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Autoritarismo y abuso de poder

“Un presidente fuerte, muy fuerte y poderoso que hace lo que quiere, como quiere, a la hora que quiere”

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Escrito en OPINIÓN el

El autoritarismo es el sometimiento absoluto a una autoridad, es el abuso que hace una persona de su autoridad, del ejercicio del poder que desencadena en exceso del mismo, sin importar más nada que ejercer su mando, control y poder como el monarca quiere. Así ejerce el poder el presidente de México. 

Jamás imaginamos que cuando AMLO, el candidato, pedía a la ciudadanía votar por él y por todos los candidatos a diputados y senadores de su partido MORENA, utilizaría el poder de la manera que lo hace y con el resultado que hoy tenemos. 

Un presidente fuerte, muy fuerte y poderoso que hace lo que quiere, como quiere, a la hora que quiere y que utiliza a su partido en las dos cámaras para lograr sus propósitos de transformar al país en un régimen socialista donde el estado tiene el poder absoluto del país.

López Obrador ha declarado en varias ocasiones que en diciembre estará completando su obra de transformar el país y por consiguiente el desmantelamiento de las instituciones y los diferentes programas de gobierno como lo ha venido haciendo desde que asumió el poder. Parecería que no es cierto o simplemente una exageración.

Sin embargo, en estos 22 meses hemos vivido primeramente un romántico discurso de cambio y de hartazgo de la sociedad contra el status quo y en seguida una serie de adjetivos ofensivos orientados al gobierno e inmediatamente después al pueblo, a ese sector de la sociedad que es mayoritario y que no está de acuerdo con la forma de gobernar del presidente y su gobierno.

Vivimos y sufrimos un histórico desabasto de gasolina y diésel en Guanajuato como en muchos otros estados del país, incluida la CDMX con el estúpido pretexto del combate al robo de hidrocarburos llamado comúnmente “huachicol” que sigue y sigue imbatible el robo del combustible y el gobierno federal no hace nada. Después, el cierre del programa de instancias infantiles “guarderías”, con el argumento de la inmensa corrupción en dicho programa y éstas desaparecen.

Ahora, la escandalosa desaparición de 109 fideicomisos federales de distintos programas como “Pueblos mágicos”, “Ciudades patrimonio de la humanidad”, “Estudiantes investigadores en el extranjero”, “Investigadores Nacionales en universidades públicas y privadas”, “Apoyo al cine y las artes”, etc, etc… Todo con el viejo y pobre discurso de la corrupción y más corrupción. 

Esta tragedia social, política, económica y administrativa tiene nombre y apellidos: TODOS LOS DIPUTADOS Y SENADORES DEL PARTIDO MORENA, al mando el monarca presidente López Obrador. Para esto querían tener mayoría en las cámaras, para destruir a México y a sus instituciones. ¡Qué pena!

No olvidemos que somos una sociedad que se ha internado en el mundo moderno carentes de principios tradicionales de legitimidad y de instituciones tradicionales de autoridad, son muy susceptibles al atractivo comunista. Hoy transitamos sin ninguna duda al socialismo y está en nuestras manos pararlo, de lo contrario no culpabilicemos de nuestra tragedia social al destino o “a quién sabe quién”.

¿No cree usted?

Dr. Carlos Díaz Abrego