ELECCIONES

Después del 2 de junio (parte I)

La implementación del voto por internet pudiera significar un ahorro importante de recursos a las autoridades electorales. | Fernando Díaz Naranjo

Escrito en OPINIÓN el

Pasando la jornada electoral del próximo 2 de junio donde serán renovados más de 20 mil cargos de elección popular, e independientemente de quienes logren el triunfo electoral, existen varias tareas pendientes para el próximo órgano legislativo federal en materia electoral que, bien podrían ser analizadas con profundidad para buscar su implementación gradual en la próxima elección “intermedia” de 2027.

De entrada, un rubro que es necesario valorar es la instrumentación del voto electrónico, es decir, a través de urnas electrónicas y por internet.  Me explico.

El voto a través de urnas electrónicas no es nuevo, en nuestro país sus antecedentes datan de 2005 en que se usaron de manera vinculante en el Estado de Coahuila.  Otras instituciones electorales que han impulsado este mecanismo desde hace varios años como Jalisco y la Ciudad de México (2009).

Desde entonces más de 20 entidades federativas las han utilizado para llevar a cabo desde ejercicios no vinculantes para que la ciudadanía las conozca, utilizándolas para votar para emitir su opinión sobre determinadas políticas públicas, hasta para ejercicios de participación ciudadana y, por supuesto, de forma vinculante en elecciones.

El Instituto Nacional Electoral (INE) tiene un modelo muy completo de urna electrónica (modelo 7.0) que bien pudiera ser el prototipo de urnas electrónicas para utilizarse en dos pistas:  al interior de la República para recibir la votación de las y los electores y para recibir la votación presencial de las y los mexicanos residentes en el extranjero (entiendo que, para esta elección del próximo 2 de junio, así está dispuesto en los consulados respectivos).

El otro rubro en el que necesariamente debemos caminar es en la instrumentación del voto por Internet al interior de la República que, en perspectiva, traería muchísimos beneficios entre los que los que pudieran estar, entre otros, los siguientes:

  • Mayor participación ciudadana, toda vez que podrían emitir su voto desde una computadora fija, una laptop, una Tablet o desde su celular.  Además, si el sistema se abre unos días antes tendrían algunos días para emitir su voto hasta las seis de la tarde de la jornada electoral.
  • Muy probablemente mayor involucramiento de la juventud que, de acuerdo con estudios del INE, son el segmento de la población de 19 a 29 años los que menos participan en las elecciones.
  • Pudiera significar un ahorro importante de recursos a las autoridades electorales.  De entrada, no sería necesaria la impresión de tantas boletas electorales en donde, por ejemplo, a nivel federal para esta elección, se imprimirán más de 317 millones de boletas.

Ahora bien, combinando el voto por internet y la utilización de urnas electrónicas para las y los mexicanos que quieran votar presencialmente el día de la jornada electoral se multiplicarían los beneficios, apunto algunos:

  • Se evitarían errores aritméticos por parte de las y los funcionarios de casilla.
  • Se podría prescindir de la figura de escrutador.
  • Los cómputos estarían prácticamente en tiempo real.
  • No sería ya necesario los Programas de Resultados Electorales Preliminares.
  • Tampoco serían necesarios los conteos rápidos que dan estimaciones sobre las tendencias electorales ya que prácticamente tendríamos el cómputo de la elección el mismo día de la jornada electoral, etcétera.

Todo este esquema tendría, por supuesto, que pasar por lo controles más importantes de verificación, de auditoría y de revisión de manera transparente, para garantizar la efectividad del respeto del voto emitido a través de mecanismos electrónicos.

Aquí tenemos una tarea pendiente del próximo órgano legislativo.  En otra entrega hablaremos de otras reformas que son necesarias para modernizar nuestro sistema electoral que hoy, resulta muy oneroso.

 

Fernando Díaz Naranjo

@fdodiaznaranjo