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Amenazas invisibles

La cifra de casos infecciosos por el ébola ha venido al alza durante los últimos días, lo que hace que la situación sea cada vez más alarmante.

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Escrito en OPINIÓN el

Hace algunos meses, narré en este espacio la experiencia que tuve al asistir a una conferencia en la sede de la Organización Panamericana de la Salud. La conocida como “PAHO” por sus siglas en inglés (“Pan American Health Organization”) es la rama continental de la Organización Mundial de la Salud, encargada de velar porque el continente americano se encuentre debidamente protegido contra las amenazas sanitarias que abundan por allí. Pues bien, en la calle 23, muy cerca del edificio central del Departamento de Estado y del “National Mall”, se sitúa el edificio de PAHO (con una arquitectura particular) del cual cuelga una inmensa lona que advierte sobre las “amenazas invisibles”; y se refiere específicamente a las picaduras de los mosquitos que pueden transmitir enfermedades graves. La que más está acechando a la región, de acuerdo con la inmensa manta desplegada es la conocida como “Chikungunya”, misma que se transmite por vectores (mosquitos) y cuyos brotes han empezado a pulular.

 

Aunque no parezca, este tipo de enfermedades extrañas como Chikungunya, Ébola o Malaria todavía siguen presentes en el mundo. Su erradicación no es absoluta y, aunque se encuentran relativamente bajo control, la realidad es que mientras existan condiciones poco salubres en los cuales las personas no tengan la oportunidad de cuidar su bienestar, estos males seguirán surgiendo. De acuerdo a los médicos con los que he tenido la oportunidad de platicar en Washington, todos los días surgen brotes de distintas enfermedades a lo largo y ancho del continente; como ya se mencionó antes, malaria por ejemplo, pero también sarampión y varicela, o bien, algunos otros focos de infección. La labor de la PAHO es contener el brote y recomendar a los ministerios de salud las medidas (tanto médicas como de política pública eficiente) para que el brote no se extienda o para contener la infección.

 

En ese sentido, además de la enfermedad mencionada –Chikungunya– existen otras que también son motivo de preocupación para los organismos internacionales encargados de vigilar la salud de los ciudadanos. Un ejemplo de ello es el Ébola. En el caso de esta perniciosa enfermedad, el brote más reciente se ha registrado en los países de África Occidental: Liberia y Sierra Leona, así como Guinea y Nigeria. Entre el 24 y 27 de julio de 2014, más de 122 casos se han registrado en estas naciones, elevando así los niveles de las alarmas internacionales en este tema. En ese sentido, durante la siguiente semana se llevará a cabo una “Cumbre Africana” en la ciudad de Washington, en la que se habrán de discutir diversos tópicos de la región, pero los mandatarios de las naciones en comento es probable que decidan no viajar a la capital estadunidense para atender el problema.

 

Huelga decir que el surgimiento reciente de los casos de  Ébola será uno de los temas centrales a tratar durante este encuentro multilateral. Lo malo de este asunto es que la cifra de casos infecciosos por este virus ha venido al alza durante los últimos días, lo que hace que la situación sea cada vez más alarmante.

 

Como ya lo he mencionado antes, del 4 al 6 de agosto la “Cumbre Africana” se realizará en Washington, y la Casa Blanca ha hecho todos los preparativos para ello. El tema de la cumbre de este año 2014 será “Invirtiendo en la Nueva Generación”, lo cual, a la luz de los acontecimientos sucedidos en la parte occidental africana, hace que tenga aún mayor relevancia. La cumbre abordará diversos módulos, desde el tema empresarial y comercial, salud, igualdad de género, cambio climático, etcétera. Los resultados de la misma seguramente tendrán un impacto en la región, misma que cada vez demanda mayor atención, y cuyas nuevas generaciones están en riesgo por no tener las condiciones mínimas de bienestar, empezando por el tema de salubridad mismo. 

 

Así también creo que resultaría importante pensar, a la luz del caso africano, en nuestra situación propia. En México existen otros factores de riesgo que podrían acentuar las condiciones de insalubridad para muchos mexicanos. No solamente las condiciones de pobreza alimentaria y patrimonial y de falta de acceso a mejores servicios; también las circunstancias políticas y de inseguridad podrían amenazar el bienestar de las personas en general. Luego entonces la responsabilidad es cada vez más grande. La experiencia del caso africano debe servir para tener en mente siempre la preeminencia de la salud nacional y continental, y saber actuar a tiempo. Vamos a ver los resultados de la Cumbre Africana y sigamos tomando buenas ideas para nuestro propio caso.

 

@fedeling