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Cambios en Sedena y CNI

Esperemos que los nuevos mandos de la plana mayor de la Secretaría de la Defensa sean cercanos al personal y sus necesidades. | César Gutiérrez

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Escrito en OPINIÓN el

Como lo dimos a conocer públicamente desde el 12 de febrero de este año, se dan cambios en la plana mayor de la Secretaría  de la Defensa Nacional, dejan sus cargos el general de División D.E.M., Dagoberto Espinoza Rodríguez, subsecretario de la Defensa Nacional, y el oficial mayor, general de División D.E.M., David Córdova Campos, mismos que causan alta en la honrosa situación de retiro. De igual manera, el actual inspector y contralor del Ejército y Fuerza Aérea, general de División D.E.M., André Georges Foullon Van Lissum, es desde el primero de marzo el subsecretario de la Defensa Nacional, el general de División D.E.M., Agustín Radilla Suastegui, es el nuevo oficial mayor de la Sedena y el general de División D.E.M. Gabriel García Rincón, es el nuevo inspector y contralor del Ejército y Fuerza Aérea. Tanto los generales que se retiran y causan alta en la honrosa situación de retiro, como quienes llegan a ocupar los cargos de la plana mayor de la Secretaría  de la Defensa, tienen los méritos y trayectoria sobresaliente en sus expedientes militares para el cargo que desempeñaron, como a la responsabilidad que se les confiere. Por si fuera poco, son de la plena confianza del general secretario Luis Cresencio Sandoval González, quien de esta manera cumple con las formas castrenses de respetar grados y escalafones militares, al mismo tiempo que blinda con su círculo más cercano y de confianza.

Lamentablemente es de nuestro conocimiento que el director general del Centro Nacional de Inteligencia, el general de División D.E.M. Ret., Audomaro Martínez Zapata, está internado en terapia intensiva en el Hospital Central Militar, por problemas cardiacos que han puesto en grave riesgo su salud. Mientras tanto, se encuentra como encargado del despacho el abogado sonorense Francisco Acuña Méndez, secretario general del CNI, gente cercana y de toda la confianza del secretario de seguridad y protección ciudadana Alfonso Durazo Montaño, ya que fue su coordinador de asesores y a quien conocí realizando una especialidad en seguridad nacional en el ITAM hace algunos años.

El Centro Nacional de Inteligencia es una estructura clave para el trabajo operativo de las Fuerzas Armadas. Por lo anterior, el general secretario ya tiene en la mira a varios generales candidatos, ya que es una posición de suma importancia, que no piensan dejar en manos de un civil, por más a fin que sea a la ideología militar, necesitan a alguien cercano al general secretario y a la nueva plana mayor de la Sedena.

La enfermedad del general Audomaro Martínez Zapata aleja al presidente de la República de la información que diariamente le proporcionaba su paisano tabasqueño y hombre de todas sus confianzas, por lo mismo el comandante supremo busca quien pueda suplirlo en esa función. El llamado a ocupar su lugar podría ser el general de División D.E.M. Ret., Carmelo Terán Montero, quien es maestro en seguridad y defensa nacional, desempeñando todos los mandos de tropas en el Ejercito Mexicano, con cursos de inteligencia en el extranjero, fue jefe de la subsección de inteligencia en el estado mayor de la Sedena, es seguidor del presidente Andrés Manuel López Obrador desde su primera campaña, apoyándolo activamente desde su retiro y es quien hizo campaña abiertamente a favor del actual comandante supremo de las Fuerzas Armadas fomentando y consiguiendo muchos votos de los militares retirados y en activo.  Carmelo Terán Montero ha sido un gran promotor de los derechos de los militares retirados y personal de tropa ante el alto mando, siendo la mejor opción para el presidente y quien tendría el visto bueno del general secretario Luis Cresencio Sandoval, para ocupar la dirección general del Centro Nacional de Inteligencia.

En México estamos viviendo la transición de una transformación en diversos ámbitos, estos cambios en los escenarios político, económico, social y militar van a impactar de sobremanera a los resultados esperados para finales del 2020 y las elecciones del 2021. La estabilidad del país requiere resultados tangibles, medibles y alcanzables. Lo que no están comprendiendo muchos funcionarios públicos es que cada uno desde su trinchera debe dar resultados en su quehacer gubernamental. Hoy, quien ha puesto el ejemplo, son las Fuerzas Armadas al dar cumplimiento a los proyectos del Ejecutivo, porque nadie quiere trabajar si no obtiene un beneficio.

Como lo mencioné en la columna de las predicciones para este año, todos quieren ser jefes y nadie quiere arrastrar el lápiz. La necedad nunca será un buen asesor, para consolidar los proyectos se requiere mayor liderazgo y planificación para dar resultados al pueblo de México, quien está esperando un mayor ejercicio de la justicia y la extirpación de la desigualdad. En caso de no atender los síntomas de tal gravedad se corre el riesgo de trazar una trayectoria destinada al fracaso.

Por último, hay quienes se sienten dueños de la verdad, se creen conocedores absolutos de las leyes y reglamentos militares, cuando no tienen ni la menor idea de lo que hablan. Les gusta dar datos incorrectos y tienen la vista ciega, se han convertido en bufones sumisos que bailan al ritmo de comparsas, mal informando al alto mando y creando intimidación y confusión ante los subalternos. Se engañan a sí mismos, pero eso NO funciona en la vida civil ni en los tribunales, ni tampoco se puede ir en contra de los ordenamientos constitucionales, leyes y reglamentos, ya que la experiencia nos ha enseñado que, cuando son sentados en el banquillo, ahí es donde se desvanece la sonrisa y la impunidad.

Hace algunos años no se podían evidenciar los abusos y los cochupos, pero hoy, con la apertura de la información podemos señalar con toda claridad la corrupción, malas prácticas y abusos de poder. Ser un aplaudidor sin crítica por lo que se dice conocer y defender, es solo simulación, utilizando a todo un gremio por intereses personales, por ganar unos cuantos pesos, al clamar odas y arengas dictadas en los escritorios de quienes pagan por dichos servicios.

Sería importante recordar que aquellos que se creen dueños de la verdad, en su arrogancia, quedan en ridículo al asegurar que en los últimos 50 años ha habido nueve presidentes de México y también solamente nueve secretarios de la Defensa y Marina. Para quienes se creen ser los dueños de las Fuerzas Armadas es importante que utilicen un vocero que conozca bien sus leyes y reglamentos, así como su historia. Para ser exactos, en los últimos 50 años ha habido nueve presidentes de México, nueve secretarios de la Defensa y diez secretarios de Marina.

Esperemos que los nuevos mandos de la plana mayor de la Secretaría  de la Defensa sean cercanos al personal y sus necesidades, son excelentes militares y personas, saben mandar y cuidar de sus tropas. Espero que el cargo que dignamente llegan a desempeñar nos los haga desviarse de la línea de trabajo y cercanía con los jefes, oficiales y tropa, que es la columna vertebral del Ejército Mexicano.