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Algunos elementos para reflexionar en 2018

Depende de nosotros que las elecciones y la política en general dejen de ser asunto solo de los políticos | Agustín Castilla

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Escrito en OPINIÓN el

De acuerdo a prácticamente todos los análisis que se han publicado, el panorama para este año dista mucho de ser alentador e incluso se prevé aún más difícil que el anterior –que de por si fue sumamente complicado–; y no es mucho lo que podemos esperar de partidos y candidatos que se disputarán más de 3,400 cargos de elección popular entre los que se encuentran la presidencia de la república y nueve gubernaturas.

¿Lo mejor está por venir?


En estas semanas de supuestos procesos internos con aspirantes únicos, hemos podido tener un anticipo de la tónica que probablemente habrá de prevalecer durante las campañas. Un bombardeo indiscriminado de spots en los que pretenden mostrarnos una imagen casi idílica de los candidatos, declaraciones plagadas de lugares comunes, ocurrencias y promesas a la ligera. Vemos al candidato oficial tratando de convencernos de que vamos bien pero lo mejor está por venir, en tanto que, como es natural, los de oposición reprueban la gestión del PRI y presentan un escenario poco menos que catastrófico.

Todos se descalifican y, cuando menos hasta el momento, ninguno ha intentado siquiera abrir una discusión seria sobre los grandes temas nacionales. La experiencia nos dice que los ideólogos de los partidos y los especialistas serán relegados por los “estrategas” de campaña que todo lo centran en la propaganda –positiva y negativa– apelando a las emociones, por lo que no es difícil que en los siguientes meses atestigüemos una contienda muy agresiva en la que las campañas negras y las posverdades se impongan al contraste de ideas y proyectos. Si acaso la determinación del INE para incrementar el número de debates con un formato más ágil podrá darnos un pequeño respiro y elevar un poco el nivel.

Por su parte, las acciones del gobierno seguramente tendrán una lógica eminentemente electoral al igual que los criterios para la canalización de recursos públicos –como sucedió en el Estado de México–, y seguirá enfocado en tratar de generar una percepción positiva a través del exorbitante gasto en publicidad gubernamental que, por cierto, además de ofensivo ante la situación del país, ha resultado una pésima apuesta, como lo indican los altos niveles de desaprobación.

El voto: la mejor arma


Tal parece que una vez más los actores políticos se centrarán en ellos mismos, olvidándose de la ciudadanía y sus preocupaciones. Sin embargo, depende de nosotros que las elecciones y la política en general dejen de ser asunto solo de los políticos. En una democracia, el mayor ejercicio de rendición de cuentas deben constituirlo precisamente las elecciones, siendo el voto la mejor arma con que cuenta el ciudadano para premiar o sancionar el desempeño de un partido o candidato en la función pública.

En este sentido, e independientemente de afinidades partidistas o simpatías y fobias personales, me parece que el primer paso para formarse un juicio propio y estar en posibilidades de emitir un voto razonado, consiste en analizar los resultados de la gestión gubernamental a partir de datos objetivos. Por citar tan solo un ejemplo, uno de los principales compromisos del Presidente Peña Nieto, hace seis años, era terminar con la violencia y los niveles de inseguridad bajo el lema de que “ellos si sabían cómo hacerlo”.

Hoy los números hablan por sí mismos. A 11 meses de que concluya la actual administración, se han registrado más de 114 mil homicidios dolosos, siendo 2017 el año con mayor violencia de que se tenga registro. Además, México ocupa uno de los primeros lugares a nivel mundial en el número de desaparecidos con 33 mil –siendo que no es un país en conflicto–, y en 2016 se ubicó únicamente por debajo de Siria. Otro delito de alto impacto que observa un incremento importante es el secuestro, que ya rebasó los 6,235 casos en este gobierno. Y así nos debemos seguir en cada uno de los rubros (inflación, pobreza, desempleo, corrupción, educación, salud, etc.) como también a nivel estatal y municipal.

Es momento de que la ciudadanía se apropie de la política, y nuestra participación en este proceso electoral será determinante si queremos darle un mejor rumbo a nuestro país. 

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@agus_castilla @OpinionLSR | @lasillarota