La búsqueda de la belleza ha sido una constante a través del tiempo, así como evitar el envejecimiento. De los tratamientos que existen en el mercado, “la terapia vampiro” ha sido cuestionable, no por su procedimiento sino por quienes lo aplican y donde se realiza.
Esta terapia es un procedimiento autólogo, se realiza con sangre extraída en forma indolora del mismo paciente, la cual se centrifuga para separar los distintos componentes (glóbulos blancos, rojos, plaquetas, plasma) y obtener el plasma rico en plaquetas (PRP), que son las células que participan en la coagulación, éstas poseen un gran número de sustancias llamadas “factores de crecimiento” que promueven la migración y división celular, tienen el potencial de estimular la respuesta reparativa de los tejidos dañados, como por ejemplo en la tendinosis, motivo por el cual se realiza este procedimiento. El objetivo de este tratamiento es retroceder las señales comunes del envejecimiento de la piel en el área facial, cuello y manos.
Sin embargo, no todos los países están a favor del uso de este tipo de tratamientos. En Argentinalos especialistas advierten que sus beneficios no están probados, pueden tener riesgos potenciales.
El problema del tratamiento es que se está aplicando en cualquier sitio y no en un centro esterilizado. Algunos de los requerimientos son:
- El tratamiento debe ser aplicado con la supervisión de un médico hemoterapeuta
- La preparación del plasma debe ser en un ambiente estéril para evitar la contaminación de la sangre.
Debido a la gran demanda de la población mexicana en productos de belleza han proliferado establecimientos irregulares que ofrecen servicios estéticos. Al respecto, la Secretaría de Salud, por medio de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (COFEPRIS), ha clausurado 6 consultorios de medicina estética que ofrecían al margen de la legislación sanitaria, servicios de reducción de peso, lipoesculturas con láser, botox, malla supralingual “mágica” para bajar de peso, acupuntura, bronceado de piel en camas solares y la “terapia vampiro”.
A nivel internacional no existe regulación para el tratamiento de plasma rico en plaquetas es por ello que hace unos días presenté una propuesta para regularizarlo. El objetivo es evitar su aplicación por personal sin capacitación ni formación médica, por lo que los responsables del manejo del PRP, y de cualquier otro tratamiento debe estar capacitado.
Finalmente, invito a la población a que informarse previamente acerca de los tratamientos a los que se piensan someter. Nuestra salud no está juego y menos por un tema estético que puede tener graves consecuencias.