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¿Acciones insuficientes?

La disputa por los espacios mediáticos se presenta en muchos sectores al mismo tiempo.

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Escrito en OPINIÓN el

En principio suena excelente. Y qué bueno que ya se están dando pasos sin precedente con la puesta en marcha de algunas políticas públicas y campañas de comunicación que eran necesarias y urgentes. Se trata de medidas que intentan corregir situaciones injustas, contra la violencia, de protección a la salud y al medio ambiente, entre otras.

 

Como dicen los spots, México se está moviendo.

 

En cuestión de unas cuantas semanas, se han impulsado acciones para prevenir el cáncer de mamá, contra el bullying, proteger a los niños migrantes, actualizar el Hoy No Circula, prohibir la publicidad de alimentos chatarra dirigida a niños y también el uso de animales en los circos.

 

La agenda política y mediática está saturada.

 

Si la información relacionada con las reformas de telecomunicaciones y energética se percibe confusa por su cantidad y uso excesivo de tecnicismos, con este conjunto de acciones la sociedad se encuentra bajo un bombardeo comunicacional y un fuego cruzado de mensajes relevantes.

 

Hasta parece que la clase política tiene prisa.

 

La disputa por los espacios mediáticos se presenta en muchos sectores al mismo tiempo. Los noticieros, programas de análisis y medios digitales no se dan abastopara abarcar tantos temas noticiosos en cada jornada, incluyendo sábados, domingos y días festivos.

 

Por sí fuera poco, los escándalos abundan.

 

La lucha por el poder está provocando un desorden en la comunicación y un debilitamiento de los efectos buscados. El hecho trastoca el cumplimiento de algunos objetivos de las políticas públicas que ocupan en los medios un lugar preponderante.

 

No hay duda que es mejor actuar.

 

Sobre todo cuando la problemática que se enfrenta requiere de medidas urgentes y contundentes. Como nunca, las políticas públicas y la comunicación van ligadas. Sin embargo, es evidente que no se percibe una estrategia integral de comunicación.

 

Por eso los esfuerzos resultan insuficientes.

 

Las acciones aisladas y desarticuladas cuestan más. Es el caso, por ejemplo, de la restricción de anuncios de refrescos, botanas, confitería y chocolates en horarios infantiles de televisión y cine.

 

La acción por sí misma ayuda, pero no resuelve.

 

El objetivo de reducir los niveles de obesidad infantil requiere de una visión transversal que pasa por la educación en la escuela y dentro de las familias. Y aún en los medios, las decisiones se tienen que tomar en los contenidos de la programación.

 

Algo similar sucede con las campañas anti bullying.

 

Es indispensable que se desarrollen y difundan con amplitud campañas basadas en spots. Pero de poco sirven cuando la violencia está en un alto porcentaje de la programación, en los noticieros o programas de entretenimiento.

 

¿Y qué decir de la publicidad encubierta en la programación?

 

Otra historia de soluciones parciales se vio con el anuncio de los ajustes al Hoy No Circula. Las nuevas restricciones generaron rechazo de algunos grupos afectados y muchos dudan de la eficacia que tendrá. Pero la reacción más interesante fue de quienes hicieron las sugerencias.

 

El Centro Mario Molina fue asertivo y directo.

 

"De forma complementaria —aseguró— se sugieren una serie de recomendaciones que de instrumentarse conjuntamente arrojarán resultados positivos en la mejora de la calidad de aire y de salud de la población e incluso en la movilidad de la Zona Metropolitana del Valle de México".

 

Ya se verá si el Gobierno del DF logra la perspectiva integral.

 

En otro frente del gobierno capitalino está la prohibición del uso de animales en circos. Con el aval de la federación, ya publicó las modificaciones a la Ley Para la Celebración de los Espectáculos Públicos.

 

¿Seguirán en la lista las fiestas taurinas o las peleas de gallos?

 

Las historias del “pero eso sí, mañana sí que lo hago”, “pero eso sí, mañana voy a ir”,
“pero eso sí, mañana sí te pago” o las del "ya casi", "ya mero", "ya prontito, "será para la próxima", "hoy no se puede, dese otra vuelta después" siguen siendo un lastre educativo y cultural con el que hay que acabar.

 

La comunicación es una herramienta esencial para lograrlo.

 

En el mismo sentido, las autoridades y legisladores deben comprender que las políticas públicas son también medios e instrumentos de comunicación, que requieren un enfoque integral, ordenado, concreto, claro y articulado para cumplir con las grandes misiones que se han propuesto.

 

Preguntas y comentarios a sosaplata@live.com

Twitter: @sosaplata