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Ante el primer informe de gobierno (II)*

México es vergonzosamente de los países más inseguros del mundo, esto lo percibe la población y demanda urgentemente la atención. | Fernando Díaz Naranjo

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Escrito en OPINIÓN el

Luego de exponer la percepción de la población con el que el presidente de la República López Obrador arribara a su primer informe de gobierno, resulta necesario hacer algunas anotaciones que consideramos importantes sobre la realidad que vive nuestro México a nueve meses de gestión de la presente administración federal.

Dos aspectos son los más importantes para la población, la inseguridad y nuestra economía; además, agregaríamos la obligación que tiene el Ejecutivo Federal de velar por la cohesión y unidad del pueblo de México. En el primer caso, el presidente reconoció que no han sido buenos los resultados obtenidos en el combate a la inseguridad; en el segundo indicó que la economía está creciendo poco, y el último punto, destaca que en México no existe esa unidad y cohesión que todos quisiéramos.

Consecuentemente, se hace obligado un análisis de los datos que, al menos en estos rubros tenemos.

En materia de seguridad me parece importante la nota del portal de Aristegui Noticias que refería: “102 asesinatos el día del informe de AMLO; mataron a 292 personas el fin de semana” (septiembre 4).

Las mediciones de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) ya anunciaba un aumento constante en el porcentaje de mexicanos que percibía su Estado como inseguro, ya que en 2012 el registro alcanzaba el 66.6%, pero para 2018 la cifra se elevaba casi al 80%.

Hoy en día la inseguridad en México está desbordada, parecería incontrolable. Según datos oficiales los homicidios que, generan un fuerte impacto en nuestra sociedad, han crecido a una tasa anual del 2 por ciento; las extorsiones que se han convertido en un ataque directo a la economía del pueblo mexicano, se han incrementado en 37%; los secuestros que le cambian la vida a la gente, a sus familiares, amistades y conocidos, se han incrementado 9 por ciento y así sucesivamente.

México es vergonzosamente de los países más inseguros del mundo, esto lo percibe la población y demanda urgentemente la atención a esta gran problemática que vive el país.

Pasando al rubro económico, diversos especialistas han indicado, de entrada, que el informe “está fuera de Norma”, ya que varias de las acciones presentadas no tienen parámetros de medición y todo ejercicio de gobierno necesita indicadores que permitan su evaluación conforme a metas comprometidas.

Sin embargo, si revisamos algunos datos que ya han sido reportados en diversos medios de comunicación encontramos por ejemplo que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), en el segundo trimestre de este año, es decir, de abril a julio, reportó que la economía mexicana no registró una importante variación respecto al primer trimestre (enero a marzo), dando como resultado un preocupante 0.0 de avance.

Para que un país empiece a tener estabilidad y desarrollo debe forzosamente crecer, pero las cifras dicen lo contrario. Esto parecería verse ya reflejado en la tasa de desempleo que a julio de este año alcanzó cifras del 3.6%.

Finalmente, el aspecto de lo que debería ser el arte de la negociación y del buen entendimiento: la política del Ejecutivo Federal, se ha convertido en la punta de lanza del divisionismo generando estereotipos de diversa índole en contra de actores políticos, ex presidentes, instituciones, dependencias, órganos autónomos, derechos humanos, medios de comunicación, entre otros.

Entre fifís y chairos, entre conservadores y liberales, entre otras “distinciones” parecería que la política se divide entre buenos y malos, confrontando a la sociedad cuando en todo ejercicio de gobierno la esencia debe ser la unificación de la población; el entendimiento de quienes opinan diferente; escuchar propuestas, sugerencias y alternativas.

A México le conviene un gobierno no que divida, sino uno que una al pueblo con razón, con propuestas claras y viables para que transforme verdaderamente a México.

¡Hasta la próxima!