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Agandalle expropiatorio

Quien enrarece el clima de legalidad en Tijuana es, ni más ni menos, el expriista secretario general de Gobierno de Baja California, Amador Rodríguez. | Lourdes Mendoza

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Escrito en OPINIÓN el

Quien enrarece el clima de legalidad en Tijuana es, ni más ni menos, el expriista secretario general de Gobierno de Baja California, Amador Rodríguez Lozano –millonario zar inmobiliario en la entidad–, quien en un acto descarado y abierto, sin consideración a los amparos emitidos por la autoridad judicial, prácticamente ha anunciado la invasión del Club Campestre de Tijuana para el 4 de mayo. Ha dicho públicamente que no han tenido éxito las demandas interpuestas en contra del procedimiento de expropiación del club, y asumiendo una posición de alto dignatario del Poder Judicial, ya fijó su Día D, sin reparar que en estas litis sólo cuentan los días hábiles, no los naturales, por lo que el plazo vence hasta el 7 de mayo. El bufón, ¡ay no, perdón!, el gobernador Jaime Bonilla sólo quiere sembrar dudas. Ay, don Amador, pareciera que siempre se acuesta del lado equivocado.

Taja no se raja

Al grito de rescatar Acapulco “de la incompetencia y la corrupción”, el fin de semana pasado, en la histórica colonia Renacimiento, la Rena, por sus contrastes, anduvo de manteles largos por el arranque de campaña de Ricardo Taja, candidato del PRI y del PRD a la presidencia municipal de Acapulco.

A diferencia de Morena, que puso como candidato a un presunto violador como Félix Salgado y que, si el Tribunal Electoral lo baja, dicen, pondrá a su hija como una Juanita, Taja, acompañado de Mario Moreno, candidato a la gubernatura por la coalición Va por Guerrero, mandó señales de un liderazgo de unidad.

Y déjenme decirles que “Taja, que no sólo no se raja, sino que trabaja”, puso sobre la mesa propuestas que a más de uno echó para atrás, pues dijo: ¡borrón y cuenta nueva en el agua potable y el impuesto predial! Así como lo están leyendo. Además, aseguró “que lo más importante para él es la familia”, por lo que enfatizó en defender a las familias de Acapulco como si fuera la suya.

Entre sus promesas de campaña presentó una serie de programas de prevención de la violencia, recuperación de espacios públicos y mejora de los servicios públicos. Se comprometió con los jóvenes mediante el deporte para evitar que caigan en el crimen organizado y, ya entrado en la emoción y buscando mover los sentimientos, entre banderas del PRI, PRD y de la comunidad LGBT+, dijo: “Acapulco será nuevamente la sede para las pretemporadas de los equipos de futbol”.

Para cerrar, se aventó con todo: “Acapulco está peor que en cualquier momento de su historia; es más inseguro, está más oscuro, tiene menos agua y tiene mucha basura en todas las calles, ha disminuido dramáticamente el dinero en nuestros bolsillos”, y siendo honesta, lo que se ve no se juzga, tal cual lo tiene la alcaldesa morenista, a quien no le molesta que su partido hubiera propuesto de candidato a gobernador a un presunto violador y busca la reelección. ¿Se la imaginan hablando de la seguridad para las mujeres?

En el evento estuvo presente la plana mayor. Los senadores Miguel Ángel Osorio Chong, Manuel Añorve y Miguel Ángel Mancera; los dirigentes estatales del PRI y PRD, Héctor Apreza y Alberto Catalán; el exgobernador Ángel Aguirre (no sé si eso sea bueno o malo); los exaspirantes a la gubernatura y alcaldía por el PRD, Evodio Velásquez y Víctor Aguirre, y los candidatos a diputados federales Sheila Soto y Jaime Colón. Léase, no faltó nadie.

Atole con el dedo

Qué les cuento, que la SCJN no necesita una acción de inconstitucionalidad para echar abajo la ley Zaldívar por dos razones. La primera.- Si don Arturo, al llegar la acción de inconstitucionalidad, se excusa porque lo beneficia, sería la aceptación de que dicha ley es privativa y ninguna ley en nuestro país puede ser privativa; léase, que sólo beneficie a una persona.

Segunda.- Porque esta ley y su transitorio afecta la autonomía de la Corte, pues es facultad exclusiva del pleno de la SCJN elegir a su presidente, no del Poder Legislativo.

Es más, justo por esto es que la Ley de Remuneraciones se archivó y no se aplicó, pues la Corte es autónoma para saber qué hacer y cómo aplicar su presupuesto.

No es una idea nueva

Déjenme recordarles que el hoy ministro de la SCJN Juan Luis González Alcántara, cuando fue presidente del Tribunal de la ciudad, en la época de AMLO, jefe de Gobierno por el 2004 –agárrense–, también recibió una propuesta para ampliarle su gestión, ¿y qué creen?, ¡que la rechazó, sin acción de inconstitucionalidad de por medio! Entonces, ¿qué hará ahora?, ¿cómo votará?

Yazmín Esquivel, la esposa de Riobóo, el genio de la célebre frase “los aviones no chocan, se repelen”, y Margarita Ríos Farjat son de Ya Saben Quien, y si el piloto de pruebas Zaldívar se excusa, serían 10 ministros, por lo que sólo necesitarían tres votos. Así pues, el voto decisivo sería de González Alcántara, un hombre, me dicen, limpio y probo.

La columna de Lourdes Mendoza Peñaloza se publicó originalmente en El Financiero, reproducida aquí con autorización de la autora.

*Lourdes Mendoza Peñaloza es una periodista mexicana especializada en finanzas, política y sociales, con más de 20 años de experiencia en medios electrónicos, impresos, radio y televisión.