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CISEN: la joya de la corona

El CISEN es una institución que permite prever riesgos en materia de seguridad nacional y también auxilia en la gobernabilidad del país. | Octavio Díaz García de León

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Escrito en OPINIÓN el

La idea: El gobierno entrante está planteando hacer cambios en el CISEN porque el presidente electo se ha quejado que lo espían desde hace años. Se propone cambiarle de nombre y adscribirlo a la Secretaría de Seguridad Pública, quitándolo de la Secretaría de Gobernación. Si bien los cambios anunciados no son sustanciales, es conveniente replantear algunas de sus actividades y tener cuidado con el destino que se le dará a esta institución.

El Lic. Alfonso Durazo debe conocer muy bien las capacidades del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN). Seguramente cuando fue secretario particular del presidente Fox, por su escritorio pasaron los informes que el CISEN entrega con frecuencia al presidente de la República.

Debió valorar muy bien esta información ya que esta no solo sirve para atenuar los riesgos en materia de seguridad nacional, sino que también puede servir para el control político del país.

Por ello, no es extraño que quien lleve la voz cantante acerca del futuro del CISEN sea el Lic. Durazo y no la Lic. Sánchez Cordero, futura secretaria de Gobernación y donde actualmente está adscrito el CISEN.

Probablemente la Lic. Sánchez Cordero no haya tenido oportunidad de conocer las actividades del CISEN y su utilidad para la Secretaría de Gobernación, pero no estaría de más que valorara el transferirlo a otra secretaría. Especialmente porque el CISEN no está diseñado para tareas policiales y no solo pondría en grave riesgo a sus integrantes, sino que perdería su eficacia.

Hay que recordar que el CISEN se originó de la Dirección Federal de Seguridad, una policía política que en su momento se corrompió a tal grado que asesinaba opositores políticos al gobierno y manejaba el narcotráfico. Sería muy riesgoso que el CISEN se volviera a convertir en un ente policíaco.

El CISEN es el aparato de inteligencia civil con que cuenta el Estado mexicano para prevenir y atenuar las amenazas a la seguridad nacional. Su larga historia y el desarrollo de sus capacidades lo han convertido en una institución clave del gobierno federal. Cuenta con personal especializado que se ha formado a lo largo de muchos años gracias a sus tareas constantes de capacitación y entrenamiento.

Ha servido para prevenir desde movimientos subversivos hasta para identificar el origen de una pandemia. Quizá también les ha dado seguimiento a los actores sociales más relevantes de este país para auxiliar en la gobernabilidad y anticipar riesgos al Estado.

Es probable que algunas administraciones hayan confundido la defensa a las instituciones con la defensa al gobierno en turno (lo cual en parte es legítimo) y al partido en el poder (lo cual no lo es).

Allí es donde hay un área de oportunidad para el nuevo gobierno: diferenciar entre lo que es una inteligencia a favor de un grupo político e inteligencia para la defensa del Estado mexicano.

El Lic. Durazo ha indicado que rescatará al “personal que tiene un desempeño histórico”.(http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/asi-estaria-integrada-la-ssp-en-el-gobierno-de-amlo) y que valorará la actuación de todos. Gracias a que cuenta con el mejor centro de control de confianza del país, podrá dar pronto con quienes son aptos o no, para la institución.

La partida de seguridad nacional

Otro aspecto que bien haría en revisar el nuevo gobierno es en que se gastó la partida de seguridad nacional, no solo en el CISEN sino en todo el gobierno federal y sobre la cual prácticamente no se rinden cuentas y se fiscaliza muy poco. Hay que evitar que se convierta en la nueva partida secreta que había hasta antes de la administración de Zedillo.

Desde el 2013 al primer semestre de 2018 se llevaban gastados casi 65 mil millones de pesos en las partidas de seguridad nacional (Tan solo en este primer semestre ya se gastó más que todo lo presupuestado para todo 2018. http://www.transparenciapresupuestaria.gob.mx/es/PTP/Datos_Abiertos) de los cuales el CISEN gastó 14 mil millones, lo que representó el 45% del presupuesto de esta institución.

Ahora que el nuevo gobierno cuestiona los bonos extraordinarios, también haría bien en revisar los bonos por riesgo, de los cuales se llevan pagados en todo el gobierno federal poco más de 8 mil millones de pesos en el periodo antes citado. Es oportuno revalorar quién verdaderamente merece recibir el bono por riesgo.

Con el nuevo Congreso será importante que la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional, la cual vigila la operación del CISEN, también entre en funciones pronto para que pueda ayudar en la reorientación y reestructura del CISEN.

Lo ideal sería que sus miembros no pertenecieran a MORENA y sus partidos aliados, para que cumpla mejor su función de vigilancia y contrapeso.

El CISEN es una institución que permite prever riesgos en materia de seguridad nacional y también auxilia en la gobernabilidad del país.

Por ello, será muy difícil el dejar de recabar inteligencia sobre actores políticos, pues es un elemento clave para la gestión política del gobierno. Sin embargo, debe cuidarse de no usar métodos ilegales de espionaje contra estos personajes.

El Lic. Durazo está por llevarse la joya de la corona del gobierno federal, si la Lic. Sánchez Cordero lo permite, el presidente electo está de acuerdo y el Congreso lo aprueba. Ojalá no se trastoque el objetivo de esta institución, el cual está plasmado en la Ley de Seguridad Nacional.

Contra la burocracia

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