Sin lugar a dudas, el pasado periodo legislativo fue uno de los más productivos que se han tenido; y esto debido principalmente a la cantidad de propuestas que se encontraban pendientes y ahora fueron dictaminadas y aprobadas, muchas de las cuáles generaron mucha polémica a nivel nacional.
Una de ellas, fue la del uso medicinal de la cannabis ya que a nivel mundial su regulación jurídica es muy heterogénea y no existe una base sólida sobre la cual realizar comparativos.
La iniciativa del uso medicinal de la cannabis tuvo como antecedente la propuesta que el Ejecutivo Federal envío a la Cámara de Senadores para su revisión en abril de 2016, posteriormente diversos senadores realizaron sus propias iniciativas y modificaciones pues no estaban convencidos del todo con la propuesta original.
Al momento de la presentación de esta iniciativa se generó una gran controversia, esto debido a los malos entendidos y a la desinformación; situaciones que obstaculizaban un panorama real, provocando dudas sobre su posible uso recreativo, siembra y cosecha, penalización, etcétera.
Antes que nada, debemos entender como uso medicinal de la cannabis, al hecho de realizar medicamentos a partir de algunos derivados canábicos, no al hecho de fumar mariguana, o cualquier otra sustancia que altere el estado de ánimo de las personas, ya que es complicado identificar la cantidad necesaria de la inhalación para obtener beneficios en la salud de los pacientes.
De esta manera, la iniciativa aprobada finalmente para el uso medicinal de la cannabis propone reformas a los artículos 237, 245, 290; y se adiciona el artículo 235 bis, todos de la Ley General de Salud; y, el artículo 198 del Código Penal Federal y establece que:
a) La Secretaría de Salud:
-será la responsable de diseñar y ejecutar políticas públicas que regulen el uso medicinal de los derivados farmacológicos de la cannabis sativa, índica y americana o mariguana, entre los que se encuentra el tetrahidrocannabinol (THC), sus isómeros y variantes estereoquímicas, así como normar la investigación y producción nacional de los mismos; y,
- autorizará la importación de los derivados farmacológicos de la cannabis sativa, índica y americana o mariguana, entre ellos el tetrahidrocannabinol, sus isómeros y variantes estereoquímicas;
- integrara la nabilona y el tetrahidrocannabinol como sustancia con escaso o nulo valor terapéutico y que por ser susceptibles de uso indebido o abuso constituyen un problema grave para la salud pública;
b) Por otra parte, hace punibles las conductas que se relacionan con la cannabis sativa, índica y americana o mariguana, exceptuando cuando la siembra, el cultivo o la cosecha de plantas de mariguana se lleven a cabo con fines médicos y científicos en los términos y condiciones de la autorización que para tal efecto emita el Ejecutivo Federal.
c) También elimina la propuesta de hacer punibles las conductas que se relacionan con la cannabis sativa, índica y americana o mariguana; y, puntualizar que los productos que contengan derivados de la cannabis deberán tener concentraciones del 1% o menores de THC.
La aprobación de esta iniciativa es un claro ejemplo del trabajo coordinado entre asociaciones de la sociedad civil, la ciudadanía, Cámara de Diputados, Cámara de Senadoes, Secretaría de Salud e Industria Farmaceútica, para brindar alternativas médicas y seguras a aquellas personas que tienen padecimientos que pueden ser tratado a través de la cannabis. Asimismo, generará incentivos para el estudio, innovación y desarrollo de medicamentos que contengan esta sustancia; y será después de tiempo que lograremos tener información sobre los beneficios que ha traído a los mexicanos.
A pesar de estos logros, diversos grupos y asociaciones siguen buscando la despenalización del uso recreativo de la cannabis, situación que tendrá que esperar un poco más de tiempo, pues primero tendremos que implementar su uso medicinal y posterior a los resultados obtenidos, será importante cuestionar la viabilidad de abrir esta opción.
Sin embargo, personalmente celebro la aprobación de esta propuesta, pues genera un precedente para la utilización con fines científicos y medicinales de nuevas sustancias que pueden considerarse en un futuro para el beneficio de la salud de los mexicanos. Ahora será nuestra tarea vigilar la correcta utilización de la cannabis para el uso medicinal y tendremos que esperar unos meses para ver los beneficios en los pacientes.
Aún quedan muchos temas por tratar, pero este ejemplo, nos permite albergar esperanzas y aspirar a un país con una gran innovación científica y sobre todo con conciencia ciudadana, en donde es posible contar con altas tasas de donadores de órganos, con una cobertura de los sistemas de vacunación completa, con una prevención y detección de tumores malignos en estadíos tempranos, con una dismunición de la prevalencia de enfermedades cardiovasculares y diabetes, etcétera; situaciones que hoy en día merman las condiciones de vida de las personas y significan un gran reto para nuestro gobierno. @LopezBrito_