Desde la desaparición del Seguro Popular (SP), la creación del Instituto de Salud para el Bienestar (INSABI) y la ahora transición al IMSS-Bienestar, la provisión de servicios públicos de salud a la población sin seguridad social ha enfrentado nuevos desafíos. Además, la prioridad en la atención de enfermedades relacionadas al tabaquismo, como el cáncer de pulmón, fue desplazada a consecuencia de la pandemia por covid-19.
El cáncer de pulmón representa la primera causa de muerte por cáncer en el mundo y la cuarta en México. Fumar es la principal causa asociada a sufrir cáncer de pulmón, pero no la única. En mujeres, un índice de glucosa alto y las partículas ambientales también son factores relevantes.
Dado que, en México, el sistema de salud está fragmentado, no toda la población tiene acceso a la atención de cáncer de pulmón. Por ejemplo, en instituciones de seguridad social como IMSS o ISSSTE si se incluye la atención de esta enfermedad. Sin embargo, en la población sin seguridad social no está incluida.
En el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) estimamos el costo de la atención del cáncer de pulmón para la población sin seguridad social a nivel subnacional y lo comparamos con los ingresos que obtienen los estados por transferencias del IEPS al tabaco. Encontramos que, en todas las entidades, las transferencias por IEPS al tabaco superan el costo de tratamiento por cáncer de pulmón. En 2021, en promedio, el costo total de atención de cáncer de pulmón representa 18.5% de las transferencias por IEPS al tabaco.
A nivel subnacional, por ejemplo, en Sinaloa y Guerrero el costo de atención habría representado más del 30% de su ingreso por IEPS a tabaco. Mientras que, en Aguascalientes, Ciudad México y Querétaro, el costo de atención del cáncer de pulmón sería de alrededor del 11.5%.
Es importante discutir la manera en que se puede mejorar la gestión de los tratamientos de cáncer de pulmón para la población que no cuenta con seguridad social, tanto a nivel federal como estatal, procurando la mayor eficiencia en el manejo de los recursos. Actualmente, las responsabilidades en términos de gasto en salud en cada estado del país no son del todo claras, las prioridades son diferentes y existe una insuficiencia de recursos.
Aún con el arranque del programa IMSS-Bienestar como Organismo Público Descentralizado, encargado de la universalización de la salud, y del uso de 38 mil mdp del Fonsabi para financiarlo, la inclusión de padecimientos de alta especialidad como el cáncer de pulmón se dificulta debido a la falta de un plan explícito de inclusión de esta enfermedad, de insuficiencia en el financiamiento y de la ausencia de un protocolo de atención.
Es importante definir cómo se dará atención a estas enfermedades y asegurar una fuente de recursos, de lo contrario, los costos de atención se seguirán trasladando a los bolsillos de los hogares mexicanos.
Judith Senyacen Méndez Méndez | Directora adjunta de investigación y especialista en salud y finanzas públicas. Doctorante de Políticas Públicas en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey. Obtuvo una maestría en Administración con especialización en Finanzas Corporativas y es licenciada en Economía por la misma institución. Ha cursado estudios de Evaluación Social y Económica de Proyectos en el ITAM, Model for Evaluation of Financing Options de la International Atomic Energy Agency (IAEA) y de Economía de la Salud en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Tiene experiencia en evaluaciones socioeconómicas de proyectos públicos. Su ensayo titulado "Hacia un sistema sostenible de salud" fue reconocido por la Facultad de Medicina de la UNAM y por Funsalud como una propuesta innovadora para mejorar el Sistema de Salud en México. Se incorporó al CIEP en julio 2016 como Coordinadora de las investigaciones de salud y de finanzas públicas. Le interesa contribuir a un México donde la salud sea un igualador social y no un perpetuador de inequidades. judithmendez@ciep.mx