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Año de desafíos para el IFT

El IFT seguirá trabajando y no escatimará en esfuerzos para enfrentar los desafíos que se presenten. | Arturo Robles

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Escrito en OPINIÓN el

Cada que comienza un nuevo ciclo, se abre una ventana de oportunidades, el inicio de un nuevo año es alentador. Confío en que vendrán tiempos mejores y que se podrán sortear con suficiencia los retos que se presenten con el paso de los meses.

En el Instituto Federal de Telecomunicaciones hemos trabajado desde hace tiempo para hacer frente a los nuevos desafíos que se presentan en los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, para contribuir -en medio de la abrupta transformación digital propiciada por la pandemia de covid-19 que ahora mismo reciente una cuarta ola- a que los usuarios tengan conexiones disponibles, servicios innovadores y de calidad, y comunicaciones confiables y seguras. 

Las telecomunicaciones y las Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC) son y seguirán siendo herramientas nodales para continuar con la Transformación Digital del país y atajar los enormes retos que se vislumbran para el 2022 como: la salud, la educación, la reactivación económica, la generación de empleo, y la reducción de la desigualdad.

Por ello, el IFT elaboró un plan Estratégico que culminará en 2025, denominado “Hoja de Ruta”, en el cual definimos objetivos y líneas de acción para lograr mayor conectividad, apropiación y competencia ante el nuevo entorno digital y la “nueva normalidad”. 

Además, nos hemos enfocado en establecer mecanismos de colaboración con autoridades e instituciones para atender las necesidades de los usuarios. 

Recientemente, el IFT suscribió convenios con el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos (INAI) y la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (CONDUSEF), por mencionar algunos, para generar una cultura de la ciberseguridad y confianza digital.

Sin dejar de lado la importancia de alcanzar mayor cobertura de servicios, proteger la integridad y el patrimonio de los más de 84 millones de mexicanos que utilizan internet es, sin duda, otro de los principales retos de este 2022, y requiere ser atendido de manera multidisciplinaria no sólo por autoridades competentes en la materia, sino por empresas, academia y desde luego la sociedad civil. 

En el Instituto también estamos conscientes de que se deben redoblar esfuerzos para seguir generando condiciones de competencia, continuar con medidas asimétricas a los Agentes Económicos Preponderantes y adecuar la regulación ante el nuevo entorno digital para establecer piso parejo, alentar la entrada de nuevos competidores y sobre todo generar condiciones para que los mexicanos reciban servicios de calidad a menor costo. 

Sin embargo, no podemos dejar de lado que entre los principales desafíos el IFT deberá sortear dos que requieren de la acción de los Poderes Legislativo y Ejecutivo.

El primero tiene que ver con incentivar la participación de más competidores en las licitaciones de espectro radioeléctrico que se tienen previstas para este 2022, entre ellas, para la prestación de servicios móviles de quinta generación (5G). Para nadie es un secreto que bloques de frecuencias han quedado desiertos en pasadas licitaciones y que empresas renunciaron al espectro que tenían concesionado debido, en gran medida, a los altos costos que deben pagar por el uso y aprovechamiento de este recurso.

Sería lamentable que continuara esta tendencia, no sólo porque se queda sin utilizar el espectro, sino porque se pierde la oportunidad de llevar más y mejores servicios de telefonía, internet, banda ancha, radio o televisión a más mexicanos.

Otro reto en el corto plazo es la conformación del Pleno del Instituto Federal de Telecomunicaciones. La Constitución mandata que debe estar integrado por siete Comisionados, actualmente hay dos vacantes y el próximo 28 de febrero concluirá el periodo del Comisionado Adolfo Cuevas. Por lo que es importante que el Ejecutivo envíe al Senado las propuestas para ocupar esas tres posiciones. También es relevante que la Cámara Alta dé certeza y nombre al presidente o presidenta de nuestro órgano colegiado.

No quisiera sonar pesimista, menos en el comienzo de este nuevo año, pero este asunto no es menor, ya que por ley establece que se requieren de la votación de al menos cinco Comisionados para la toma de diversas decisiones y resoluciones importantes especialmente en materia de competencia económica.  

En un escenario tan complejo como el que vivimos, con una pandemia que no cede, un inestable entorno económico y una acelerada transformación digital de los servicios de telecomunicaciones y radiodifusión, organismos autónomos como el IFT pueden contribuir, como ya lo hizo en el pasado, a generar condiciones que permitan el teletrabajo, la educación a distancia, y la difusión de información ágil y oportuna a la ciudadanía, así como mejorar las condiciones de competencia en el entorno digital e incentivar las inversiones nacionales y extranjeras que tanto bien harían al país. 

Para ello, se requiere voluntad, altura de miras y cooperación para fortalecer, y de ser necesario mejorar las instituciones que han dado resultados y que han contribuido, desde su trinchera, con las atribuciones que cuentan a beneficiar a la población y fortalecer al Estado mexicano. 

El Instituto Federal de Telecomunicaciones seguirá trabajando y no escatimará en esfuerzos para enfrentar los desafíos que se presenten.

Que este 2022 sea el inicio de una etapa de buenaventura para todos.