La familia es un núcleo social fundamental para el desarrollo de las personas, su crecimiento educativo y profesional, así como para el empoderamiento de una nación.
La familia es la base en donde se construyen los primeros valores de las personas; valores que dicen los especialistas, nos sirven para toda la vida y constituyen la fortaleza de nuestra vida y de nuestro quehacer profesional. La familia nos da identidad, nos da pertenencia y es nuestro espacio donde crecemos y nos desenvolvemos.
Cada 15 de mayo se conmemora el Día Internacional de las Familias con la finalidad, de acuerdo con la Organización de las Naciones Unidas (ONU), de “crear conciencia sobre el papel fundamental de las familias en la educación de los hijos desde la primera infancia, y las oportunidades de aprendizaje permanente que existen para los niños, las niñas y los jóvenes”.
Te podría interesar
Esta fecha surge en 1983 en atención a las recomendaciones del Consejo Económico y Social y de la Comisión de Desarrollo Social que resolvió (resolución 1983/23) solicitar al secretario general de la ONU promoviera una mayor conciencia de los problemas y las necesidades de la familia.
Posteriormente, el Consejo a través de su resolución 1985/29, pidió a la Asamblea General considerara incluir un programa provisional denominado “Las familias en el proceso de desarrollo”.
Estos antecedentes sirvieron para que la Asamblea General de la ONU estableciera en su resolución 44/82, de fecha 9 de diciembre de 1989, la promulgación del Año Internacional de la Familia. En 1993, finalmente (con la resolución A/RE/47/237) decidió celebrar el Día Internacional de la Familia cada 15 de mayo, para dar a conocer las situaciones relativas a las familias y con ello reflexionar la forma en que les afectan los procesos sociales, económicos y demográficos.
Finalmente, apenas en 2015, los entonces 193 Estados Miembros, México incluido, adoptaron de forma unánime los Objetivos de Desarrollo Sustentable que contiene un conjunto de 17 objetivos que tienen la finalidad de erradicar la pobreza, la discriminación, los abusos y la prevención de las muertes, atender el problema de la destrucción del medio ambiente, generar esquemas de desarrollo para las distintas poblaciones, entre otras. En todos estos Objetivos, las familias y su óptimo desarrollo son piezas claves para su cumplimiento.
Por ello, el Estado Mexicano tiene la obligación de generar todas las condiciones sociales, económicas, educativas, demográficas, de servicios, entre otras, para que las familias tengan todas las condiciones para subsistir, crecer y fortalecerse a través de un sano ambiente social y con las condiciones de seguridad, certeza e igualdad.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 16 considera a la familia como “el elemento natural y fundamental de la sociedad, teniendo derecho a la protección de la sociedad y del Estado”. Por ello, en 2006 en México se decretó el primer domingo de marzo el Día Nacional de la Familia.
Entre nuestras prioridades está el fortalecer espacios donde las familias puedan convivir con tranquilidad y seguridad. Sabemos que la inseguridad ha limitado el uso de muchos espacios públicos, y queremos que cada familia se sienta con la libertad de disfrutar su entorno sin miedo.
También consideramos fundamental brindar una atención más cercana y sensible a la primera infancia. Impulsar programas de estimulación temprana, ampliar el acceso a la salud mental y dar mayor difusión a los apoyos que ya existen y que puede marcar una diferencia real en la vida de niñas, niños y sus familias.
La familia es el corazón de nuestra sociedad. No solo es nuestro deber protegerla, sino también fortalecerla, tal como lo establecen nuestra Constitución, nuestras leyes y los compromisos internacionales que México ha asumido.