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Compras gubernamentales vía la ONU

No es cediendo el control de las adquisiciones de medicinas a organismos como la UNOPS como se va a terminar la corrupción en México. | Octavio Díaz García de León

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Escrito en OPINIÓN el

La idea: El gobierno federal ha renunciado a realizar adquisiciones de medicinas para encargarlas a un organismo de Naciones Unidas (UNOPS). Además de representar un costo excesivo lo que se le pagará, esto no garantiza ni mejores precios, ni ausencia de corrupción. Valdría la pena que se reconsiderara este mecanismo.

La Oficina de las Naciones Unidas de Servicios para Proyectos  (UNOPS) ofrece servicios en los ámbitos de infraestructura, gestión de proyectos, adquisiciones, gestión financiera, recursos humanos y es financieramente autosuficiente.

Este organismo de la ONU por lo general auxilia a países que no cuentan con estas capacidades gubernamentales. Lo sorprendente es que México, con décadas de comprar en los mercados internacionales, recurra ahora a un organismo que auxilia a países subdesarrollados.

El 31 de julio de 2020, de acuerdo con una nota de La Jornada, la UNOPS y el INSABI firmaron un convenio mediante el cual la UNOPS se encargará de la adquisición de 3,643 claves de medicinas con un costo de $6,800 millones de dólares ($140 mil millones de pesos). Se mencionó que la UNOPS cobraría una comisión del 1.25 % del total de las adquisiciones, por lo que el monto ascendería a 85 millones de dólares ($1,740 millones de pesos) en 2021.

Dado que la Ley de Adquisiciones no permitía el encargar estas adquisiciones a una entidad intergubernamental, dicha Ley fue reformada un día antes de la firma del convenio. 

Este paso inédito en la administración pública mexicana lleva a las siguientes reflexiones:

1. México tiene décadas de realizar licitaciones internacionales sin tener que recurrir a organismos intergubernamentales que lo auxilien. Esa capacidad institucional existe el día de hoy y se ejerce todos los días en innumerables casos.

2. La decisión de recurrir a un organismo intergubernamental, cuando el gobierno de México tiene la capacidad institucional para hacerlo, se tomó para “… romper con circuitos, prácticas, tradiciones y costumbres que nos llevaron a corrupción, desabasto y casos escandalosos” (nota de La Jornada)  lo cual podría interpretarse en el sentido de que la actual Administración federal, no cuenta con personal capacitado, ni honesto y que, además, continúan las malas prácticas del pasado.

3. Es contrario a la austeridad pagar $1,740 millones de pesos en “comisiones” a la UNOPS, lo cual equivale a 1.2 veces el presupuesto de la Secretaría de la Función Pública en 2021.

4. No se ha mostrado evidencia de que la UNOPS tenga experiencia en comprar estos volúmenes de medicamentos y ya se notan retrasos en los procesos de adquisiciones a su cargo, lo cual se refleja en escasez de medicinas.  

5. En la reforma a la Ley de Adquisiciones no se especificó que los organismos intergubernamentales deberían sujetarse a las leyes mexicanas. Así, el Estado mexicano renuncia a su soberanía en los procedimientos de adquisiciones que estos lleven a cabo, con las siguientes implicaciones: 

a. Transparencia. Los ciudadanos no podrán pedir acceso a la información a dicho organismo ni este tendrá obligaciones de transparencia.  

b. Fiscalización. El Estado mexicano no podrá fiscalizar a la UNOPS.  

c. Mejores condiciones. La intervención de UNOPS no garantiza las mejores condiciones para el Estado mexicano como mandata la Constitución, pues este no tiene injerencia ni poder de decisión en la actuación de UNOPS. 

d.  No se licitó. No se sabe si otros organismos privados, públicos o intergubernamentales serían menos costosos que la UNOPS, pues no hubo un proceso de licitación de estos servicios.

6. La nota de La Jornada señala que serán excluidas de los procesos de adquisición, una lista de empresas que están en proceso de “investigación”. Sin embargo, no se puede excluir a una empresa hasta que no se le sancione legalmente.

7. La UNOPS es un organismo que no está exento de riesgos de corrupción como se muestra en los siguientes artículos:

a. UNOPS en Kenia.

b. UNOPS en Jalisco.

c. UNOPS en Brasil y Perú.

Para mitigar estos problemas, el gobierno federal podría solicitar:

1. Que la UNOPS cumpla con las medidas de transparencia que prevé la Ley mexicana.

2. Que las instancias fiscalizadoras mexicanas puedan revisar las operaciones de UNOPS.

3. Que las prácticas de compra de UNOPS sean por lo menos iguales o mejores a la legislación mexicana en materia de adquisiciones.

4. Que en lugar de que se pague una comisión como porcentaje del monto de las compras, se pague una cantidad fija por servicios de asesoría.

5. Crear una comisión anticorrupción en donde participe el gobierno de México para supervisar las compras de UNOPS.

No es cediendo el control de las adquisiciones a organismos como la UNOPS como se va a terminar la corrupción en México. En todo caso, si lo que se busca es combatir la corrupción con auxilio de organizaciones internacionales, entonces valdría la pena instalar en México una agencia como la CICIG de la ONU que tan bien funcionó en  Guatemala,  para combatir la corrupción.