Main logo

Alianza ciudadana

El partido que quiera ganar las elecciones o el frente amplio necesita hacer una alianza con la sociedad organizada.

Por
Escrito en OPINIÓN el

Conforme se acerca el inicio del proceso electoral se ha intensificado el debate sobre el frente amplio y, a propósito, se ha especulado sobre las distintas posibilidades, incluso la dificultad para concretarlo ante la polarización de las fuerzas políticas y el propio interés del gobierno y de su partido en impedirlo.

El análisis cuantitativo del comportamiento de las coaliciones en las últimas elecciones no deja duda de la conveniencia de concretar una de estas formas de participación, tanto para derrotar al PRI y sus aliados como para frenar al populismo; incluso hace evidente la concentración de la fuerza electoral que supone el mencionado frente. Sin embargo, también se ha dicho que no basta una alianza puramente electoral ante el desgaste de los partidos y el malestar de la sociedad por la falta de compromiso de los políticos con las causas más sentidas de la comunidad, los escándalos de corrupción y la impunidad asociada al ejercicio del poder.

Los primeros obstáculos a las alianzas surgen al interior de las fuerzas políticas por los intereses creados de algunos de sus miembros y por la resistencia de otros que esgrimen argumentos ideológicos. En ambos casos el gobierno se apura a atizar las diferencias y su partido se apresta a señalar que es imposible juntar el agua y el aceite. 

En algunos sectores del PRI se levanta la bandera de la gobernabilidad con tal de sugerir los gobiernos de coalición y no las alianzas como la alternativa para resolver la crisis de representatividad y de eficacia de los gobiernos divididos; argumentan que los gobiernos con mayor respaldo que el que actualmente se obtiene en las elecciones – por debajo de los treinta puntos porcentuales y donde la oferta electoral atomiza el voto y una baja participación los debilita – serían más fuertes para concretar las propuestas que realizan durante las campañas.

Como puede apreciarse, si el tema se analiza desde el statu quo hay más razones para no concretar la propuesta, independientemente del entusiasmo o interés de algunos de sus promotores. Visto desde una perspectiva más amplia, incluyendo las clientelas electorales de algunos partidos, se escuchan voces en ambos sentidos, lo que deja ver lo polémico del tema y la falta de confianza que aún existe en la iniciativa. Pese a lo anterior, las dirigencias del PAN y del PRD siguen alentando la propuesta, conscientes de que ir a la elección sin otra forma de participación y sin una visión de más largo plazo pone en duda el resultado electoral y la posibilidad de contar con una mayoría en el Congreso a fin de impulsar el cambio gobierno y del sistema político que demanda el país.

Recientemente se han publicado algunos sondeos de opinión a población abierta que reflejan una opinión dividida sobre las alianzas. Sin embargo, hay un tema que no se ha explorado lo suficiente, a saber,

la viabilidad de un movimiento social amplio impulsado por organizaciones de la sociedad civil y miles de ciudadanos independientes quienes, a través de un partido o de un frente amplio, se conviertan en la verdadera alternativa del cambio".

Un movimiento de abajo hacia arriba, pacífico y democrático, que se comprometa con una agenda de transformaciones y que influya en uno o más partidos políticos para conformar una alianza ciudadana con tal fuerza y base social que no sólo cimbre las estructuras vigentes, sino que sea capaz de animar los cambios de fondo que se necesitan, más allá del resultado electoral.

En cualquier caso, parece claro que el partido que quiera ganar las próximas elecciones o el frente amplio que quiera transformar las estructuras políticas del país, necesita hacer una alianza con la sociedad organizada, es decir, contar con el respaldo de miles de organizaciones que en cada entidad y en el país han abanderado las causas más sentidas y las demandas más serias contra la corrupción, la impunidad, la desigualdad social y la falta de oportunidades.

Bajo estas condiciones, todo indica que un partido como Acción Nacional, que hoy goza la mayor preferencia en las encuestas y que ha demostrado cercanía con la sociedad, estaría mejor capacitado para concretar esta alianza ciudadana y para encabezar el llamado frente amplio; lo anterior, siempre y cuando logre superar la conflictividad interna que hoy se vive por la disputa de la candidatura presidencial y si confirma su condición de ser un partido al servicio de los ciudadanos y de las mejores causas sociales que le ha caracterizado desde su fundación. 

@MarcoAdame