Son pocas las veces en que las condiciones se prestan para que las cosas puedan salir bien, y cuando éstas así resultan tiende a deberse a un sinfín de factores, los cuales, si son aprovechados en beneficio de lo que se propone tienden a ser positivos en el resultado obtenido. En otro sentido, los factores a veces no son los idóneos, pero cuando lo son, caen “como anillo al dedo” para dicho propósito.
Pero ¿Qué significa la frase “como anillo al dedo” y por qué tanto alboroto porque alguien la emita, actualmente, si es parte de nuestra vida cotidiana?
La respuesta es sencilla, cuando la dice alguien ajeno y en un contexto o situación en la que no nos encontramos de acuerdo o nos incomoda, en cierto sentido, tendemos a emitir un juicio negativo que quizás sería diferente si la frase y el contexto estuvieran de nuestro lado.
De esta manera, la frase cobra relevancia por la persona y la situación en la que se ha emitido y es que es necesario recordar a la Secretaría de la Función Pública, Irma Eréndira Sandoval, quien durante su participación en la Semana Nacional de la Transparencia 2020, dijo que “la crisis por la COVID-19 vino como anillo al dedo a la Cuarta Transformación”. Así mismo, el pasado mes de abril el propio presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, aseveró “Esto nos vino como anillo al dedo para afianzar la cuarta transformación”.
Sin embargo, es un hecho que a ninguno de los dos se le hubiese ocurrido decir semejante frase en un sentido social negativo, sabiendo que representan a instituciones que conforman al Estado mexicano. Es cuestión de interpretaciones, en primera instancia, hay quienes lo toman de manera directa, tal y como suena la frase y, por el otro, quienes la interpretan con base en el propósito del proyecto presidencial, en comparación con las acciones realizadas en periodos pasados en donde la situación no se tornaba tan transparente.
Sin embargo, ¿A quién no le han caído situaciones “como anillo al dedo” que han podido utilizar en beneficio o perjuicio de terceros?
En el ámbito internacional, Joe Biden gana la presidencia de Estados Unidos, y este hecho le cae “como anillo al dedo” a diferentes mandatarios de otras naciones, como a Nicolás Maduro en Venezuela, a Miguel Diaz-Canel de Cuba, a Evo Morales (aunque ya no es presidente) en Bolivia y al propio Xi Jinping de China, entre otros; los cuales de ahora en adelante podrán tener una mejor relación con el país norteamericano habiéndose librado de Donald Trump.
En el ámbito nacional, a los propios partidos políticos y gobernadores de oposición les caen “como anillo al dedo” todas las acciones del gobierno actual en diversos aspectos de la vida económica, social y política del país, debido a que les da pauta y argumentos para poder tener replica ante sus actos pasados, en donde entre la opacidad y negligencia decidían sobre las mismas cuestiones de tal forma que ahora se sabe que no era lo correcto.
En el ámbito estatal, a varios adversarios de la administración actual les vino “como anillo al dedo” un hecho trágico que sacude y duele a la sociedad veracruzana, como lo es el asesinato de la alcaldesa de Jamapa, Florisel Ríos, en donde lejos de exigir realmente justicia, algunos partidos de oposición, políticos y servidores públicos, con pretensiones y aspiraciones políticas, utilizaron de bandera este hecho para adelantarse en ciertos distritos; tal es el caso del alcalde de San Rafael, Veracruz, Luis Daniel Lagunes Marín, quien llevo a cabo una caminata de aproximadamente 40 km “exigiendo justicia”, pero no solo en su municipio, sino en dos municipios más (Tlapacoyan y Martínez de la Torre) los cuales curiosamente forman parte del 07 distrito, en el cual aspira a ser candidato en el próximo proceso para la diputación local.
Entonces, a nadie debe espantar esta frase, ya que en todos lados se cuecen habas y a todos algunas veces nos cae “como anillo al dedo” alguna situación de la que se puede decidir sacar ventaja o no, o simplemente dejarlo en el anecdotario de algún suceso en el que las condiciones se prestaron para cumplir con ciertos objetivos, independiente de la intención del mismo.