Aquí está la Fuerza de la Ciudad. Contra todo pronóstico llegamos y colmamos la plaza del Zócalo, por primera vez en mucho tiempo sin caudillos, sin amos de la verdad, sin el yugo de la orden directa y la obediencia ciega; en cambio sícon las mujeres y los hombres quienes son los liderazgos que por muchos años han trabajado incansablemente, con lealtad a nuestros principios, entusiastas y con la alegría que nos caracteriza: ¡Por nuestro México y nuestra ciudad!
Nos dimos cita para dar testimonio de que el PRD es el partido más importante que ha construido la izquierda mexicana y que hoy regresamos a nuestro origen, sin dejar de ver el presente y el porvenir, porque estamos aquí como un colectivo en donde todos y cada una y uno somos los protagonistas de la victoria que viene este 7de junio.
Enfrentamos este proceso electoral 2015 con la expectativa de muchos, de que nuestro destino como partido político era la desunión y el fracaso, algunos que caminaron en diferentes momentos a nuestro lado, inclusive pusieron esfuerzos y recursos para en su partida hacer un daño sistemático y calculado ante los medios y la opinión pública. Contra toda esta intención este colectivo supo encontrar las vías de entendimiento y unidad política, imperfecta y en momentos dolorosa como lo suele ser en lo partidos que están vivos y actuantes: Decidimos ser y asumirnos como un todo, como PRD.
Nuestro proceso de selección de candidatas y candidatos fue arduo y hasta traumático, días y horas casi interminables de discusión y negociación se vivieron, normal en un partido con vida interna intensa y democrática. Terrible papel el de aquellos partidos en los que un par de índices o una sola voluntad se impone por encima de la razón o correlación interna. En el caso de nuestro partido ese proceso dio como resultado que, quienes son hoy las y los abanderados del PRD tengan toda la legitimidad; pues su origen es el consenso y representan auténticamente la fuerza política del sol azteca.
Nosotros nos mantuvimos abiertos a la sociedad y fieles a la idea de la izquierda contemporánea, fuimos incluyentes e incorporamos candidatas y candidatos de la sociedad civil. Y también generamos alianzas amplias y contrarias al sectarismo, con nuestros hermanos del Partido del Trabajo y las y los trabajadores agrupados en Nueva Alianza.
La campaña en la Ciudad de México se caracterizópor tener un tono de verdadera contienda, no exenta de apasionamientos y debates intensos, asícomo de una gran presencia en las calles por parte de todos nosotros las y los perredistas, hubo momentos lamentables y difíciles sin duda como el caso de Cuajimalpa, que fueron focalizados y nunca la generalidad. Pero hay que decirlo muy claro: De ninguna manera parecidos a los niveles de descomposición y violencia que lamentablemente padecen otros estados del país.
Actúan irresponsablemente quienes generan, desde la perversidad o la incertidumbre en la población y con muy poca inteligencia política prefieren enturbiar el escenario electoral de la Ciudad en lugar de hacer el trabajo principal frente al electorado, presentar las propuestas, documentar verdades que ocultan los falsos profetas y lograr el objetivo que es preludio de poder generar cambios: ¡Ganar los votos!
Nosotros, las y los hombres y mujeres libres, y millones que son nuestros militantes y aliados en la sociedad no fuimos los que causamos la división de la izquierda, por el contrario la gran mayoría siempre nos mostramos solidarios y en pie de lucha en las batallas del pasado reciente, lo mismo frente a la privatización de los energéticos, que emprendió Enrique Peña Nieto y su partido, que durante las intensas campañas políticas por la presidencia y contra el atropello y ataque sistemático del régimen primero panista y ahora priista en contra de nuestro proyecto político en la Ciudad.
La reflexión es obligada: Si aquellos que se fueron intentando dividir, hacer daño y aniquilar al PRD, hubieran destinado su capacidad y recursos a fortalecer y a reconstruir este proyecto de izquierda con generosidad e inteligencia, hoy las fuerzas progresistas, sin duda, estarían a días de multiplicar sus gobiernos y presencia legislativa por todo el país para beneficio de millones de personas, cuyo destino a diferencia de la Ciudad de México y algunos estados, parece que volverá a ser tricolor o blanquiazul. Pero prefirieron el juicio moralino y descalificador, despreciando la posibilidad de superar la crisis interna y ser juntos la alternativa que transforme la injusta y lacerante realidad, a trabajar unidos a favor de las y los mexicanos, el juicio de la historia, de esta historia es inminente.
Nos dimos cita en el Zócalo para ratificar nuestro compromiso de seguir trabajando por una Ciudad para todas y todos, que siga siendo el espacio de libertades que nos define frente a los demás estados de la República e inclusive a otras capitales del mundo: Ni un paso atrás en los derechos conseguidos hasta ahora, en los sexuales y reproductivos para las mujeres y los hombres, en los que garantizan la libertad de aquellos que quieren formalizar su amor no importando su orientación sexual. También no es menos importante avanzar en la universalización de los programas sociales y convertirlos en ley.
Vamos a impulsar la movilidad en todas sus vertientes, en la protección y facilidades al peatón y al ciclista, en la obtención de mayores recursos para lograr la reconversión del transporte público de superficie. Queremos un transporte sustentable, abundante, con itinerarios fijos y que responda a las necesidades de aquellos que habitan en las zonas de más difícil acceso. Cuidando siempre las fuentes de trabajo de aquellos que de manera honesta y responsable se han dedicado al oficio del volante.
Este equipo político está comprometido con la salud y por ello destinaremos mayores recursos para ampliar la cobertura de la atención médica domiciliaria, la construcción de hospitales de especialidades, aumentar el equipamiento y abasto de las unidades médicas, con un énfasis en la medicina preventiva y la alimentación sana.
También vamos a trabajar para mejorar el medio ambiente, cuidar el suelo de conservación, para mejorar el aire y propiciar la recarga del acuífero, recuperar la zona lacustre y chinampera para hacerlas más productivas y sustentables.
Tenemos que contribuir a acabar con la corrupción y la discrecionalidad en todos los ámbitos de la vida de las y los capitalinos, es una prioridad, no desde la visión catastrófica de los que proclaman que todo está perdido. El respeto a la ley por parte de aquellos empresarios que invierten debe corresponderse con la probidad y apego a la norma de las y los servidores públicos y la simplificación de requisitos y certificados. La transparencia es un valor transversal que frena la impunidad y cuando es efectiva facilita la acción social en contra de la corrupción y su consecuente castigo.
La desigualdad sigue siendo el gran pendiente en el mundo entero y es la razón de ser de la izquierda, por ello es de celebrarse que hayamos retomado el discurso de la economía política que hace evidente la injusticia para acabar con ella. La iniciativa del jefe gobierno, MiguelÁngel Mancera para luchar por la recuperación de los salarios, el mínimo principalmente es una iniciativa de izquierda, así como atender las condiciones laborales de los trabajadores de la Ciudad logrando la recuperación del ingreso más importante de la época contemporánea para una fuerza sindical.
Y no menos importante acabar con los nefastos contratos eventuales que eran una vergüenza para cualquier gobierno que se dijera progresista. Nunca más el desprecio a las y los trabajadores y sus reivindicaciones legítimas. Los hombres y mujeres de izquierda nos asumimos como compañeros no como patrones.
La prioridad de candidatas y candidatos es igualar las condiciones en las que viven los habitantes de la Capital, emparejar la oferta de beneficios que elevan la calidad de vida debe ser una tarea diaria, lo mismo llevando el internet gratuito y abierto a todas las delegaciones; las del norte, oriente, el sur, y las zonas altas del poniente, asícomo la movilidad sustentable, la recuperación y disfrute del espacio público, la seguridad preventiva y activa, la oferta cultural en todas sus manifestaciones y el deporte con instalaciones dignas y lo más importante trabajaremos codo a codo para lograr agua abundante y de calidad para toda la Ciudad.
Los chilangos somos diversos, libertarios, solidarios, nos revelamos frente a la injusticia, valoramos nuestro papel como el motor económico, cultural y de avance social del país, la capital es refugio y a la vez disfrute, es compleja y abierta al mundo, lucha por acabar con la discriminación y la exclusión y saben la mayoría de sus habitantes que lo que falta por avanzar solo se conseguirádesde la izquierda y procurando alianzas honestas con la sociedad civil, por ello cuando critican nuestros opositores nuestra hegemonía, lo que hacen es despreciar la esencia, la voluntad y el poder que las y los capitalinos que elección tras elección nos han ratificado mediante el voto ciudadano, por eso, como no lo hace ninguna otra opción política, nuestro compromiso es diario y tenaz con los problemas reales de la gente.
El próximo domingo 7 de junio, las y los ciudadanos acudirán libremente a las urnas, el Partido de la Revolución Democrática se compromete públicamente con la legalidad y el respeto a la voluntad popular, la elección será organizada y cuidada por los ciudadanos y las instituciones electorales cumplirán con su obligación, todo es sin duda perfectible, pero estas son las instituciones democráticas de la Ciudad de México y del país.
Se han suspendido la gran mayoría de los apoyos sociales que otorga el Gobierno del Distrito Federal, asícomo las delegaciones; se han ratificado voluntades para lograr la resolución de conflictos y ha habido acción de las autoridades con sanciones. Por cierto los profesionales de andar victimizándose han sido los que menos han sentido esta contundencia y no por falta de materia. Pero lo fundamental es que la sociedad está crítica y actuante y ningún líder inclusive siéste pretende ser el monopolizador de la moral pública como lo hizo Robespierre al traicionar a la Revolución Francesa e imponer el Terror como método para conseguir sus fines, lo va a lograr aquí la gente rechazarála descalificación y la mentira. Alegar fraude anticipadamente es, en el caso de la Ciudad, librar batallas en el desierto, las y los capitalinos no caeremos en la provocación, no vamos a permitir que se descalifique un proceso ciudadano en la entidad más participativa e informada del país. La historia electoral del Distrito Federal ha sido limpia, y así la vamos a mantener y a defender.
Vamos hacia la victoria. A ratificar nuestra fuerza con el equipo de candidatas y candidatos, lo mismo en las 16 delegaciones que en las diputaciones locales y federales. No aceptamos que nadie nos impida nuestro derecho legítimo de conquistar la voluntad ciudadana, representamos el proyecto más avanzado y social del país, por eso siempre vamos a ratificar nuestro apoyo y solidaridad al Gobierno capitalino.
Después de la elección y su calificación vamos a buscar las vías de acercamiento y diálogo para lograr consensos, por nuestra visión de izquierda no sectaria, por nuestra capacidad política, pero fundamentalmente por nuestro amor y compromiso con esta gran ciudad, la ciudad de nuestros héroes, de nuestras luchas por la soberanía y contra la opresión, la ciudad que a diario se despierta a construir su historia. La Cuidad de todas y de todos.