#RETRATOHEREJE

PRI: loca carrera hacia la extinción

Una probable derrota en el Estado de México, su principal bastión histórico hará que el casi centenario PRI se asome a una virtual extinción. | Roberto Rock L.

Escrito en OPINIÓN el

La pugna abierta por el control del Partido Revolucionario Institucional (PRI) tuvo una ruidosa escala en la defenestración de Miguel Ángel Osorio Chong como coordinador de su bancada en el Senado, decretada por el dirigente partidista Alejandro Moreno, quien luce también al frente de un sabotaje contra la clase política priísta en el Estado de México, donde se renovará la gubernatura en escasos dos meses. Una probable derrota en ese su principal bastión histórico hará que el casi centenario Institucional se asome a una virtual extinción.

La paradoja de esta historia será que tanto el gobernante priísta mexiquense, Alfredo del Mazo –hoy adversario abierto del campechano–, como el referido Osorio Chong, fueron en 2019 actores clave en el cabildeo que permitió el arribo de Moreno Cárdenas a la dirigencia del tricolor, que en ese año se hallaba al frente en 11 estados. Al cumplir los cuatro años para los que fue electo, Moreno acumulará el más grave registro de fracasos en comicios, y su partido podría estar gobernando sólo en dos entidades: Coahuila y Durango.

Moreno y Osorio se volvieron las dos figuras más visibles dentro de un PRI empequeñecido, y los roces entre ambos no han dejado de crecer, alentados más por una lucha de egos que de ideas o propuestas. Un número significativo de la escasa docena de senadores priístas argumentó la dócil disciplina que ha caracterizado al PRI para respaldar a Moreno, lo que no pudo maquillar la ambición de muchos de ellos de brincar a otros puestos en los comicios del 2024, conscientes de que la cobija de poder se ha estrechado notablemente para el priismo.   

Una vida civilizada en el interior del tricolor está lejos de considerarse viable. La autoridad electoral ha mandatado que Moreno Cárdenas deje el cargo en agosto próximo. Un grupo de exgobernadores del Institucional está cabildeando que la nueva dirigencia sea producto de una elección interna, quizá de una asamblea que revise estrategias y mucho más. Pero Moreno se aferra al cargo pese a la cauda de derrotas, señalamientos de corrupción y de una frivolidad rampante. En el peor de los casos, quizá acepte ser relevado por un incondicional. Y seguir imperando sobre un partido en ruinas.

El episodio que dejó en la cuneta a Osorio Chong fue usado por éste con alegatos de que él y Moreno sostienen proyectos irreconciliables. Nadie debería soltar una lágrima ante la prédica del exgobernador de Hidalgo, aliado de Moreno por años y carente de credencial alguna que lo acredite como líder con una importante base social en el priismo.

“Represento a millones”, declaró Osorio tras ser removido esta semana de la coordinación del PRI en el Senado. El argumento es insostenible. En junio de 2016, el hidalguense se desempeñaba como secretario de Gobernación del gobierno Peña Nieto y fue señalado de conspirar para la derrota del PRI en varias de las siete de las 12 elecciones de gobernador celebradas en junio de ese año. 

El entonces dirigente nacional del Institucional, Manlio Fabio Beltrones, anunció su renuncia ante esos resultados y apenas 10 meses después de que se había hecho cargo del liderazgo partidista.

Bajo la presidencia de Pedro Joaquín Coldwell en el PRI, que fue el brazo electoral para el triunfo de Peña Nieto en la Presidencia, Osorio fue secretario de Organización del Institucional, ya como operador peñista. Y su vecino de oficina fue Moreno Cárdenas como secretario de Operación Política.

En 2018, tras su derrota como aspirante a la sucesión de Peña Nieto, Osorio Chong fue proyectado como senador en una especie de premio de consolación. Si bien se le consideró una imposición del presidente saliente, era pública ya la ruptura entre el hidalguense y el mexiquense, que en los meses y años posteriores no hizo sino ahondarse. Osorio se trepó a la coordinación en el Senado sin más soporte que su círculo de beneficiarios desde la época de Gobernación. Con el tiempo, vaciado de poder, su salida de la coordinación era sólo un tema de tiempo.