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Abajo los muros

La agenda de seguridad vial ha sido prioritaria en materia de movilidad.

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Escrito en OPINIÓN el

Según cifras de la última Encuesta Origen-Destino 2007, la Ciudad de México administra más de 22 millones de viajes metropolitanos diariamente. Para poder resolver los problemas de movilidad y dar solución a las demandas de los viajes, debemos entender a la CDMX como una #MegaCiudad, que ha dejado de ser sólo una conglomeración administrativa para convertirse en un conglomerado urbano. Hoy, por su magnitud, es una de las urbes más pobladas del mundo.

 

En ciudades como la nuestra, las fronteras administrativas sólo existen para los políticos, y no así para las personas que hacen vida de un lado y duermen del otro. Estos muros imaginarios no deben ser el elemento rector en los servicios que día a día demandan nuestros ciudadanos; sino, por el contrario, los servicios deben ser garantizados integralmente, con la menor disparidad y la mayor integración posible. Sólo así, todos los habitantes de esta gran urbe podrán tener acceso a las mismas oportunidades y al ejercicio de sus derechos.

 

Por ello, en cuestión de Gobernanza Metropolitana e integración de servicios urbanos: ABAJO LOS MUROS. Mientras Donald Trump piensa que los muros son la respuesta a la dinámica fronteriza, la forma de demostrar que se equivoca es con el ejemplo: debemos derribar todas las barreras administrativas, políticas y mentales que dividen nuestra zona metropolitana. Debemos entender que los elementos que conforman nuestro sistema político administrativo: la división de poderes, la agregación en niveles federal, estatal y local y la separación en dependencias al interior de los gobiernos, deben garantizar que los servicios, programas y políticas sean implementadas de manera integral, con la más alta calidad.

 

Escribía Charles Tiebout, en 1956, sobre la colocación de recursos en un sistema federal, y quién debería encargarse de la provisión de ciertos servicios al interior de un país. Resaltaba de los gobiernos locales la cercanía a la gente, el conocimiento de primera mano de las necesidades y demandas de sus ciudadanos. Esa cercanía, en la Ciudad de México, nos ha permitido posicionar agendas antes olvidadas. Durante los últimos años, pudimos levantar la posición de los usuarios más vulnerables en la vía, hasta ser el eslabón primero en nuestra pirámide jerárquica de movilidad: desde la transición al nuevo modelo de movilidad, peatones y ciclistas son prioridad.

 

En congruencia, la agenda de seguridad vial ha sido prioritaria en materia de movilidad. La Visión Cero Accidentes de la CDMX ha logrado, desde 2014, la intervención de los 100 cruceros más peligrosos en la ciudad, reduciendo en ellos hasta en un 50% los atropellamientos. Nuestros límites de velocidad están alineados ahora con estándares internacionales que han garantizado la seguridad de nuestras familias con la reducción de 18% en muertes por hechos de tránsito. Y todo ello ha sido de la mano de los ciudadanos, las capacidades técnicas y normativas, y el constante impulso de agendas que, aunque muchas veces impopulares, muestran resultados.

 

Hemos aprendido mucho como ciudad. Aprendimos, por las malas, que los segundos pisos no solucionan el tráfico; que la falta de inversión en banquetas y cruceros seguros que se traducen en vulnerabilidad de usuarios en la vía; que el rediseño, intervención e innovación en infraestructura es el pilar fundamental de toda nuestra estructura urbana. Por ello los muros deben caer y así integrar una sola Zona Metropolitana que resuelva los problemas más sentidos de la población, colaborando todos los niveles de gobierno, sin filias y sin fobias.

 

Como ejemplo de lo que es posible, el pasado jueves 16 de febrero, la Ciudad de México compartió con el Gobierno Federal, de la mano de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, la experiencia que tenemos para diseñar calles seguras y multimodales en la elaboración del Manual de Calles MX. Junto con el especialista internacional Michael King, intervinimos junto el crucero peligroso 101 de la Ciudad. La intersección tiene lugar en Avenida Universidad y Eje 10 Sur Copilco, y fue espacio de pacificación vial, seguridad a peatones.

 

Esta cooperación entre distintos niveles de gobierno nos trae eso: la suma de fuerzas en el impulso de mejores ciudades, lo que sigue es derribar los muros de los Estados que conformar la ZMVM, para construir verdadera gobernanza metropolitana y así tomar la responsabilidad de tejer el mejor entorno urbano de América Latina.

 

@LBallesterosM

@OpinionLSR