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A marchas forzadas

Hay muchas declaraciones y contenido en redes sociales, pero falta ver las letras chicas y la redacción completa del TLCAN ahora llamado USMCA. | Julio Castillo

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Escrito en OPINIÓN el

Después de muchos insultos, de muchos errores tácticos, de muchas “rondas” de negociación, de muchas salas de espera, de muchos “tweets” y de mucha expectativa se resolvió un nuevo tratado entre los tres países de América del Norte.

La labor de Ildefonso Guajardo fue admirable, también la generosidad de muchos sectores de la iniciativa privada y de muchos expertos que participaron, pero no podemos dejar de decir que todo esto fue un show para las campañas y la imagen de Trump, que por algo piensa que cambiarle de nombre es cambiar de acuerdo. Hubo cambios, no muchos y aparentemente no tan grandes, pero no se han quitado los impuestos al aluminio y al acero, sin embargo, se logró proteger sectores industriales que representan una muy buena cantidad de empleos en nuestro país:

  • Derechos de autor y patentes. Es uno de los temas más complicados en cualquier acuerdo internacional, por ejemplo en México se reconocen derechos de autor hasta 100 años después de muerto el autor, sin embargo el nuevo acuerdo comercial sólo reconoce 70, como era hace unos años en nuestro país. También las patentes de medicinas biológicas fueron protegidas por 10 años. En este renglón hay que subrayar que el sistema de salud Canadiense es muy distinto al de EEUU y de México; de hecho se podría calificar como socialista y esto tiene una afectación a Canadá ya que tendrán que esperar 10 años de patente para poder introducir nuevos medicamentos.

  • Hidrocarburos. Se reconoce la propiedad de México de todos sus hidrocarburos en su subsuelo.

  • Lácteos y productos del campo. Esto fue una batalla que afectó más, cuando menos públicamente a EEUU y Canadá.

  • Controversias. Son muy pocos los campos, pero según declaraciones se entiende que se pueden aplicar leyes de antidumping y antisubvención. También es importante mencionar que la caducidad del acuerdo que tanto pregonó la gente de EEUU fue ampliada bastante.

  • Transportistas. Esta fue una batalla perdida en el primer TLC y lo fue de nuevo en el USMCA. Aquí el problema no sólo es que tienen mucho más unidades de transporte los extranjeros en México que los mexicanos en el extranjero, sino la posibilidad de recoger mercancías en los otros países y también las acciones desleales que se han dado en años pasados, como cuando por una norma inventada dejaron parados en la frontera cientos de unidades nacionales por no cumplir los “estándares” de los otros países… ahora se amplió a temas marítimos.

  • Automóviles… este tema es básico para México y aunque parece que no será agresivo para la industria que aquí reside es de llamar la atención la posible aplicación de una regla que obliga a que el 25% de la construcción de las unidades se tenga que realizar en EEUU… pero supuestamente no aplica a coches de pasajeros ni camionetas.

También en el pre acuerdo se hablaba de la protección de especies y otro tipo de medidas ambientales que en lo personal me simpatizan mucho, pero no hay que olvidar que bajo ese tipo de reglas, aplicadas a modo, alguna vez se prohibió la exportación de atún mexicano, porque decían falsamente, que mataban delfines al pescarlo.

Parece que es positivo lo logrado, pero falta mucho qué analizar. Hay muchas declaraciones y mucho contenido en redes sociales, pero falta ver las letras chicas y la redacción completa, a nadie le da buena espina que se haya logrado dos horas antes del plazo legal.

Sin rumbo claro

@JulioCastilloL | @OpinionLSR | @lasillarota