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Algunas verdades sobre la energía en México

El que defiende el petróleo, el que defiende los monopolios estatales y el que defiende la “Expropiación Petrolera” debería pensar bien qué es exactamente lo que está defendiendo y sobre todo para qué.

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Escrito en OPINIÓN el

Desde hace ya más de un año el tema energético ha sido un generador de opinión pública. Desde las voces más radicales y hasta las más conciliadores hemos escuchado posiciones políticas y propuestas específicas sobre los energéticos de México pero creo que es importante conocer algunos puntos antes de generar un criterio específico:

 

  • No se puede entrar a ninguna discusión seriamente con posiciones dogmáticas y las posiciones nacionalistas exacerbadas son tanto o más dogmáticas que las religiosas.
  • El petróleo mexicano hoy genera bienes públicos pero no representa prácticamente nada tangible para los ciudadanos. En realidad los grandes beneficiados son los que no pagan impuestos ya que no ha sido necesario aumentar el padrón de contribuyentes de modo serio desde la Expropiación Petrolera.
  • Expropiación es la transferencia de una propiedad privada al Estado y no es algo que ni siquiera puede considerarse bueno o deseable, pero los mexicanos vemos con tal “religiosidad” este asunto que la escribimos con mayúscula. 
  • De todo lo que se ha votado y aprobado en el Senado dejaron fuera la Ley de Transición Energética que era la única que veía por energías limpias.
  • La gasolina no va a bajar de precio y seguirá subiendo de precio paulatinamente.
  • México exporta petróleo crudo no combustibles.
  • México no es autosuficiente en materia de gasolinas. Alrededor de la mitad de las gasolinas que se consumen en nuestro país son importadas.
  • El argumento de la “soberanía energética” es totalmente absurdo por lo mismo del punto anterior.
  • PEMEX es un monopolio. Será un monopolio gubernamental pero es un monopolio igual de pernicioso que cualquier otro ya que no permite competencia, controla los precios del mercado y se pueda dar el lujo de dar un mal servicio.
  • La electricidad también es un monopolio en México y aunque CFE se ha esmerado en mejorar como empresa no existe monopolio benéfico para los consumidores.
  • La mayor parte de la electricidad de nuestro país se genera quemando combustóleo. En otras palabras: nuestras fuentes eléctricas también son petroleras.
  • No se van a expropiar las tierras con petróleo. Los propietarios de las tierras donde se encuentre petróleo tendrán la oportunidad de participar en el negocio, además recibirán un porcentaje de las ganancias mediante  acuerdos de ocupación temporal.
  • La reforma propuesta y ya votada en el Senado es muy buena porque va a acabar con monopolios, va a bajar los precios de la electricidad y del gas, va a atraer inversión y va a generar empleos.

 

Los energéticos y en especial el petróleo son temas que en México se han vuelto tabúes que sólo han provocado la inmovilidad de los sectores afines. El cambio es necesario, tal vez pueda ser perfectible pero en definitiva es un cambio bueno que beneficiará a México como país y a muchos mexicanos en lo individual.

 

El mayor problema de esta y de cualquier reforma en un país como el nuestro es el reto de instrumentarla evitando la corrupción entre lo público y lo privado pero si algo hemos aprendido los mexicanos es que sólo hay una corrupción mayor que la que deviene de los enlaces público/privados y es en la que sólo se involucra lo público.

 

El que defiende el petróleo, el que defiende los monopolios estatales y el que defiende la “Expropiación Petrolera” debería pensar bien qué es exactamente lo que está defendiendo y sobre todo para qué.

 

@JulioCastilloL