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Ahora sí, el Mando Único

El Mando Único es una exigencia impostergable.

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Escrito en OPINIÓN el

De manera inusual, el pasado lunes, la Conferencia Nacional de Gobernadores (Conago), y el Senado de la Republica, acordaron darle “un empujón definitivo” al llamado Mando Único policiaco, que consiste en que en el país existan tantos cuerpos policiacos como entidades federativas.

 

El tema es viejo, lo empujó desde 2010 el ex presidente Calderón, pero en ese momento no pocos gobernadores priístas presentaron todo tipo de obstáculos para que el panista que despachaba en Los Pinos no se llevara “la medallita”.

 

El llamado Mando Único no es otra cosa que la concentración de recursos presupuestales, recursos materiales, humanos y estratégicos en una sola Policía Estatal que atienda la vigilancia y la seguridad de todos los municipios de un estado.

 

En otras palabras, lo que se busca es acabar con la simulación de la policía municipal en más del 80% de las alcaldías y garantizar una mayor eficacia.

 

Y es que las alcaldías son lo más delgado de la cuerda de la crisis de seguridad y violencia en México.

 

Como se sabe, el crimen organizado y el narcotráfico vulneran a los gobiernos municipales precisamente en su policía. Es decir, que presiona a los alcaldes o financian sus candidaturas a cambio de quedarse con el control de la Secretaría de Seguridad Pública municipal o de la policía.

 

De esa manera los criminales se convierten en dueños de la policía y ponen la seguridad de la población a su servicio. Con el Mando Único se pretende romper con este circulo vicioso y garantizar que el estado tendrá el control policiaco.

 

Y si bien el tema del Mando Único es una iniciativa que retomó el presidente Enrique Peña Nieto, también es cierto que hasta hoy nadie se había atrevido a dar el último paso para proponer de manera formal que se modifique la Constitución y que esa figura se incluya en la Carta Magna.

 

Hoy preside la Conago el mexiquense Eruviel Ávila y, como en pocas ocasiones, el Mando Único es una exigencia impostergable. Y no es casual que en lo que parece “el empujón definitivo” en el Mando Único policiaco hayan coincidido el interés presidencial, la eficiente operación del gobernador mexiquense y el compromiso de casi todos los partidos representados en el Senado de la República.

 

Y es que más allá de filias y fobias partidistas todos parecen convencidos de que el Mando Único es la menos mala de las soluciones a la inseguridad y la violencia en todo el país.

 

Sin embargo, también es cierto que por primera vez se ha producido un consenso -entre gobiernos y partidos-, en el sentido de que el llamado Mando Único, no se puede instaurar a “rajatabla” de la misma forma en todos los gobiernos y todas las regiones del país.

 

Dicho de otro modo; ya se iniciaron pláticas para que el Mando Único sea diseñado de manera específica en cada una de las entidades del país, según sus niveles de violencia.

 

Y lo más probable es que, ahora sí, el Mando Único se haga una realidad.

 

Al tiempo.

 

@RicardoAlemanMx