Main logo

Compañere

Como sociedad, debemos preocuparnos por construir espacios donde quepamos todas las personas, persones o como deseemos identificarnos. | Leonardo Bastida

Por
Escrito en OPINIÓN el

¿Qué ocurre si a las reglas de un juego en el que se establece que sólo hay dos opciones de ser, se le pretende agregar una tercera, o mejor aún, muchas más? Simplemente, el juego colapsa debido a que muchos de quienes son parte del mismo rechazan la posibilidad de salirse de las reglas establecidas aunque sin saber, de manera precisa, las razones por las cuales salvaguardan las normas y no permiten conocer lo que ocurriría si hay otras posibilidades o formas de ser.

Ese juego fue transgredido en días pasados, cuando en una clase por vía zoom, una persona adolescente rompe en llanto cuando se refieren a elle/el como “compañera” a pesar de que en su personificador de la plataforma de conferencias virtuales se identifica claramente como “elle/el”. 

Viralizado a través de Tik Tok, el momento vivido por Andra ha desatado un sinfín de reacciones. Muchas de ellas, cuestionando el uso de la “e” como una variación de la lengua para neutralizar las palabras en términos de no otorgarles una connotación masculina o femenina, pero pocas yendo al trasfondo del problema: el reconocimiento de identidades.

Andra se ha definido a sí misme como una persone no binarie, es decir, no se apega a lo que es conocido como binarismo, ya sea de sexos, entendido como esa creencia y práctica de construir “dos sexos” de los cuerpos humanos, o de géneros, comprendidos como la noción de que de los cuerpos machos y los cuerpos hembras se derivan “naturalmente” disposiciones diferenciadas de sentir, según lo ha explicado el antropólogo Guillermo Núñez Noriega. 

Por lo tanto, representa una postura política con respecto al sistema heteronormativo aún prevaleciente en el mundo, que no acepta el rompimiento de esa dualidad. Como señala Paul Preciado, filosofe cuestionador del control biopolítico de los cuerpos, o somatopolítica, como le llama, al argumentar que “la noción sexual binaria consiste en segmentar a la población en dos nichos biológicos de reproducción, estableciendo normativamente la heterosexualidad como núcleo familiar”.

En términos cotidianos, persones como Andra, pueden mezclar las prendas de vestir, sin importar colores o estilos, como parte de este acto contestario, o modificar el lenguaje sustituyendo en algunos pronombres las vocales por la “e”. Además de reivindicar la diversidad amorosa, pues consideran que las orientaciones sexuales o las identidades o expresiones de género no son relevantes.  

Eso mismo pensó Cy, quien desde hace tres años exigió al gobierno argentino tener su documento de identidad nacional y su pasaporte en términos no binarios, es decir, sin una forzosa identificación genérica. La solución fue agregar a los documentos oficiales una “X”  como tercera opción registral de género a las tradicionales M y F.

A través del acompañamiento de la organización Abogadxs por los Derechos Sexuales consiguió  que el año pasado, el registro civil de su provincia -Misiones- le emitiera una nueva acta de nacimiento con el casillero de género vacío, siendo esta indefinición una opción alternativa que viene reclamando el colectivo “Todes con DNI” tras la publicación del decreto 476/2021, para un mejor cumplimiento de la Ley de Identidad de Género (26743) de 2012.

La situación no es exclusiva de México o Argentina, en varios países, la pugna por erradicar la visión binarista ha impregnado las políticas públicas. En Australia, la Corte Suprema analizó el caso de una persona, que después de haberse sometido a una cirugía de reasignación de sexo, pidió que en sus documentos oficiales, la categoría de sexo apareciera como “no específico”. Muy cerca, en Nueva Zelanda, el gobierno ha permitido que las personas cambien su género en el acta de nacimiento y el pasaporte una vez obtenida la solicitud aprobada por el tribunal de familia.

En otros continentes, algunos países han tomado medidas al respecto. En Europa, Alemania ya cuenta con papelería fuera del binomio masculino y femenino. Mientras que en Países Bajos, la documentación cuenta con una casilla en la que se indica que la persona "puede desarrollar su propia identidad en libertad". En América del Norte, en territorio canadiense es posible que quienes no se identifican con los géneros masculino o femenino, coloquen en su acta de nacimiento una “X”. Los mismos criterios son aplicados en California, pero a diferencia de Canadá, también es posible hacerlo en la licencia de manejo.

Para aclarar la situación viralizada en días pasados, Andra ha explicado que, durante los tres semestres que ha estudiado su licenciatura, ha vivido la situación en múltiples ocasiones, no respetándose su identidad no binaria, pues constantemente no le llaman como el/elle lo ha solicitado.

En los últimos meses, el/elle artiste britanique Kae Tempest publicó el libro “Conexión” (Sexto Piso, 2021), escrito totalmente con lenguaje no binario, haciendo un llamado a la interconexión entre personas a través de la sensibilización artística.  

El tema va más allá del uso o no de una letra, o de un tipo de lenguaje, consiste en el reconocimiento de una manera de vivir y pensar, de ver al mundo, de interrelacionarse entre persones, de establecer nuevos tipos de relaciones, de posicionamiento político, de dignidad humana. Y no debe confundirse con la inexistente ideología de género, con un berrinche, la supuesta intolerancia o con cualquier otro calificativo. Más bien, como sociedad, debemos preocuparnos por construir espacios donde quepamos todas las personas, persones o como deseemos identificarnos. En caso contrario, perviviremos en la desigualdad y el constante etiquetamiento.