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La paz no llegará de China, dicen

El Plan chino es la expresión de una serie de principios que regularían las conversaciones hacia la paz en Ucrania ¿podría funcionar? | Rubén Beltrán

Escrito en OPINIÓN el

¿Se rechaza el mensaje o al mensajero? 

China se defiende sola. No toca sino especular sobre qué es lo que significa y qué futuro tendrá el documento intitulado “Posición de China sobre un arreglo político de la crisis en Ucrania” y que ha sido llamado el ‘Plan Chino de 12 puntos para la paz’, texto que Beijing difundió al cumplirse un año –¿o debería de decir primer año?– de la guerra en Ucrania

Parto de la premisa de reconocer que los instrumentos multilaterales (tanto a nivel institucional, como por lo que hace a las disposiciones jurídicas), que se acordaron hace casi 80 años han perdido eficacia y que las graves crisis que enfrentamos desde hace ya décadas, son resueltas, es un eufemismo, o sólo parcialmente atendidas de manera unilateral ya sea mediante alianzas ad-hoc, coaliciones militares y coaliciones de sanciones mediante las que toman en sus manos la responsabilidad de resolver crisis que deberían de ser resueltas por la comunidad internacional de acuerdo con el capítulo VII de la Carta de las Naciones Unidas.  

En las últimas décadas ha quedado claro que el veto de los miembros del Consejo de seguridad se ha convertido en el obstáculo para que la comunidad internacional pueda intervenir, en los casos que la Carta estipula y con la gradación que la misma establece, en la redacción de resoluciones para después ejecutarlas. 

La memoria colectiva es, casi siempre, de muy corto plazo a ello obedece que un importante número de intervenciones, invasiones y guerras se han dado en las últimas décadas fuera del marco de las Naciones Unidas, y de hecho no forman parte de los antecedentes y considerandos colectivos que deberían normar el criterio colectivo que se opusiera unánimemente a ellas . 

Estados Unidos estuvo en guerra, también identificada bajo otro nombre gobernado por la eufonía, en Vietnam; por otro lado, tanto el ejército norteamericano, como el soviético, estuvieron, cada uno en su momento, en guerra, llamémosle como quieran, cuando intervinieron en Afganistán. Recordemos también el origen de otra coalición que invadió Iraq en la famosa y fallida búsqueda de armas de destrucción masiva. Este actuar unilateral no puede ser un antecedente válido para arropar o justificar la invasión de Ucrania, ni la de cualquier otro país. 

El principal obstáculo que impide que la comunidad internacional pueda atender y resolver de manera conjunta los conflictos a que se refiere el Capítulo VII de la Carta, es el ejercicio del veto por parte de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad. También es cierto que los países que más han ejercido ese veto son Estados Unidos y la Unión Soviética, a cuyos vetos muchos analistas suman los ejercidos por la Federación de Rusia. (de la información la Biblioteca Dag Hammarskjöld, en research.un.org.). 

En los últimos 70 años, sí desde Corea 1953, hemos transcurrido de un esquema bipolar a un momento unipolar, y de ahí a una incipiente arquitectura multipolar que va adquiriendo la forma de un unilateralismo colegiado que más se va asemejando a una arquitectura de bloques. 

La frontera entre bloques, habrá que admitir, no es sólo ideológica aunque hoy se hable de la lucha entre regímenes democráticos frente a los autárquicos, ello es sólo un factor.  En la confrontación de nuestros días, los rasgos mencionados empequeñecen ante la cruda evidencia. El antagonismo entre bloques está animado primordialmente por consideraciones de rivalidad económica y por la lucha por salvaguardar intereses geopolíticos.  Para entender el conflicto entre bloques hoy se impone el realismo político y, ya en ello, las normas de derecho internacional, de manera notoria y lamentable, pasan a un segundo plano. La poca efectividad del multilateralismo justifica, a los ojos de los bloques rivales, las acciones unilaterales; esto no se confiesa sino que por el contrario se usan casi como slogan los mismos principios de la Carta, principios que ellos, los bloques, esquivan con sus acciones. 

¿Qué hacer en el caso de esta guerra? 

Partamos de una premisa simple: la invasión rusa va en contra del derecho internacional y la defensa ucraniana de su soberanía e integridad territorial es una causa justa. 

El hecho es que vivimos una guerra, el mayor conflicto armado que, como se ha dicho muchas veces, es el más grande que se ha peleado en Europa desde la Segunda Guerra Mundial. 

Del apoyo a Ucrania, justificado por la causa, unilateral en su ejecución colegiada, se ha ocupado Estados Unidos y los países aliados y afines, así como sus organismos regionales, destaca la Unión Europea y sus instituciones. 

Las instituciones bancarias internacionales han sido, por lo que les corresponde, ejecutoras hábiles de algunas de las sanciones más notables que el bloque occidental ha impuesto a Rusia

Por otra parte, el bloque euroasiático, en proceso de consolidación, ha tardado en montar alguna respuesta a la contundente ofensiva mediática de los países occidentales. El llamado Plan chino debe ubicarse en ese contexto. Así, varios analistas como señaló Alexander Gabuev, del Centro Carnegie de Moscú, han indicado que la retórica china tendrá un impacto en otras partes del planeta. Es más, apuntan que los destinatarios del mensaje chino no son los países de Europa que, junto con Estados Unidos se han lanzado a criticar tal propuesta. El mensaje estaría dirigido a los países en desarrollo como una prueba del compromiso de Beijing; con estos países China tendría una clara y fácil victoria de relaciones públicas, concluyen. 

En ese mismo sentido, el pragmatismo chino apelaría a otra realidad de la arquitectura global: existe otro grupo de países cuyo accionar respalda los principios de las Naciones Unidas, pero que también simpatizan con un esquema internacional de contrapesos, en equilibrio. 

México, como muchos otros países, no compromete su apoyo a sanciones fuera del procedimiento establecido en el Capítulo VII de la Carta de la ONU. No obstante, y a pesar de su decisión de no sumarse a la que yo llamo la Coalición de las Sanciones, México, junto con la gran mayoría de los países que son parte de las Naciones Unidas, ha votado a favor de la aprobación de las resoluciones de la Asamblea General que condenan, con razón, la invasión de Rusia y exigen la retirada del ejército ruso. Como señalé, estas resoluciones son declaraciones políticas muy importantes, pero carecen de mecanismos para imponer su cumplimento. Muchos de estos países también consideran que esta guerra, iniciada por un añejo interés geopolítico que Occidente decidió ignorar, no debería estar condenada a terminar solo conforme al dictado del grupo de países de Occidente que lideran la Coalición de las sanciones. 

Sin adherirse a uno u otro bloque, un muy importante grupo de países, la mayoría en vías de desarrollo, estarían creando, en los hechos, un nuevo grupo que de manera informal llamo de Países Neo No Alineados.  Aún así, en muchos casos, las acciones de este grupo están en parte determinadas por la geografía y la economía, factores que generan una importante fuerza gravitatoria. En México lo sabemos.  

Reacciones al Plan Chino

Durante meses, al hacer cábalas sobre la que podría ser la posición de China en apoyo a Rusia en el conflicto, se especuló sobre las distintas formas en las que este apoyo pudiera materializarse, desde una (muy remota) participación armada directa, hasta otras modalidades que incluyen la facilitación o transferencia de tecnologías con aplicación militar y que podrían llegar la entrega directa de armas y municiones. Recordemos las severas advertencias recientes de Blinken al anterior canciller chino Wang Yi y hace unos días, el 2 de marzo, en el marco de la reunión de cancilleres del G20 celebradas en Nueva Delhi, al nuevo encargado de la diplomacia china, Qin Gang, quien, anotó por ser un dark significativo, fuera hasta hace unas semanas  el embajador de China ante Estados Unidos. En el mismo sentido fueron las recientes declaraciones del presidente Biden que, con motivo de la aparición del llamado Plan Chino, expresó su rechazo a dicha propuesta porque sólo beneficia a Rusia y que por ello no hace sentido que China participe en negociaciones sobre la guerra en Ucrania.  Más adelante, según lo reportó CNN, el secretario de Estado Antony Blinken, apuntó : "Hay doce puntos en el plan de China. Si fueran serios respecto del primero, soberanía, entonces esta guerra podría terminar mañana".

Por su parte, el secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, afirmó que la propuesta china carece de credibilidad porque Beijing se ha resistido a condenar la invasión rusa a Ucrania. Prácticamente en la misma línea, Ursula van der Leyen, comentó que la Unión Europea considerará el planteamiento chino "contrastándolo con el hecho de que China ha tomado partido. Beijing se ha ganado esa desconfianza al abstenerse el pasado jueves, en la votación de la ONU que exige que Rusia se retire de inmediato de Ucrania", reportó Euronews. 

Los comentarios rusos fueron objeto de amplia difusión y controversia. Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin, señaló, de acuerdo con Euronews, entre otros medios, que "cualquier esfuerzo que ayude a llevar a este conflicto por una ruta de paz, amerita atención. Prestamos gran atención al plan de nuestros amigos chinos (...) en este momento no vemos las condiciones para que este tema tome un derrotero pacifico. La operación especial (en Ucrania) continuará".

La primera lectura que en muchos medios se dio la parte final de la declaración de Peskov fue la de que Rusia rechazaba el plan chino. En todo caso, más parece una declaración táctica para no indicar prematuramente una disposición al diálogo y, por otro lado, podría también ser una expresión diseñada para generar, en lo público, la impresión de una cordial distancia de Rusia con China

En el caso de Ucrania, la primera reacción, me atrevo a suponer, sorprendió a Occidente, un alto representante diplomático ucraniano en Beijing, señaló que la propuesta era una "buena señal", aunque reiteró enseguida la principal exigencia de su país en el sentido de que Rusia debe de abandonar inmediatamente el territorio de Ucrania. Zelensky hizo suyo este comentaron y añadió que le gustaría reunirse con Xi Jinping para conversar sobre este tema. 

Europa fue también sorprendida por las declaraciones del primer ministro de Hungría, Viktor Orbán quien de acuerdo a la publicación Político, habría manifestado su apoyo a la propuesta china. En contraste, a nadie sorprendieron las declaraciones de apoyo al Plan Chino realizadas por Aleksandr Lukashenko durante su muy reciente visita a Beijing. 

Qué es y qué no es el Plan Chino

Tal vez, como lo señalé al comienzo de este texto, habría que partir del hecho de que la propuesta china no es un plan, no es una hoja de ruta para las eventuales negociaciones de paz; es, como su nombre lo indica, la "Posición de China sobre un arreglo político de la crisis en Ucrania". Es entonces la expresión de una serie de principios que regularían las conversaciones hacia la paz. Una buena parte de estos principios, los centrales, son de una naturaleza general y forman parte de la política exterior de China

Estos principios políticos también tienen antecedentes relacionados a preocupaciones que China comparte con Rusia, me refiero al diferendo que Moscú mantiene por a la expansión de la OTAN y, más recientemente, ya con motivo de la invasión a Ucrania, varios de estos postulados han aparecido también en la larga declaración suscrita por Vladimir Putin y Xi Jinping, en ocasión de la visita de Putin a Beijing el 4 de febrero de 2022, y durante las intervenciones del entonces canciller chino, Wang Yu, durante los trabajos de la Conferencia de Seguridad de Múnich en febrero de 2022 y 2023. 

¿Cuáles son los principios de esa propuesta? 

Ofrezco una enumeración de los mismos y breves comentarios a cada uno de ellos: 

1. Respeto de la soberanía de todos los países: Esta posición, de aceptación universal, concita la mayor parte de las críticas de Occidente porque no hace referencia ni una condena a Rusia por invadir y ocupar territorios ucranianos, ni señala la exigencia de abandonarlos. Interpreto que para China una condena o exigencia a Rusia provocaría de inmediato su rechazo. Nadie se sienta a una mesa de negociación aceptando condiciones previas, esto sería en los hechos una mesa de capitulación. 

2. Abandonar la mentalidad tipo Guerra Fría: Posición tradicional china frente a la confrontación que mantiene junto con Rusia y otros países con el bloque occidental; es una clara alusión a la expansión de la OTAN y su activa política de contención. Es tal vez el punto de encuentro más sólido con Rusia. Esta es una declaración política que no formaría parte de un plan de paz.  

3. Cese de hostilidades: Mientras que para Ucrania y Occidente un acuerdo del cese al fuego parcial y temporal, podría ser aceptable, el cese de hostilidades sin la obtención de concesiones previas por parte de Rusia, como el retiro de tropas sería, me parece, inaceptable para Ucrania y Occidente.

4. Reanudar las conversaciones de paz: En este punto China manifiesta su voluntad para mantener una posición constructiva. Aquí, como en otros párrafos, la propuesta marca una etapa del proceso, no es una propuesta operativa y sí se trata de una aspiración china a vincularse directamente en las conversaciones. 

5. Atender la crisis humanitaria: El proceso hacia la paz debe de considerar, de manera prioritaria, el aspecto humano de la gran tragedia de cuatro millones de refugiados y tres millones de desplazados internos, además de un número aún indeterminado –la guerra no ha acabado– de muertos y heridos. Este numeral contiene un principio de enorme importancia, pero en el texto carece de contenido operativo. 

6. Proteger a los civiles y a los prisioneros de guerra: Este también es un principio universal de gran importancia vinculado al numeral anterior. Hay un punto relevante que se refiere a que las partes en conflicto eviten atacar a civiles o instalaciones civiles. 

7. Mantener la seguridad de las plantas nucleares: Aquí, China manifiesta su oposición al ataque a instalaciones nucleares destinadas a uso pacifico. 

8. Reducir los riesgos estratégicos:  Este punto se refiere a una muy importante condición para mantener las hostilidades dentro de un parámetro crítico para la seguridad global; las armas nucleares no deben ser usadas y debemos oponernos a la mera amenaza de su utilización. 

9. Facilitar la exportaciones de granos: En esta recomendación, así como en las tres siguientes, al referirse al acuerdo entre Ucrania, Rusia, Turquía y las Naciones Unidas, China atiende aspectos relacionados con la estabilidad económica global y cuida de sus intereses de propio mercado, incluyendo el externo. 

10. Suspender sanciones unilaterales: Al igual que el numeral 2, arriba, esta premisa insiste en un principio central de su política; su insistencia a evitar la utilización sanciones impuestas fuera del acuerdo del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ya que junto con el ejercicio de una presión máxima no pueden resolver las controversias y generan problemas adicionales. 

11. Mantener estables las cadenas de suministro para la industria y el comercio: China se opone, como es sabido y por razones ya comentadas, a la utilización de factores económicos globales como arma ya que distorsionan el mercado global del cual China forma una parte significativa. 

12. Promover la reconstrucción posconflicto:  En este último punto, al tratar un tema central que debe ser incluido en cualquier plan de paz, China ofrece participar activamente en un esfuerzo que requerirá decenas de miles de millones de dólares y que representará muy importantes oportunidades para empresas estatales y del sector privado. (Para quien le interese este tema, le invito a leer mis columnas del 2 y el 9 de agosto de 2022, en este espacio.) 

Es de esperar que la presente arquitectura de bloques tienda a tratar de impedir la participación de China en el proceso de paz y que éste, al menos inicial, trate de obtener la aceptación de precondiciones que serían inaceptables para Rusia

China ha ganado una partida en el contexto de una guerra estancada en la cual se vaticinan contraataques y desgraciadamente, una larga duración de una guerra que acaba de cumplir un año, tal vez ocho, originada por un conflicto que inició hace más de treinta años. 

Finalmente, como señaló el conocido analista Ian Bremmer hace unos días: "El plan chino de paz en Ucrania representa la perspectiva de la mayoría de la población del mundo; que, nominalmente, apoya la integridad territorial de Ucrania, al tiempo que desea el cese de hostilidades y el levantamiento de las sanciones".