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Caen 51% nuevas inversiones

La caída de 51% en la llegada de nuevas inversiones globales al país generó alarma entre los empresarios. | Romina Román

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Escrito en OPINIÓN el

La caída de 51% en la llegada de nuevas inversiones globales al país generó alarma entre los empresarios, quienes no dejan de insistir a los organismos que los representan en diseñar y poner en marcha una verdadera política industrial en México.

A pesar de que en la Secretaría de Economía hay un reconocimiento sobre la necesidad de fortalecer a la planta productiva, todavía falta un largo camino por recorrer. Por lo pronto, continúan las reuniones con los altos mandos del gobierno del presidente López Obrador para analizar temas urgentes, sin embargo, hasta ahora todo ha quedado sólo en el papel.

Nos dicen que si no se aceleran los mecanismos que hagan de México una nación más atractiva para la inversión, ésta continuará en caída libre.

Al cierre de 2020, la inversión extranjera directa descendió 14.7% y de los tres componentes de ésta, la que mostró un mayor deterioro fue la que se cataloga como “nueva” que se desplomó más de 50% durante 2020 respecto a 2019.

Si bien es cierto que una buena parte del retroceso se explica por la emergencia sanitaria por covid-19 que obligó a gran parte de las empresas a cerrar sus puertas, también es cierto que muchas de las políticas de la actual administración generaron incertidumbre entre los capitales foráneos y nacionales. 

La primera decisión que afectó el ánimo de los inversores fue la cancelación del aeropuerto de Texcoco y la planta de Constellation Brands en Mexicali, la que tomará cerca de dos años en desmantelarse, a ésta le siguió una estrategia pobre y deficiente para atender la emergencia sanitaria y los prácticamente nulos apoyos y estímulos para la planta productiva; ahora la reforma eléctrica podría tener un costo muy alto para el país, el principal es que las calificadoras internacionales retiren el Grado de Inversión para la deuda soberana en este mismo año.

Muchos de los empresarios globales aseguran que ante la amenaza que podrían representar los cambios en materia energética, sus planes de inversión esperarán unos meses más. Incluso, algunas de éstas ya pidieron ayuda a sus gobiernos, tal es el caso de las compañías estadounidenses que operan en México.

Ante este panorama poco alentador, una de las luces al final del túnel tiene que ver con la recuperación de la economía en Estados Unidos, ya que ésta tendrá un efecto positivo en las exportaciones mexicanas, en particular en las manufacturas de las que se espera un crecimiento para este año de entre 8 y 9%, cifra que se ubica en los niveles de 2019.

No obstante, uno de los retos del gobierno es fortalecer los lazos comerciales con el mercado asiático, en particular con China y Japón, a fin de contrarrestar la caída que se registró en las inversiones de naciones europeas.

En esta recuperación de las exportaciones, el sector automotriz y de electrónica jugarán un papel relevante, por lo que se requieren de manera urgente condiciones que permitan una verdadera reactivación.

Así las cosas…