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A mis “amigues”, todo

Quien haya intentado reunirse con altos funcionarios de la SEMOVI sabe que en general han tenido poca disposición para recibir a particulares. | Roberto Remes

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Escrito en OPINIÓN el

Desde que estaba el “Estire y afloje” de las candidaturas de Morena para las alcaldías, era notorio el esfuerzo de la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, por buscar cambios en ciertas alcaldías para favorecer su proyecto político. Lo logró, al menos, en Cuauhtémoc y Tlalpan. En Cuauhtémoc llega el grupo político que promoverá la candidatura de Sheinbaum a la Presidencia, con quienes ella tiene muchas ligas. En Tlalpan, sin embargo, llega una diputada muy joven, carismática, que parece tener toda una carrera por delante, y todavía cierta inocencia, como demuestra un mensaje del pasado 25 de marzo.

Gabriela Osorio, la candidata de Morena a la Alcaldía de Tlalpan, escribió un tuit con la imagen de la Secretaría de Movilidad detrás y con esta frase:

No fui el único que cuestionó a la diputada con licencia sobre los temas tratados, pero en una de las respuestas le pidieron anticipar las propuestas, y la respuesta de Osorio fue: “Soy candidata a la alcaldía de Tlalpan, por ley electoral todavía no puedo estar comentando propuestas”. Gabriela Osorio finalmente borró el segundo de los mensajes, con el que demostraba que fue a la Secretaría de Movilidad a tratar temas electorales, es decir, a que le hicieran su propuesta de movilidad para Tlalpan. Tengo registro de este tuit, gracias a la herramienta de Stamp: https://twitter.com/tweet_stamp/status/1375474454994812931.

Realicé también la solicitud de información número 0106500039621, a la Secretaría de Movilidad, para preguntar por los temas tratados, pero especulo sobre dos vías.

Por un lado, lo referente a las ciclovías para Tlalpan, el mensaje de Osorio incluía el emoticón de una bicicleta. Si la Secretaría de Movilidad está preparando una ciclovía o una red de vías ciclistas para la demarcación más grande de esta ciudad, la información debería ser pública, y no entregada de forma discrecional.

Quien haya intentado reunirse con altos funcionarios de la Secretaría de Movilidad sabe que en general han tenido poca disposición para recibir a particulares, supuestamente para no incurrir en conflicto de interés; Gabriela Osorio pidió licencia como diputada desde principios de marzo, así que acudió como un particular, pero recibió trato preferente. En esa lógica, pedir no empobrece, Osorio no cometió un delito, pero sí quienes la recibieron y le dieron información privilegiada para su campaña.

El Código Penal para la Ciudad de México establece en el artículo 357 que “Se impondrán de uno a nueve años de prisión y de doscientos a seiscientos días multa, al servidor público que, en los procesos electorales de carácter local: IV. Proporcione apoyo o preste algún servicio a un precandidato, partido político, coalición, planilla, agrupación política o candidato, a través de sus subordinados, usando dentro del tiempo correspondiente a sus labores (sic)”. Eso fue lo que ocurrió el 26 de marzo en la Secretaría de Movilidad; ignoro quién o quiénes hayan cometido el delito, pero dentro de esa entidad de gobierno ocurrió un delito electoral.

El sábado 27 de marzo, la Jefa de Gobierno dio a conocer la permanencia de la Ciclovía de Insurgentes, cuyo tramo más sureño es en Tlalpan. Por lo menos, Osorio se enteró dos días antes que el común de la población y que sus rivales en la contienda.

Es posible que, en la reunión de funcionarios de la Secretaría de Movilidad con la candidata de Morena, se hayan planteado otras ciclovías o algún servicio de transporte. Si es el caso, no veo por qué la deshonestidad de ocultar el proyecto a la población pero entregárselo a la candidata de su partido para que ella lo haga público durante su campaña.

En 2018, Sheinbaum planteaba la construcción de cuatro teleféricos, faltan dos, uno de ellos podría estar en Tlalpan: de Héroes de Padierna al Metro Universidad hay una distancia similar a la que existe entre Cuautepec e Indios Verdes, pero con pendientes más pronunciadas; de San Miguel y Santo Tomás Ajusco hay una diferencia de 700 metros de altura con la terminal del Metrobús en El Caminero, por lo que también se podrían beneficiar de un teleférico. Esto no lo sabemos los ciudadanos, pero si lo están pensando o no, la candidata de Morena sí lo sabe.

En materia de ciclovías, Tlalpan es una demarcación compleja, pero habría que poner sobre la mesa vías como Renato Leduc, San Fernando – Arenal, Acoxpa, Miramontes. En materia de Transporte masivo, Tlalpan es una de las alcaldías más castigadas, sólo 4 estaciones del tren ligero y 7 estaciones de la línea 1 de Metrobús. Además, un dato curioso, de las 5 estaciones que la línea 5 de Metrobús iba a tener en Tlalpan, el cambio de terminal a Prepa 1, dejó a los Tlalpenses con sólo una estación, lo cual es algo que todos los candidatos, incluida Osorio, debieran reclamar a la Jefa de Gobierno.

Ojalá que las cosas “muy interesantes” que presagió Gabriela Osorio, tras su reunión con los funcionarios morenistas de la Secretaría de Movilidad, detonen una discusión pública sobre la movilidad en Tlalpan, en la que los candidatos rivales contribuyan a abrir la discusión local y a exhibir el trato privilegiado que este Gobierno de la Ciudad de México da a sus correligionarios.