Tener cáncer en México es sinónimo de muerte en un gobierno tan insensible como el de Andrés Manuel López Obrador para quien los enfermos con ese mal no cuentan, no existen y menos interesan.
En este país cada año 191 mil personas son detectadas con este mal y de ellos 84 mil mueren, entre ellos muchos niños que debieran tener un futuro promisorio.
A AMLO le ha valido todo y ha optado por acabar con laboratorios tras advertir que hay mucha corrupción en el abasto de medicamentos y por eso optó por suspender los suministros en tanto duran las investigaciones.
De nada sirve su perorata respecto a que en su administración primero son los pobres, las mujeres y los niños cuando los tiene en literal abandono.
En vez de realizar una reingeniería encaminada a atender a los enfermos, López Obrador prefirió echar andar los dos megaproyectos que se construyen en el sureste del país, el Tren Maya y la Nueva Refinería Dos Bocas, que en conjunto demandarán una inversión del orden de los 8 mil millones de dólares del presupuesto planteado en el Paquete Económico 2022.
Según datos oficiales, del monto que recibirán los proyectos equivale a un 66.6% de la asignación de los Derechos Especiales de Giro (DEG), 12 mil millones de dólares, que el FMI entregó al país gobernado por AMLO.
Mientras eso ocurre, los enfermos de cáncer deben esperar a que haya recursos para sus quimioterapias. Esto llanamente es un crimen de lesa humanidad que López Obrador está perpetrando.
El cáncer que es la tercera causa de mortalidad en México y la segunda en América Latina está llevándose a gran parte de la niñez y la juventud, pero López Obrador no quiere ver el tema bajo el argumento de que tiene otros datos.
A partir del año 2000 aumentó 20 por ciento el número de fallecidos por causa de este flagelo.
El Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI) documentó que entre 2010 y 2018 las defunciones relacionadas con el cáncer, o tumores malignos, han pasado de 70 mil 240 a 85 mil 754.
Datos del organismo no gubernamental “Juntos contra el cáncer” entre 30 y 50 por ciento de los cánceres se pueden evitar. Para ello es necesario reducir los factores de riesgo y aplicar estrategias preventivas con base científica sobre lo cual no ha tomado ninguna decisión la actual administración.
Al índice de masa corporal elevado, ingesta reducida de frutas y verduras, falta de actividad física, consumo de tabaco y consumo de alcohol se le atribuye un tercio de los fallecidos en México.
Tan solo el tabaquismo provoca 22 por ciento de las muertes por cáncer. Las infecciones oncogénicas, entre ellas las causadas por virus de las hepatitis o el papiloma, ocasionan 25% de los casos de cáncer en los países de ingresos medios y bajos.
La prevención y detección temprana son esenciales para disminuir las cifras de mortalidad por cáncer, ya que se registra 14% de las defunciones por esta enfermedad, de acuerdo con datos del Instituto Nacional de Cancerología (INCAN). Se estima que un 30 por ciento de casos son prevenibles y un porcentaje similar se puede diagnosticar oportunamente, lo que generaría un 60% de probabilidad de curación.
Frente a ello es urgente emprender acciones ya que el cáncer, durante su etapa inicial, no duele. Cuando se registran los síntomas es porque ya está avanzado ya que comprime los nervios y ocasiona dolor u obstrucción, dependiendo de dónde crezca el tumor.
Datos de la Secretaría de Salud establecen que el cáncer más frecuente en México es el de mama, con 27,500 casos por año; seguido del de próstata con 25,000; colon, 15,000; tiroides 12,000; cervicouterino, 7,870 y de pulmón con 7,810.
El cáncer de mama ocasiona 7,000 defunciones al año, el de próstata 6,900; colon, 7,000; tiroides, 900; cervicouterino, 4,000, y pulmón, 6,700.
El organismo no gubernamental “Juntos contra el cáncer” indica que cada año se estiman 148 mil nuevos casos de cáncer (65.5 mil en hombres y 82.4 mil en mujeres).
En la actualidad las problemáticas en salud pública contra la incidencia del cáncer son: Desarticulación del primer nivel de atención (diagnóstico tardío); pocos medicamentos de última generación; segmentación del sistema de salud.
Diversos estudios anotan que un factor que limita la detección y tratamiento del cáncer es la dificultad en el acceso a los servicios de salud y la tecnología disponible para la detección y tratamiento oportuno.
Los pacientes se enfrentan a un problema tan grave como la enfermedad y que tiene que ver con el retraso de la atención del cáncer, tales como la falta de infraestructura hospitalaria cercana a sus comunidades, limitado acceso a tratamientos o bien, falta especialistas que operen el equipo técnico, entre otros.
Pero el presidente insiste en que tiene otros datos, lo que revela que el principal cáncer de México es López Obrador quien perdió todo sentido de humanidad y capacidad de asombro.
En tanto eso ocurre miles de personas seguirán muriendo por la insensibilidad de quien aún sigue gobernando este noble país.