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Candil de la calle

México, con 33 millones de mexicanos sin acceso a los servicios de salud, se comprometió a que 25 mil guatemaltecos coticen en el IMSS. | José Luis Castillejos

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Escrito en OPINIÓN el

México, que tiene 33 millones de mexicanos sin acceso a los servicios públicos o privados de salud, se comprometió a que 25 mil guatemaltecos coticen en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), convirtiéndose -de esa forma- el Gobierno de Andrés Manuel López Obrador en “candil de la calle”.

Aunque la oscuridad está en casa, al gobierno de Andrés Manuel López Obrador le interesa brillar en el exterior y, por eso, acordó recientemente con su homólogo de Guatemala, Alejandro Giammattei, a afiliar a ciudadanos del país centroamericano.

No estaría mal la medida si los más de 126 millones de habitantes de México, tuviéramos acceso al ciento por ciento al sistema de salud, pero resulta que sólo el 73.5%, es decir 92 millones 582 mil 812 personas, están afiliadas a servicios de salud y el resto en la orfandad total. 

Algunos de los mexicanos que no están afiliados a la seguridad social son periodistas o empleados de algunas pequeñas empresas pero a López Obrador le interesa presumir con dinero ajeno y que lo vean como el hermano mayor que apoya al menor.

El gobierno de México se ha convertido en "candil de la calle" y oscuridad la casa al abrir las puertas de seguridad a los centroamericanos en tanto millones de nacionales viven en la orfandad en ese rubro.

En el IMSS están afiliados el 51 por ciento (47.2 millones de personas) y en el Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) un 35.5% que equivale a 32.8 millones de personas.

Aunque 70.9 por ciento de los mexicanos está afiliado a algún servicio público de salud, ello no no significa que tengan un acceso efectivo, pues el 56% de la población que se atiende en sector privado es derechohabiente de los servicios públicos de salud.

El director general del IMSS, Zoé Robledo, explicó que la afiliación es para los trabajadores de Guatemala que acuden a trabajar a México en Chiapas, Tabasco y Campeche, y que ingresen a territorio mexicano con la tarjeta de trabajador fronterizo que expide el Instituto Nacional de Migración.

Paralelamente, el Gobierno mexicano ofrecerá una Clave Única de Registro de Población (CURP) a migrantes de Guatemala y Belice para que puedan trabajar en la frontera, informó la Secretaría de Gobernación (Segob).

Estas facilidades no concuerdan con los beneficios que debieran recibir al ciento por ciento los mexicanos. La Silla Rota corroboró que en algunas oficinas públicas como el Registro Civil de Tuxtla Gutiérrez carecen de papelería para expedir documentos como actas de divorcio.

Y mientras el campo mexicano agoniza y el sector ganadero está casi en la ruina, el gobierno de López Obrador anunció que en el 2019 México invertirá 100 millones de dólares en Centroamérica como parte del Plan de Desarrollo.

El canciller Marcelo Ebrard explicó que los recursos para este proyecto saldrán del Fondo Yucatán y se canalizarán a través de la Agencia Mexicana de Cooperación que tiene la administración federal.

Esa inversión es parte del plan migratorio y desde el 2019, López Obrador se comprometió ante su homólogo salvadoreño, Nayib Bukele, a crear 20 mil empleos en el país centroamericano como medida para mitigar las causas de la migración.

¿Y los mexicanos qué? No es que nos opongamos a que López Obrador tenga sus sueños latinoamericanos, pero debe ser realista. Aquí en México millones de personas buscan comida, incluso, en los basureros para subsistir. 

Otros andan vendiendo cualquier cosa en las calles para llevar alimentos a sus casas pero como esos temas no trascienden en la prensa, López Obrador no les presta atención.

Esperemos que la luz que alumbra hacia la calle nunca se apague pues dentro del territorio mexicano la oscuridad es latente.