¿Ya vieron el video donde la primera dama de nuestro país “explica” los cuestionamientos que se le hacen?
No sé a ustedes, pero a mí me da un no sé qué; me deja un sabor asícomo a regaño ¿a poco no?
Siento a la actriz un tanto fuera de papel y de lugar, la percibo enojada. Independientemente de los microgestos, de sus modulaciones, de la pésima producción del video, de la ausente iluminación, éste no ha sido ciertamente, el mejor desempeño ante las cámaras que la señora Rivera de Peña Nieto ha tenido.
Pero independientemente de que la señora nos levante la voz y prácticamente nos restriegue en la cara que nos aclara casi casi diciéndonos “pinches nacos” que ella no tiene nada que esconder y que es obligatorio creerle que Televisa le pagaba casi medio millón de pesos mensuales por tantos años, lo verdaderamente escalofriante, lo verdaderamente maligno es una cosa; nos han obligado a quienes detestamos las telenovelas a ver la peor versión de una de ellas.
En este país en donde se celebra la libertad de expresión, tengo el derecho de expresarles lo siguiente: La señora es una pésima actriz, dudo que tenga talento y lo digo con respeto, pero con claridad. Su performance me resulta burdo y poco atractivo, vaya, le hubiera puesto un atuendo un poco menos feo y acartonado porque incluso ni el trabajo de su maquillista ni los caros trajes de autor que utiliza brillan en la escenificación de su corajuda explicación.
Independientemente de que la señora no esté obligada (algunos aseguran que lo está según lo que la ley dice sobre la figura del presidente de la República) a dar una explicación considero que la que ella da es una farsa mal dirigida por algún productor charro de nuestro país.
Y los encuadres, los cortes ¡OH MY GOD! que dan ganas de llorar, no puedo evitar pensar que la señora se aceleraba por el enojo y tenían que pausar para repetir la toma o hacerla cuando ella se hubiera tranquilizado.
Hace días comentaba con unos amigos que en México están pasando varias tragedias al mismo tiempo, una de las más tristes es que algunos extrañen ¡al mismísimo Felipe Calderón! Eso además de trágico es peligroso, el nombre de Manlio Fabio Beltrones empieza a cobrar fuerza y los susurros de “golpe de Estado”son cada vez más comunes en las reuniones cerradas en donde el activismo siempre se convierte en borrachera.
Escribo esto en mi computadora, en donde una y otra vez me siento más y más regañado por La Dueña.¿Qué tenemos dudas? ahora nos queda todo muy claro, usted disculpe señora mía, tal afrenta no vuelve a ocurrir, no vaya a ser que su magnánima furia nos mande al cadalso por ello.
¡A los habitantes de esta comarca…SABED!