La geopolítica se está reconfigurando y con ello, se están conformando nuevos bloques regionales que le cambiarán el rostro al mapa mundial. ¿por qué la aseveración? Simple, la condiciones económicas, comerciales y financieras globales, se están modificando.
Habrá quien opine que los cambios, se han sucedido siempre y que las turbulencias financieras son una manifestación de ello, pero esta vez, es diferente, pues el sistema que generará la economía global para dejar las energías fósiles por las llamadas renovables, traerán mayores implicaciones políticas y sociales en la mayoría de los países del planeta de lo que muchos suponen.
Y está sucediendo, en los últimos meses, comenzó a gestarse uno de los acontecimientos más significativos de la última década, la reunificación del mundo árabe, para muchos, el inició de la llamada primavera árabe en el 2011, significó terminar con los regímenes llamados autocráticos y dictatoriales en las naciones de Medio Oriente, pero luego de poco más de 12 años, lo que parecía la fragmentación total de la región, ahora comienza a tomar un rumbo distinto.
La zona es una de las más complejas y conflictivas en el mundo y pese a ello, la influencia de lo que ocurra en esos países, alcanzará al resto del planeta por una simple razón, es la región más rica e importante en la generación de hidrocarburos y hoy los países occidentales, están cambiando el derrotero del mercado energético para dejar de depender del petróleo como fuente primaria de energía.
Esa tendencia por sí sola, reconfigurará la fisonomía del planeta y la muestra es más que evidente. El golpe de Estado en Níger, un país africano del que francamente sabemos poco salvo que vive en el subdesarrollo, es una muestra de lo que comienza a fraguarse en la geopolítica mundial.
Amén de que cuestionemos el derrocamiento del llamado gobierno democrático de Níger, el hecho dejó dos aspectos al descubierto, el primero, que este país es rico en minerales utilizados para la generación de energía nuclear y el segundo, que Francia, ese otro paladín de la democracia europea, todavía promueve hacia fuera de sus fronteras una política colonialista que exhibe la hipocrecía democrática que se maneja en muchas naciones occidentales.
Por supuesto que la reacción y posición del gobierno francés ante los golpistas nigerianos con advertencias y amagos de intervenir militarmente al país africano, no nos hacen pensar en otra cosa que no sea una mentalidad colonialista. Lo que pocos saben, es que, junto con Níger, existe un grupo de ocho naciones africanas que componen la conocida “Franja de Sahel o Cinturón del hambre”, todas en abierta rebeldía desde hace unos años contra la explotación de sus riquezas minerales, especialmente de uranio y tierras raras, ambas materias primas esenciales para la llamada transición energética de Occidente.
El golpe de Estado en Níger tomó por sorpresa a Occidente que inmediatamente retiró los “apoyos económicos” a esa nación y evacúo a sus ciudadanos ante una inminente intervención militar al país africano, el asunto es que, los políticos occidentales, no contaron con la reacción de los gobierno de Malí y Burkina Faso quienes se adelantaron y emitieron una advertencia de que, un posible ataque militar externo contra los golpistas de Níger, significaría un acto de guerra contra estas dos naciones que forman parte de la franja de Sahel que está complementada por Mauritanía, Chad, Senegal, Sudán y Eritrea todos estos países, trazan una línea del mar Atlántico al mar Rojo que los une con los países del mundo árabe que está en plena reunificación.
El gasoducto que transportaría hidrocarburos entre Nigeria-Níger-Argelia y conectaría con Marruecos para llegar a Europa, también está en riesgo, por lo que, de escalar el conflicto, la Unión Europea perdería una de las opciones que se había fabricado para sustituir las importaciones de gas natural ruso y la sumiría en una nueva crisis energética cuando se acerca el invierno y la crisis por los cereales no tiene para cuando resolverse.
Los simpatizantes con el golpe de Estado en Níger, salieron a festejar a las calles con banderas rusas, luego de que unas semanas antes del golpe, el gobierno de Putin aseguró que suministraría cereales gratis a los países africanos en medio de la disputa con Ucrania.
De esta manera, el reinicio de las relaciones de Siria con el mundo árabe cobra una mayor relevancia toda vez que los países de la liga árabe, se han planteado resolver el conflicto en Siria con la finalidad de implementar una estrategia de seguridad en la zona y plantear lo que seguramente será una nueva versión de los países productores de petróleo en Medio Oriente.
Por supuesto que el gobierno de Biden y Reino Unido no aprobaron la normalización de relaciones de la liga árabe con Siria, pero éstos, han hecho caso omiso a los reclamos de las naciones occidentales y están en plena reconfiguración geopolítica cuando hemos visto ya los acercamientos entre los distintos gobiernos árabes para hacer frente a Israel y con reclamos de expulsión de la presencia militar de los Estados Unidos en la zona.
Por si fuera poco, 23 naciones de las regiones de Asia, África, América Latina y Medio Oriente, han alzado la mano para su anexión al bloque económico de los BRICS, quien, en breve, pondrá en funcionamiento su banco de préstamos internacionales con lo que, sin duda, modificará la ecuación de la dominancia occidental en el terreno comercial, económico, financiero y geopolítico, pero de esto, hablaremos en la próxima entrega.