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Caminando pasos, caminando

El panorama sigue siendo esperanzador. Aunque también genera dudas de si de veras se sabe cuál es la ruta y cuál es la meta. | Joel Hernández Santiago

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Escrito en OPINIÓN el

El presidente Luis Echeverría (1970-1976) parecía incansable. Todo lo quería hacer ya, pronto, inmediato, aquí y ahora. Y daba órdenes y giraba instrucciones y pasaba por encima de lo que le estorbaba para conseguir la tarea que se había impuesto.

Un día, cuando había transcurrido menos de un año de su gobierno, don Daniel Cosío Villegas le escribió: “Cuidado, Presidente, no confunda sexenio con semestre”. En todo caso, su gestión presidencial terminó por ser una chorrada semi populista y dañina porque:

‘Aunado a la crisis internacional provocada por la escasez de petróleo, aumentó de forma considerable el gasto público, emitiendo papel moneda sin valor y contratando deuda. Durante su mandato se dio la primera crisis económica desde el inicio del llamado "Milagro Mexicano".

‘Además, se lanzó a la compra de empresas al borde de la quiebra para sostener los empleos, pero a costa de ineficiencias y corrupción. Durante su gobierno se abandonó el tipo de cambio fijo que existía desde 1954, de $12.50 por dólar, al final de su sexenio llegó a los 25 por dólar. La deuda externa aumentó de los 6,000 millones de dólares que heredó Gustavo Díaz Ordaz a más de 20,000 millones’. En 1976.

Pues eso. Trabajar de forma vertiginosa es bueno, porque es síntoma de ‘febril empeño’ y de fortaleza y confianza en lo que se hace; el problema es que si el trabajo hecho no concreta o se cometen errores, éstos pueden ser extremadamente costosos en la economía nacional y con desestabilidad social.

Es cierto que el gobierno de Andrés Manuel López Obrador comienza por dar cumplimiento a promesas de campaña, sobre todo aquellas que tienen impacto social y que benefician a los mexicanos de pocos o muy escasos recursos económicos. Está bien. Requete-bien.

Pero también se han cometido errores que podrían ser extremadamente costosos, como ese del pago de bonos a inversionistas del cancelado Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México en Texcoco. Todo hace suponer que ahí va a salir más caro el caldo que las albóndigas y al final los paganos seremos los mexicanos al grito de ¿qué pasó ahí?

… ¿No calcularon este problema? ¿Y por qué tenemos que pagar y con qué lo pagaremos aunque nos hayan aumentado el salario mínimo de 88.36 pesos a 102.68 por día? (en la frontera norte será de 176 pesos) ¿Con esto nos alcanza para pagar? … Esto es, la clase social que se busca proteger terminará pagando estas enormes cantidades ¿con qué?

La cuestión de la salud, el FCE y la salud del presidente

Y así. Bien que el gobierno de AMLO haya decidido tomar las riendas de la salud en 8 estados del sur sureste de la República en los que el problema es más evidente. Así que con esto se da por terminado el Seguro Popular que funcionó por 14 años desde el gobierno del presidente Vicente Fox, hoy él mismo una piedra en el zapato nacional porque mete la cuchara para querer gobernar desde la clandestinidad de la ex presidencia.

Ahora se garantizará el derecho de acceso a los servicios de salud y medicamentos gratuitos a la población sin seguridad social. Al presentar el Plan Nacional de Salud de su gobierno, al que se destinará un presupuesto general de 115 mil millones de pesos, AMLO dijo que entre las acciones que busca el acuerdo está la eliminación del cuadro básico de medicamentos, así como la atención médica y medicamentos gratuitos. “Este programa es para todos, pero el énfasis es atender a los que no tienen seguridad social, a los más pobres. Entonces para ellos es este programa”. Bien. Ojalá esto funcione de forma eficiente porque lo de la salud es un asunto de vida o muerte.

Hay también errores de capricho y nadamás, como la modificación al reglamento por el cual se debe nombrar a Director General del Fondo de Cultura Económica para favorecer a Paco Ignacio Taibo II, sin hacer caso a la rechifla nacional por este nombramiento. O graves errores como bajar presupuesto a la Cultura y a la Educación y Ciencia en México. La UNAM e instituciones de excelencia educativa tendrán que “hacer más con menos”…

En todo caso, “Caminando pasos… caminando” como se llamó aquella película que hizo en 1977 Federico Weingartshofer (1946-2016), en esas estamos ahora en el país: ‘caminando pasos… caminando’… El tema es, a dónde nos va a llevar esa caminata…

O como el mismo Cosío Villegas le dijera al mismo Echeverría respecto de su frase de gobierno: “Arriba y adelante”: si, ‘arriba y adelante’ pero ¿en dónde vamos a aterrizar señor Presidente?

En todo caso, luego de cinco meses de gobierno en interregno y un mes de presidencia, muchas cosas se hacen ya, algunas contradicen lo prometido en campaña, otras se hacen mirando a los desprotegidos de siempre. En todo caso el panorama sigue siendo esperanzador. Aunque también genera dudas de si de veras se sabe cuál es la ruta y cuál es la meta. Contradicciones hay. Pasos atrás hay. Pero también hay cumplimientos, como hemos dicho.

El tema ahora es que independiente del febril trabajo de AMLO por sacar adelante su proyecto de Nación, también deberá cuidar su salud porque lo ocurrido en Palenque, Chiapas, durante el ritual indígena para la construcción del Ferrocarril Maya, cuando estuvo a punto de desmayar y tuvo que ser detenido por quienes estaban a su lado, es un síntoma de cansancio, pero también un llamado de atención para garantizar que su resistencia sea óptima porque apenas comienza su gestión y nadie quiere y a nadie conviene que el Presidente de México se indisponga por razones de su fortaleza. No. Ojalá no. Por lo pronto eso… ahí vamos… ‘caminando pasos… caminando’.

Lucha de poderes

@joelhsantiago | @OpinionLSR | @lasillarota