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Vietnam: la guerra que despertó a una generación rebelde

A 50 años del fin de la guerra de Vietnam, la cadena Netflix y el New York Times presentan un documental y un reportaje sobre esa guerra que marcó y despertó la conciencia crítica y rebelde de toda una generación. | Ricardo del Muro

Escrito en OPINIÓN el

La guerra de Vietnam, que concluyó el 30 de abril de 1975, sigue provocando recuerdos dolorosos y profundas reflexiones. Al cumplirse medio siglo del final del conflicto militar entre Estados Unidos y el Vietcong, la cadena Netflix y el New York Times presentan un documental y un reportaje sobre las fotografías de esa guerra que marcó y despertó la conciencia crítica y rebelde de toda una generación. 

El documental, dirigido por Brian Knappenberger, se titula “Momentos decisivos: La guerra de Vietnam” (Turning Point: The Vietnam War) y ofrece una mirada profunda y crítica del conflicto, desde que el presidente Kennedy apoyó militarmente al gobierno de Ngo Dinh Diem en 1961 y el incidente del Golfo de Tonkín en 1964 hasta la ofensiva del Tet en 1968 y la caída de Saigón en 1975. 

La serie incluye entrevistas con veteranos estadounidenses y vietnamitas, activistas contra la guerra y periodistas como Dan Rather y Peter Arnett. Además, aborda las divisiones ideológicas y raciales que surgieron en Estados Unidos durante el conflicto, así como las consecuencias psicológicas para los veteranos.  

Por su parte, The New York Times publicó un reportaje de Damian Cave sobre las fotografías icónicas de la guerra de Vietnam, recordando cómo esas imágenes desgarradoras –un niño corriendo desnudo tras un ataque con napalm, un prisionero ejecutado en plena calle, soldados heridos bajo el fuego– perforaron la conciencia de una nación.  

Durante años, el gobierno de Estados Unidos mantuvo una narrativa optimista sobre el conflicto, pero la cobertura fotográfica, sin censura directa en sus primeras etapas, ofreció una visión cruda de la violencia, el sufrimiento civil y la brutalidad sin sentido del combate. Estas imágenes fueron un espejo incómodo para los ciudadanos estadounidenses y, sobre todo, para una juventud que ya comenzaba a cuestionar las estructuras establecidas. 

Más de 100 fotoperiodistas murieron desde mediados de la década de 1950 hasta 1975 en Vietnam, Laos y Camboya, entre ellos Robert Capa, una de las figuras más admiradas de la Segunda Guerra Mundial, y Larry Burrows, pionero del fotoensayo durante el conflicto vietnamita

“La guerra —y sus imágenes— cambiaron a Estados Unidos, agravando las divisiones, exacerbando la desconfianza y haciendo más difícil que el país se pusiera de acuerdo sobre el papel histórico y futuro de Estados Unidos en los asuntos mundiales. Todos vivimos, en cierto modo, a la sombra de Vietnam”, afirma Cave.  

Se estima que murieron alrededor de 2.5 millones de personas, incluyendo soldados y civiles, la mayoría vietnamitas. Estados Unidos contabilizó 58 mil 159 soldados fallecidos y más de mil 700 desaparecidos.  

Vietnam fue la primera guerra televisada de la historia, donde las terribles imágenes de combates y muertes, llegaban a los hogares de Estados Unidos y de las principales capitales del mundo con un desfase de apenas 24 a 72 horas.   

Esta guerra también reinventó el periodismo. En sus selvas y campos de batalla, y luego en las redacciones de revistas como Esquire, Rolling Stone y The New Yorker, nació una nueva forma de narrar: el Nuevo Periodismo, que rompió con la objetividad rígida del reportero tradicional para abrazar el estilo literario, la inmersión personal y la crítica frontal al poder.   

Reporteros como Michael Herr, con su célebre libro (Despachos de Guerra) relataron las experiencias de los soldados estadounidenses con un lenguaje crudo, personal y literario, alejándose de los informes oficiales.  

El reclutamiento obligatorio fue uno de los detonantes del descontento juvenil. Mientras los hijos de las élites encontraban maneras de evitar el servicio militar, los jóvenes de clases trabajadoras –en su mayoría afroamericanos, latinos y blancos pobres– eran enviados al frente. Simultáneamente, la guerra encendió la lucha por los derechos civiles, encabezada por Martín Luther King.  

La generación del 68 –que tomó las calles de Estados Unidos, Francia, México, Japón, Alemania e incluso Praga, Varsovia y Belgrado– encontró en Vietnam una causa común de lucha contra todos los autoritarismos: el imperialismo estadounidense y soviético, la represión estatal, el racismo y la desigualdad social.  

En aquellos años, el auditorio Justo Sierra de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM se renombró como “Che Guevara” y lo mismo sucedió con el auditorio de la Escuela Nacional de Economía que se llamó Ho Chi Minh. 

Ningún conflicto armado ha dejado una huella tan profunda en la cinematografía como la guerra de Vietnam. Hay más de 300 películas sobre este tema. A diferencia de la Segunda Guerra Mundial –donde el cine de Hollywood construyó una narrativa heroica de victoria y sacrificio–, Vietnam fue, en películas como como Apocalypse Now (1979), Full Metal Jacket (1987) o The Deer Hunter (1978), la guerra del desencanto, del absurdo y de la derrota moral.

 

Ricardo del Muro

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