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Bestias criminales

Fueron cinco asesinados cinco soldados en una emboscada por sicarios del cartel de Sinaloa.

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Escrito en OPINIÓN el

Es la noche del domingo 2 de octubre, unas horas después de que las declaraciones del general secretario de la Defensa Nacional, Salvador Cienfuegos Zepeda, retumbaran como obuses, como cañonazos de unidades blindadas sobre los cerros de San Miguel de los Jagüeyes en una práctica de fuego real contra las piedras, árboles y vehículos convertidos en blancos para el adiestramiento.

 

En las horas previas al tecleo de este texto, el general encabezaba los funerales de los cinco soldados asesinados en una emboscada por sicarios del cartel de Sinaloa.

 

Unos cuarenta civiles mejor armados y tal vez más preparados que las tropas de la 24 Compañía de Infantería No Encuadrada (24 CINE), sorprendidas cuando bajaban de Badiraguato con un civil herido en un enfrentamiento.

 

En las horas posteriores al ataque -en el que al menos tres soldados fueron quemados vivos por los sicarios cuando estaban heridos adentro de sus unidades Hummer -, el comandante de la III Región Militar con sede en Culiacán, Sinaloa, el general Alfonso Duarte Mújica, hablaba con reporteros locales y sin perder tiempo acusó a los hijos de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo Guzmán, de estar detrás del ataque.

 

Inusual y excesivo, el escenario de violencia en plena capital del estado se armó para liberar a un presunto narco apodado El Kevin. Medios locales aseguraban que podría tratarse de El Guano o de otro de los hijos de Guzmán Loera. El comandante lanzó la acusación pero al final no dio más datos. No tengo esa información, decía.

 

Trató de desdecirse pero el general había dejado la plaza más caliente de lo que ya estaba.

 

En las horas del dolor y la indignación, el secretario de la Defensa Nacional viajaba a Culiacán para hacer los honores e ceremonia fúnebre a sus soldados. Inusual y excesivo pero oportuno en el pronunciamiento, Cienfuegos vertía calificativos onerosos contra los agresores.

 

A la “contundente indignación” del general le siguieron sus adjetivos. Vamos con todo contra los autores de este crimen, dijo, enfatizando que los militares “fueron emboscados por un grupo de enfermos, insanos, bestias, criminales con armas de alto calibre, seres sin conciencia, que basan sus acciones en atemorizara gente de bien”.

 

Horas más tarde, con los ánimos atemperados y en una tácita aceptación del exceso cometido, la Sedena subió a su sitio de internet el video de la ceremonia luctuosa efectuada en las instalaciones del 94 Batallón de Infantería, editando el audio, borrando las partes sobre los insanos, enfermos y bestias criminales (https://youtu.be/5S6_gCsMyvU).

 

Un Cienfuegos indignado al límite, políticamente sobrado en sus expresiones mediáticas, anuncia una respuesta sin precedentes contra los asesinos de soldados.

 

Vamos con todo, dice, pero no precisa que cosa es “todo” y mucho menos cuales son los límites de ese “todo” al referirse a usar “la fuerza necesaria”.

 

¿La fuerza necesaria tiene límites en un país y una región dominada por el narco?

 

Cienfuegos dice que todo se hará en el marco de la ley y que los delincuentes serán detenidos para ser juzgados en el marco de la ley.

 

Entonces ¿cuál es la fuerza necesaria que usará el ejército para detener y someter a los agresores que usaron fusiles semiautomáticos Barret, lanzagranadas de 40 milímetros, granadas de mano y lanzacohetes?

 

Es la madrugada del lunes 3 de octubre.

 

Al menos un regimiento blindado ha sido enviado desde el Campo Militar Número 1-A, en la capital del país, hacia Culiacán.

 

Otros dos agrupamientos de la misma arma salieron de Puebla y Veracruz con vehículos Panhard Defense Lynx, Panhard VCR y tanquetas DN-V Toro.

 

En el agrupamiento blindado también van vehículos Sandcat y Kitam.

 

Un agrupamiento de helicópteros artillados con ametralladoras Vulcan Minigun ya opera desde el sábado sobre Culiacán y puntos aledaños.

 

¿Qué sigue?

 

@JorgeMedellin95

@OpinionLSR