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Calidad del aire y movilidad: políticas públicas interrelacionadas

El programa Hoy No Circula carece una visión integral y sobre todo planeada. No existen las condiciones necesarias para no utilizar el automóvil.

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Escrito en OPINIÓN el

Recientemente se ha hablado mucho sobre las políticas implementadas para aumentar la calidad del aire en la Ciudad de México, específicamente del Programa Hoy No Circula Reforzado. Por muchos años, este programa dio indicios de ser una política útil para disminuir los niveles de contaminación en la Ciudad, incluso se consideraba como un caso exitoso que se comentaba alrededor del mundo.

 

El éxito del programa, en su etapa inicial, aunque estaba enfocado a disminuir los niveles de contaminación, generó asimismo una cultura de reducción del uso de automóvil, en donde las personas, ante la falta de su vehículo, un día o más a la semana, se veían en la necesidad de utilizar el transporte público o de compartir el automóvil con otras personas, lo cual redundaba en la mejora de la movilidad en la ciudad.  

 

La reformulación de esta medida en la ciudad más grande del país, en donde los niveles de contaminación van en aumento, la población se incrementa, los recorridos diarios para la realización de las actividades diarias son cada vez mayores, en donde se realizan una cantidad enorme de intercambios y existen cada vez más automóviles, es una muestra de la relevancia y necesidad de rescatarlo, dando como resultado el programa que tenemos hoy en día.

 

Mucho se ha criticado esta medida y se aboga por su desaparición argumentando que no funciona para disminuir los niveles de contaminación, puesto que estos se han mantenido. La política entonces se ha convertido en una fuente de debates a todos los niveles y en todos los sectores de la población debido al descontento que genera no tener el automóvil un día a la semana. No obstante, nadie comenta qué sucedería si la política no se hubiera implementado, es decir, sobre la posibilidad de tener aún mayores niveles de contaminación pero sobretodo de los problemas que se tenían en cuestión de tráfico vehicular antes de implementarlo y que intensificaba los problemas de movilidad.

 

La movilidad ha estado ligada a esta política del Hoy No Circula desde su aparición, de manera consciente o inconsciente, planeada o no planeada, sin embargo, en los hechos no se le identifica con el programa, ya que a éste se le ha dado un manejo inadecuado. El programa no debería presentarse solamente como una medida para disminuir la contaminación sino como un mecanismo para mejorar la movilidad. Si el objetivo del programa fuera dual, es decir, mejorar de la calidad de aire y la movilidad, se entendería y valoraría la necesidad de disminuir el uso del automóvil para tener mayores espacios de circulación y disminución de los tiempos de traslado.

 

Es cierto que la medida tomó a todos de sorpresa y que afectó a todos los sectores de la población, no importando el año o condiciones del automóvil, pero las condiciones de contaminación ambiental estaban aumentando y la movilidad de la ciudad antes de la medida, sin un límite de esta naturaleza, estaba exacerbando las condiciones del tráfico intenso en la ciudad no sólo en las horas pico sino a cualquier hora y lugar. Alguna medida era necesaria.

 

En contraparte, también es cierto que el programa carece una visión integral y sobre todo planeada, en donde no existen las condiciones necesarias para no utilizar el automóvil. El transporte público, es ineficiente, insuficiente e inseguro. La cantidad de unidades de transporte público, en todos sus tipos, no alcanzan para trasladar a la población que no utiliza el automóvil y se sobresatura en horas pico; las rutas de sobreponen y otras no se cubren, y no se garantiza la seguridad de los usuarios. Asimismo, no se han adoptado medidas que disminuyan emisiones contaminantes de otras fuentes diferentes al automóvil.

 

Logrando mejoras en la cobertura y calidad del transporte público, se puede desincentivar el uso del auto particular entre los niveles de población medio y alto, que actualmente son los mayores usuarios de autos particulares y, por ende, se puede contribuir a mejorar la movilidad; asimismo, es necesario trabajar para disminuir la contaminación proveniente de otras fuentes que afectan las condiciones ambientales. Ambas cuestiones se consideran condiciones necesarias e indispensables para mejorar la vida diaria en la ciudad.

 

@institutomora

www.mora.edu.mx

  

*La Dra. Isela Orihuela
Es coordinadora académica y profesora-investigadora del Centro Interdisciplinario de Estudios Metropolitanos (CentroMet) del Instituto de Investigaciones Dr. José María Luis Mora. Tiene estudios de Planeación Urbana, Administración Pública y Políticas Públicas. Es miembro del SNI. Sus líneas de investigación son política pública, desarrollo económico local, competitividad urbana, gobiernos municipales, y desarrollo territorial, urbano y metropolitano.