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¿Cómo marchar juntas?

Para transformar nuestra cultura en un espacio algún día más habitable, las mujeres tenemos que sumarnos | María Teresa Priego

Por
Escrito en OPINIÓN el

Como advierte Margaret Atwood: a los únicos a quienes les conviene una guerra entre mujeres es a quienes libran una guerra contra las mujeres. A exigir un lugar en la mesa entonces, juntas. Porque si no estamos ahí, unidas, nuestros derechos seguirán fuera del menú

Denise Dresser

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“Es muy triste pensar que a las seis de la tarde tengo que considerar que puedo ya no regresar a mi casa. Cuando oscurece, existe la posibilidad de que me atrapen y ya no me dejen regresar”, me lo dijo anoche Ana. Tiene 20 años. Lo dijo con su carita desolada. Con un suspiro de: “Así es. Así sucede. ¿Qué podemos hacer?” Habitar el desamparo. Habitarlo a la manera en la que se impone en México. Una joven camina. Camina muy rápido mirando el pavimento. Ni su paso, ni su mirada son libres. Se cortó los cabellos y lleva una chamara grande para disfrazarse de muchacho. Se llama Vanessa, una de sus mejores amigas fue asesinada en el Estado de México. Ella siente que ha tenido “mucha suerte”. Ambas compartían espacios y ella sigue viva. Está triste, está furiosa, está desesperada. Es “feminista radical”, en sus palabras. Tener 20 años y tener tanto miedo. Tener 20 años y estar obligada a ser tan valiente. A vivir un duelo y una amenaza de tamañas dimensiones.

“Vamos a cuidarnos entre todas”, “Vamos a diseñar brazaletes para reconocer a quienes están dispuestas a apoyarnos en situación de peligro. Si la otra trae el brazalete, sabemos que podemos pedirle auxilio”. “Queremos marchar en contingentas solo de mujeres”. “Te acompaño a denunciar”. “Hospedo en mi casa a compañeras que vengan de los Estados a interrumpir su embarazo”. “Nos vemos en la colectiva”. “¿Quién conoce a una abogada feminista que apoye a una amiga golpeada por su pareja? No tiene lana para pagar.”

Miles de jóvenes se organizan para cuidarse entre ellas. Van creando lazos de ternura y de intercambio. Redes. Encuentros. La sororidad se convierte en el vínculo que las protege y las sostiene. Es la fuerza. El anti-desamparo. El Estado es una palabra dudosa en México. ¿Qué significa? ¿Qué contiene? Si las instituciones responsables son más que ineficaces para contener la violencia, la protección se intenta entre pares.

El Manifiesto de las 100


“Hemos avanzado muchísimo”, escriben las francesas en el Manifiesto de las 100. Hablan por ellas. No rechazo en bloque las posturas de su Manifiesto, podría coincidir en cantidad de puntos. Pero, ¿cómo desde aquí? ¿Cómo ahora? ¿Por dónde camina el debate desde la realidad mexicana? ¿Qué es eso de “los besos robados” en nuestro contexto? Por un lado, suena tan ñoño, tan demodé, tan marcado generacionalmente. “El beso robado,” ha sido un clásico de la tradición femenino-masculino. Sucede por ejemplo en el sofá de la casa de una mujer (ya llegaron ambos hasta ese sofá), ya hicieron largo intercambio de ojitos dulces. Lo que ella actúa es que sí, quiere pero se siente tan tímida y sonrojada, él, como Lancelot du Lac se arma de valor y posa sus labios “transgresores”, sobre la “párvula boca” de su contertulia.

No tengo ni la menor duda que apelar a los juegos tradicionales inscritos en la diferencia sexual sea muy erotizante. A cada quien su manera de vivir la sensualidad y el Manifiesto aclara con todas sus letras: “la violación es un crimen”. Pero esas palabras: “El derecho a importunar”, que leídas desde un café en Saint-Germain-des-Près suenan tan “coquetas”, pueden ser leídas como una traición a la batalla cotidiana de millones de mujeres en el mundo contra el acoso y la violencia sexual. Claro que ellas tenían todo el derecho de redactar su manifiesto y firmarlo, faltaba más, y corrían el riesgo de ser leídas por tantos ojos, como las viajeras de un narcisismo un tantito sordo y ciego y muy París-blanco- intra-muros. El juego de lo privado no tiene nada que ver con la invasión del cuerpo en el espacio público. Esa noción romántica de “robo”, no tiene nada que ver con el despojo.  

Las 100 lanzan su “Tribune” en respuesta al Movimiento de denuncia “Metoo” (“Yo también”)  y como respuesta al movimiento francés “Balance ton porc”, (“Denuncia a tu cerdo”). Señalan lo que consideran “sus excesos”. Este declararse “en respuesta a”, resultó bastante desafortunado. Catherine Millet había hecho una declaración: “Lamento mucho no haber sido violada, porque así podría dar fe de que una violación también se supera”. Como si aquello que para ella fuera/podría ser “superable”, lo fuera de manera obligatoria para todas. Una enormidad. Como la de Brigitte Lahaie quien nos informó que una mujer puede: “tener un orgasmo durante una violación”. Tras la borrasca internacional que desató la “defensa de la sensualidad”, contra “el puritanismo”, y las declaraciones de sus co-firmantes, Catherine Deneuve publicó un texto en el periódico Libération, explica cómo y por qué le pareció importante firmar y termina: “Saludo fraternalmente a todas las víctimas de actos odiosos que puedan haberse sentido agredidas por esta tribuna publicada en Le Monde, solo a ellas les presento mis excusas”.

Habrá quien escuche sus disculpas y quien no, en todo caso, en ese texto reaparece la Catherine Deneuve que en 1971 firmó el Manifiesto de las 343 redactado por Simone de Beauvoir y en el que cada una de ellas declaraba: “Yo aborté”, en un abierto y valiente desafío a las leyes que penlizaban la interrupción voluntaria del embarazo en Francia. No estaba loco Georges Pompidou, como para mandar por ellas. Pero la derecha y los misóginos de todos los bandos las hicieron pedazos.

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El debate y los abismos


Los movimientos de denuncia en Francia y en Estados Unidos y quienes los cuestionan, dan fuerza a un debate imprescindible en México. El trasfondo de la violencia desatada e impune abre un abismo entre las consideraciones del manifiesto y su “derecho a importunar” y la brutalidad del acoso. Esa joven que se disfraza de muchacho siente horror de ser “importunada”.  ¿Qué significa “importunar” en el país de la impunidad y el feminicidio? ¿Qué significa “victimizarse” en el territorio de los cuerpos femeninos desechables? El apoyo entre pares ante la ausencia de mecanismos eficaces de impartición de justicia, ¿es necesariamente “misándrico”, o la “misandria” de la que hablan las francesas del manifiesto ¿es muy otra cosa porque caminan banquetas muy distintas?

Me parece muy importante escuchar lo que está sucediendo. Y participar. El tema del acoso y sus fronteras -en una cultura de fronteras tan móviles como la nuestra- se ha convertido en una desgarradura hacia adentro de los feminismos. Y hacia afuera. El manifiesto ha sido utilizado en redes sociales para decir: “Ya ven cómo son de exageradas, de feminazis, de paranoicas, de odiadoras. Esas francesas (se refieren a las firmantes, no a las de “Balance ton porc”), sí que saben de verdades”. Allí me quedo catatónica. Bueno, en general los comentarios son bastante más agresivos y descalificadores.

En ese momento en que las palabras de algunas son utilizadas como armas contra las otras, el debate se dificulta aún más. Para transformar nuestra cultura en un espacio algún día más habitable, las mujeres tenemos que sumarnos. Es un hecho rotundo, una consideración indispensable. Tenemos que sumarnos en lo que es urgente. En los puntos en los que sí coincidimos. Tenemos que aprender a escucharnos y a diferir con respeto todas las que soñamos con que un día, ninguna muchacha como Ana (ninguna niña, ninguna mujer), tenga que decir: “Es muy triste, no sabes si vas a regresar a tu casa”. Tenemos que aprender a apreciar nuestras distintas maneras de organizarnos. Provocar encuentros en los que las conversaciones entre las distintas generaciones de feministas sean posibles. Porque recuperando la cita que Denise hace de Atwood: “A los únicos a quienes les conviene una guerra entre mujeres es a quienes libran una guerra contra las mujeres”.

La mesa de debate del Instituto de Ciencias Sociales de la UNAM (por si no pueden asistir), será transmitida en vivo a través de Youtube en la página del Instituto: www.iisunam.unam.mx, el próximo jueves 18 de enero a las 11:00 horas.


Me permito compartirles un texto y distintos links hacia momentos del debate.

“Madame Deneuve no ha caminado en Ecatepec”.

Un texto de Itzel Arcos:

"Creo que mantener presentes los contextos es muy importante, como dijo una amiga: ya quiero ver a la Deneuve caminando por Ecatepec a media noche en sus juventudes"... sin embargo también es cierto que tal suposición es un vacío en el tiempo y el espacio, al final de cuentas Deneuve no caminará nunca por Ecatepec, pero le tocaron otras luchas. También creo que incluso de las circunstancias del movimiento #Metoo estamos muy lejos en la realidad Mexicana. Somos en realidad muy distintas entre todas y la misoginia mexicana es particularmente bárbara como la misma sociedad, y por otro lado las cosas no son tan simples: también existen los subterfugios complejos de la sexualidad y la seducción con sus misterios prohibidos y también existen los discursos que se tornan fascistas o puristas en un lado y otro, también existe la lucha de poderes entre generaciones, clases, razas. Al final de cuentas no nacimos puras en una realidad mágica feminista. Sería una gran revolución escuchar y aceptar que existen tantos feminismos como mujeres, además existen mujeres no feministas, antifeministas, feministas disidentes, todas protagonistas de esta crisis civilizadora”.


Marta Lamas y Catalina Navarro en entrevista con Loret de Mola:

http://noticieros.televisa.com/videos/polemica-francia-metoo-analisis-despierta-loret/

El texto de María Guadalupe: “Tan cerca del glamour y tan lejos del Río de los Remedios”.

http://www.laizquierdadiario.mx/Cannes-vs-Hollywood-tan-cerca-del-glamour-y-tan-lejos-del-Rio-de-los-Remedios?id_rubrique=1714

Denise Dresser: “¿Torquemadas?”

http://www.reforma.com/aplicacioneslibre/editoriales/editorial.aspx?id=127411&md5=77cd381127bace010945ba5f1ea7fd81&ta=0dfdbac11765226904c16cb9ad1b2efe&lcmd5=f2645eb64cff1e0860cbc08a0529ebc4

Debate Feminista: Mexicanas responden al manifiesto.

Martha Tagle, Regina Tamés, Karla Michelle Salas, Lydia Cacho, Carmen Boullosa, Ximena Andión, Marta Lamas, Fernanda Solórzano y Tamara de Anda 

http://www.huffingtonpost.com.mx/2018/01/14/debatefeminista-mexicanas-responden-al-manifiesto_a_23332801/

El País retoma las disculpas de Catherine Deneuve y su explicación de por qué firmó el Manifiesto.

https://elpais.com/cultura/2018/01/15/actualidad/1515978325_540273.html

La conversación – espero – apenas comienza… Vamos juntas.

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