El Cuarto Informe de Gobierno de Miguel Mancera, se convirtió, en los hechos, en el arranque de su campaña presidencial.
Mancera mostró no sólo el musculo político sino la capacidad de control de las llamadas tribus del PRD, las que al final de cuentas estarán de su lado como principal grupo de apoyo a sus candidatura presidencial.
Pero no es todo, Mancera también cuenta con el respaldo de buena parte de los gobernadores perredistas y, sobre todo, logró el apoyo del partido Movimiento Ciudadano, de Dante Delgado.
Además, es posible que el jefe de Gobierno capitalino también logre el respaldo del Partido del Trabajo, la organización política que hace meses fue dada por muerta –por el Tribunal Electoral-, pero que milagrosamente fue rescatada por el PRI.
En este caso –el del PT–, la jugada parece impecable.
Y si bien el partido de Beto Anaya esta comprometido con el PRI, podría aliarse con Miguel Mancera, debido a que es más útil en el espectro de las izquierdas que del PRI.
Dicho de otro modo, que sumado a Mancera, el PT le quitaría votos a Morena y sumado al PRI su fuerza sería prácticamente inexistente.
Pero existe otra novedad en la candidatura presidencial de Miguel Mancera. Resulta que el jefe de Gobierno piensa postularse como candidato independiente. De esa manera no sólo recibirá el respaldo de los partidos políticos que podrían convertirse en sus aliados –PRD, MC, PT, entre otros-, sino que tendría la posibilidad de rescatar una buena cantidad de votos de ciudadanos apartidistas.
Y es que, en el fondo, la principal jugada de Miguel Mancera, es presentarse ante el electorado como un candidato independiente.
Esa fórmula, si hacemos memoria, le resultó altamente efectiva en la campaña de 2012 para buscar el gobierno capitalino. Por eso, desde esa fecha Mancera se negó a afiliarse a un partido político. Y es que, para efectos prácticos, es más rentable ser candidato independiente que candidato dependiente de un partido político.
AL TIEMPO