Los resultados de la Auditoría Superior de la Federación del ejercicio 2013 dejaron con el ojo cuadrado y con la boca abierta a más de uno, porque además del saqueo al patrimonio de la Cámara de Diputados que se estima en varios millones de pesos, no se prevé ninguna sanción, aún y cuando se tienen las evidencias en la mano.
Uno de los aspectos que más llamó la atención fueron gastos estratosféricos, pero al mismo tiempo superfluos e innecesarios. En la lista hay varios ejemplos: uno de los que más sorprendió fue una erogación por 140,000 pesos bajo el concepto de peluquería y estética, por lo que si muchos se escandalizaron con el toallagate con toallas de 4 mil pesos para el menaje de Los Pinos durante la administración de Vicente Fox, este desembolso en San Lázaro podría causar un ataque de ira en algunos sectores de la población, sobre todo porque estos recursos tenían como finalidad el equipamiento de los recintos, acuerdo que formó parte de una ampliación presupuestaria por 500 millones de pesos en el Ramo 33.
Pero esto no acaba ahí, ya que con el dinero que entregó la Secretaría de Hacienda, hay otros 26 conceptos por 193 millones de pesos que nada tienen que ver con el objetivo original. En la larga lista se incluyen alquileres y arrendamientos por 25 millones de pesos, pasajes por 16 millones de pesos, telefonía convencional por 14 millones de pesos, asesoría y consultoría por 7 millones de pesos, entre muchos otros.
Además de éstos, hay otras erogaciones y convenios que también sorprendieron. En 2013 se ejercieron 219.8 millones de pesos como apoyo de transporte a diputados que residen a menos de 300 kilómetros del Distrito Federal, sin embargo, no hay forma de comprobar que esos recursos se utilizaron para esos fines, por lo que debieron considerarse como ingresos gravables y efectuar las retenciones fiscales correspondientes.
Pero todavía hay más: Se detectaron tres casos en los que se recibieron servicios o se aceptaron trabajos sin que existiera el contrato legal para ello. El primero fue de Telepeaje IAVE, acuerdo que se formalizó 73 días después. El segundo fue la restauración de celosías, cuyo contrato se firmó 40 días después y el tercero y más grave, fue el seguro colectivo de gastos médicos mayores, que se suscribió 77 días después, con lo que los empleados de Cámara estuvieron desprotegidos ante cualquier eventualidad que se presentara con estos prestadores de servicios.
LA ÚLTIMA Y NOS VAMOS
En el ambiente de los analistas empezó a tomar más fuerza el rumor de que WalMex, la controladora de tiendas de autoservicio, evalúa la posibilidad de vender Suburbia.
¿La razón?, porque es uno de los negocios que menos aporta en las ventas totales de la compañía con apenas 3.2% y que más se aleja de su mercado objetivo, que es el retail.
Incluso, ya se dice que Liverpool y Sears podrían ser los dos candidatos naturales a los que les interesaría quedarse con los establecimientos.
Los expertos dicen que Sears del magnate Carlos Slim podría tener más probabilidades, luego de que fines del año pasado Inbursa, también de su propiedad, llegó a un acuerdo para comprar el 100% de Banco Wal Mart, institución que en sus casi 10 años de vida nunca logró números negros.
Incluso, los mal pensados aseguran que en las negociaciones para la venta del banco, se tocó el tema de Suburbia.
Suburbia tiene presencia en 41 ciudades del país mediante 116 tiendas, con 3,900 metros cuadrados en piso de venta.