A Biden
Biden se santiguaba silencioso,
tras rezar en un altar;
pidiéndole a la Virgen,
un milagro para variar.
“Que no vengan los migrantes,
ni en columna ni en tropel,
que ya me tienen maltratado
toditito el oropel”.
La Virgen sin inmutarse
más rezos de Biden provocó,
cuando de entre las sombras
la mismísima Muerte apareció.
“Hoy he venido por ti, my friend”,
dijo la Parca muy fifi.
“Tu legado será recordado,
pero hoy tienes que morir”.
Biden con resignación,
tomó su sombrero y su velís,
sin siquiera percatarse
que Kamala sonreía feliz.
RIP a la Autonomía
“Nunca Pensé que ocurriría”,
se dijo la Parca consternada,
“venir a trabajar a Rectoría,
con la guadaña bien afilada”.
Frente al espantajo,
corren los pumas por doquier.
Saben que ante la Catrina
No se pueden defender.
“Ya no corran criaturitas,
que nada les voy a hacer”,
espetó la Muerte sincera
al verlos desaparecer.
“Sólo tengo un encarguito”,
Dijo la Flaca con alegría,
“Hoy lo único que haré
es llevarme la Autonomía”