La idea: Se le presta más atención al problema de acoso sexual en el lugar de trabajo que a otro tipo de agresiones. Sin embargo, existe otra práctica igual de insidiosa que afecta las relaciones interpersonales y la productividad: el acoso laboral. Ocurre más frecuentemente de lo que pensamos, resulta muy desgastante para la víctima y distrae al victimizador de ocuparse de los aspectos importantes de su trabajo.
Es probable que ustedes hayan sufrido acoso laboral en el trabajo o lo sufrirán en su vida laboral. Y no me refiero a casos donde existe un jefe autoritario, exigente y neurótico. Aunque es un mal estilo de dirección, a algunos les da resultados.
Acoso laboral
El acoso laboral se produce cuando las conductas de jefes o compañeros de trabajo se vuelven tan hostiles y de forma tan sistemática hacia una persona, que le ocasiona afectaciones psicológicas e imposibilidad para realizar su trabajo.
También puede ocasionar daño económico para el acosado o ponerlo en conflicto grave cuando se le obliga a realizar acciones que atentan contra sus principios, las leyes y la ética.
Estas tácticas también suelen aplicarse en aquellos casos en que los jefes quieren forzar a las personas a renunciar.
¿Por qué ciertos jefes escogen este camino más desgastante para los involucrados, en lugar de llegar a un acuerdo sano de separación?
Porque en el caso de las empresas es más costoso un despido injustificado ya que implica una indemnización como lo fija la ley laboral y no se le quiere pagar.
Esta situación se da en el gobierno por la misma razón y también como una forma de deshacerse de personas que no les son afines.
El acoso laboral se da también cuando el jefe inmediato no tiene la opción de despedir a la persona porque se la impusieron y para convencer a su superior jerárquico tiene que “armar un expediente” para demostrar que la persona no le funciona.
El acoso laboral también suele darse cuando algunos jefes se sienten amenazados por sus subordinados y tratan de imponérseles a la fuerza. Normalmente son jefes muy inseguros que temen a sus subordinados ya sea porque estos saben más que ellos y tienen miedo a que los hagan quedar mal ante sus superiores o simplemente porque no saben cómo dirigir personas y carecen del liderazgo que requiere su posición.
A veces se trata de una demostración de poder para someter al subordinado que temen, supuestamente para ejercer un mayor control sobre él.
Los métodos de hostigamiento son variados.
Puede darse mediante exigencias exageradas sobre asuntos que no son ni importantes ni urgentes. Se trata de poner presión y demostrar que la persona acosada es una inútil y que no puede con el trabajo. En ocasiones se usa el insulto para recalcar el punto.
La presión se ejerce también atentando contra el tiempo libre del acosado. Horarios interminables sin pago de horas extras; obligación de trabajar en fines de semana; alterar planes de vacaciones, para echarlos a perder; llamadas a casa a todas horas, especialmente a altas horas de la noche con cualquier pretexto de un supuesto trabajo urgente, acompañadas de amenazas y reclamos.
También está la táctica pasiva. El congelar a la persona sin darle trabajo, sin tomarla en cuenta para nada, quitándole su oficina, poniéndola en un rincón donde nadie le puede hablar, quitándole herramientas de trabajo, ignorándola para cualquier asunto que pudiera ser de su competencia, restringiendo su actividad y movimientos. Como ponerla en una cárcel virtual.
La idea es desquiciar al acosado, ya sea para tratar de afianzar el poder del mal jefe que se imagina amenazado o para que el acosado renuncie por su propia voluntad.
Consecuencias
El acoso laboral es un gran problema en el lugar de trabajo ya que puede afectar psicológicamente de forma grave al acosado, afecta la productividad y crea un ambiente de trabajo perverso.
Lo difícil del asunto es que el acosado no tiene muchos medios de defensa y la presión aplicada puede desbordar por caminos negativos. Ya sea dañando al acosado o generando violencia que puede poner en riesgo al personal, como ha ocurrido en diversos crímenes ocurridos en Estados Unidos.
En el gobierno son frecuentes las denuncias por esta razón ante los órganos internos de control y existen mecanismos para prevenir el acoso laboral a través de los comités de ética que atienden denuncias de este tipo.
Asimismo, el Código de Ética recién emitido por la Dra. Irma Eréndira Sandoval, secretaria de la Función Pública y la Ley General de Responsabilidades Administrativas califican como infracciones a estas disposiciones normativas las conductas del tipo de acoso laboral.
Esperemos que esta práctica tan insidiosa por parte de malos jefes sea erradicada a fin de tener ambientes de trabajo respetuosos de los derechos humanos, de las leyes laborales, de las demás disposiciones normativas y sobre todo para tener ambientes de trabajo sanos y orientados a dar resultados.