La decisión de jefes delegacionales y asambleístas de solicitar licencia para contender en las #Elecciones 2015 provocó gran controversia. Mientras algunos mostraron su desacuerdo con la acción, otros la han valorado como un procedimiento necesario o legítimo ante las limitaciones que aún prevalecen en el tema de la reelección.
Hecho sin precedente
El "salto" de funcionarios y legisladores de una posición a otra —sin cumplir con los tiempos y responsabilidades que asumieron— no es algo nuevo. La práctica se ha dado desde hace décadas y no ha habido ningún caso grave que lamentar. Lo novedoso ahora es que casi todos los jefes delegacionales del Distrito Federal salieron al mismo tiempo.
¿Por qué tanto ruido?
El desacuerdo de algunos líderes de opinión y organizaciones de la sociedad civil se sustenta en el hecho de que los intereses particulares de políticos y partidos están por encima de la obligación que asumieron con la ciudadanía. En sentido estricto, tienen razón. Pero no hay ninguna ilegalidad de por medio. El problema podría ser ético y no en todos los casos.
El interés ciudadano
En política, lo más importante para la gente son los resultados. Las promesas y creación de expectativas de las campañas ya no surten el efecto que tenían el siglo pasado. Sin embargo, está demostrado también que poco le interesan o preocupan quiénes son los candidatos, salvo en el caso de las elecciones del Poder Ejecutivo en sus tres niveles.
Perfectos desconocidos
Las encuestas lo confirman. Porcentajes muy pequeños de electores conocen quiénes son los senadores, diputados, asambleístas y delegados que ellos eligieron. Algo similar sucede con candidatos y funcionarios:
- ¿Cuántos ciudadanos llegan a las urnas con un conocimiento previo de los nombres, perfiles y promesas de los contendientes?
- ¿Cuántos ciudadanos se dan el tiempo para leer con la calma requerida la lista de quienes están incluidos en las boletas electorales?
- ¿Por qué tan pocas personas conocen los nombres de los secretarios de Estado o los funcionarios principales de los gobiernos estatales o municipales?
El problema existe. Es injustificable en democracia. Se tiene que corregir.
Cambio de enfoque
Lo cierto es que se ha generado una discusión relevante, la cual debemos apoyar. Pero la situación y motivos de preocupación de quienes han impulsado este debate deberían partir de un enfoque aún más profundo, que tome en consideración otras variables políticas y sociales y que apunte a la solución efectiva del problema. En el espacio de la #ComunicaciónPolítica están las condiciones para que el paradigma se modifique.
¿Importa el candidato?
En #ConsultoríaPolítica existe la seguridad de que en las elecciones intermedias la ciudadanía vota por partidos, no por los candidatos. También hay la certeza de que la abstención aumenta por el poco interés que despiertan este tipo de comicios. Si es así, ¿por qué se sigue invirtiendo tanto dinero en promover la imagen de los candidatos? ¿Cuáles serán las limitaciones que tendrán en este escenario los candidatos independientes?
La fuerza de las redes
Demos la bienvenida a un debate como el que se ha impulsado para analizar la situación de los políticos "chapulines". Valoremos los argumentos en favor y en contra. Asumamos una posición. Participemos en forma más activa en todos los foros de discusión disponibles. Denunciemos y exhibamos a los candidatos que no hayan cumplido. Aprovechemos la fuerza que nos dan las #RedesSociales. Es nuestra obligación y derecho.
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