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Agua pasa por mi casa...

Ya ni para un guacamole nos alcanza.

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Escrito en OPINIÓN el

Previo a uno de los procesos electorales más importantes del país, este 4 de junio, nos dicen que el país va mejorando (ja). ¡Qué gusto leer las noticias del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) de que el Producto Interno Bruto (PIB) creció un 2.8%! (ja).

¡Ahora si nos va ir bien de seguro! (ja).  INEGI también nos alegra al señalar que el nivel de desempleo disminuyó en 3.5%, el nivel más bajo en 11 años.(¡ahh!)

Sin embargo, los empresarios agrupados en la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) no piensan lo mismo. Ellos acaban de pronunciarse, aunque usted no lo crea, para que se incremente el salario mínimo que actualmente alcanza los $80.04 pesos diarios a $92.70 diarios, 12.64 pesos diarios más.  La propuesta la hacen por la baja en sus ventas y los salarios de hambre de sus trabajadores que no alcanzan para la compra de sus productos.

Los empresarios reconocen que el aumento otorgado en enero pasado ya se encuentra rebasado:

-la inflación y la depreciación del peso han minimizado los impactos de ese incremento.

Tampoco la gente de a pie y los millones que sin remedio usan el transporte público y otros más o menos privilegiados subidos en su automóvil, piensan que este país va viento en popa, como los funcionarios de cuello blanco lo presumen.

No se puede ocultar el sol con un dedo; el incremento desmesurado en los precios de las gasolinas al inicio de este año ha disparado otros incrementos en los productos de primera necesidad. Pero INEGI, esa que dicen “oficina independiente del gobierno”, señala que no se han desbordado los precios de los productos básicos. Me pregunto ¿en qué lugar del país hacen sus análisis tan optimistas? ¿en el desierto? ¿en los cuentos de ficción?

Esos, los de INEGI, que pisen la realidad y dejen de hacer cifras a la conveniencia electoral para inflar un gobierno en picada y desprestigiado ante la mayor parte de la sociedad.

El aguacate, uno de los artículos más preciados en la mesa de los mexicanos llamado el “oro verde” alcanzó los $75 pesos el kilogramo en la ciudad de Tijuana y en otros lugares del país se ha vuelto un objeto de deseo inalcanzable. Ya ni para un guacamole nos alcanza.

Queda lejos esa adivinanza disparada entre los niños que imaginaban un mundo mágico:

            -agua pasa por mi casa, cate de mi corazón…

-Adivina, adivina que es…

Ahora en los mercados públicos se escuchan lamentos y se añoran esos tiempos lejanos y se cambia la frase:

            -agua tan lejos de mi casa, cate me duele el corazón

La inútil Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco) informa que el oro verde se vendió en otros lugares en $69.91 pesos el kilogramo y que una bolsa de dos kilogramos de azúcar llegó a costar $42.99 pesos.

Yo me pregunto: ¿Profeco para que existes si no contienes los incrementos en los artículos  de primera necesidad?  Eres solo trampolín de políticos oportunistas que pasan por ahí para buscar un mejor hueso.

De acuerdo a esa Profeco, en la Central de Abastos de la Ciudad de México, el aguacate llegó a alcanzar los $55.00, el azúcar, limón y cebolla se vendió en $34, $15 y $8 pesos respectivamente.  Pero estos y otros productos tienen una variación mayor que el precio del dólar, son artículos que viven en las nubes y los salarios en los sótanos más oscuros y fríos. 

Las personas que llegan a los mercados, andan con el Jesús en la boca, porque cada semana sube un producto diferente. Nada alcanza para comer lo suficiente ¿y el gobierno? ¿y su partido? Bien gracias, apurados en proveer masivamente tarjetas de débito o inventar el salario rosa para la compra de votos en los Estados donde compiten, aprovechando la miseria de los mexicanos.

INEGI, esa pomposa y desprestigiada oficina gubernamental, reconoce que el 10.2% de los trabajadores gana menos de un salario mínimo. Menos de 2 mil 401 pesos mensuales. ¿Quién puede vivir con esta miserable cantidad?

Que el 24.3% gana entre uno o dos salarios mínimos, de 2 mil 401 pesos hasta 4 mil 802 pesos al mes.

Que el 27.6% gana entre dos y tres salarios mínimos, 4 mil 802 pesos hasta $7 mil 203 mensuales.

Que el 17.4% percibe entre tres y cinco salarios mínimos, entre $7 mil 203 pesos hasta 12 mil pesos mensuales

Tan solo el 7.4% de los trabajadores gana más de 5 salarios mínimos, más de$12 mil pesos mensuales, que tampoco alcanzan para sobrevivir en esta crisis.

Salarios de la vergüenza eso es lo que perciben los mexicanos, pero también gobiernos confabulados con mafias que siguen llevando a nuestro país a la bancarrota y a la miseria generalizada. Pero ya basta. @Manuel_FuentesM ?