanto que la miseria se incrementa, sobre todo para gente del campo, de ese mismo campo desahuciado e improductivo para nuestro propio consumo.

Después de la rosca de Reyes…

Así que pasadas las fiestas y vueltas con los pies en la tierra, las amas de casa, que saben de economía más que el señor Meade, se encontraron después de Reyes con que, por la misma cantidad de gasto para la quincena alimenticia y de haberes domésticos, ahora tendrán que comprar menos o  no comprar o cambiar hábitos alimenticios y de vida. Ejemplo: apenas el 7 de enero de este año, los productos básicos incrementaron sus precios de forma alarmante para todos, incluso para los comerciantes que venden menos, ganan menos:

Mientras que en enero de 2017 el precio máximo del kilo de huevo era de 24 pesos [y ya era caro], a la fecha el producto a granel es de 34 pesos, un incremento de 34%, mientras que el paquete de 12 blanquillos se comercializa en 26.88 pesos; los mayores incrementos se registraron en los precios del gas LP, porque a principios de 2017 el tanque de 20 kilos se vendía en promedio en 315.5 pesos, y para el presente mes subió más de 24%, a 391 pesos…

Ivette Saldaña-El Universal

En 2017 el precio promedio del kilo de aguacate fue de 42.74 pesos, de la cebolla 31.28 pesos, del jitomate 20.44; la bolsa de dos kilos de azúcar se vendía en 49.65 y el limón a 23.69 pesos. Hoy estos precios tienen un incremento promedio de 35-40%. Según la Profeco el jitomate bola se vende en promedio a 41.53 el kilo y el saladet a 35.79. El salario mínimo aumentó en 8.32 pesos.

Muchos mexicanos se tendrán que quedar sin canasta básica y apenas podrán hurgar en lo mínimo o absolutamente necesario… ¿Y qué pasará con quienes no tienen trabajo ni ingresos? ¿Y los 20 millones de mexicanos que no tienen ni para hoy ni para mañana? ¿Y la salud? ¿Y la escuela? ¿Y la ropa y los zapatos?... Todos ellos están con el Jesús, en la boca en este mismo momento.

Este es el panorama bajo el puente en México al comenzar 2018. Y este es el retrato de lo que hay, para quienes quieran gobernar al país a partir de diciembre de este año…

Por supuesto todos los candidatos prometen que esto se solucionará… como lo prometieron hace seis años… hace doce años… hace ocho y diez años… 

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@joelhsantiago | @OpinionLSR | @lasillarota