#RECOVECOS

Hospitales en ruinas, pero tenemos Tren Maya, AIFA, Dos Bocas…

Indolencia gubernamental frente a la atención de necesidades de grandes hospitales del país. | Jorge Ramos Pérez

Escrito en OPINIÓN el

El presidente Andrés Manuel López Obrador ha insistido en que su gobierno llevaría al sistema de salud a estratos semejantes a los servicios de salud de Dinamarca (Dinamarca, ¿cómo es su sistema de salud? | La Silla Rota). Nada más lejos de la realidad, más allá de las críticas por el desabasto de medicinas (cáncer, siquiátricos, VIH, etcétera), el fallido Insabi, el sistema de compras de medicinas, golpe al presupuesto de institutos nacionales de salud (Hacienda congela mil 200 millones a hospitales... en medio de la crisis | La Silla Rota), principalmente, la promesa es más bien un engaño.

Al arranque de este sexenio, La Silla Rota documentó cómo la autodenominada 4T pretendía golpear presupuestalmente a instituciones insignia como el Instituto Nacional de Cardiología o el de Cancerología. También reveló cómo heredó un auténtico cementerio de hospitales (El cementerio de hospitales del sector salud | La Silla Rota), pero ha sido incapaz de concluirlos.

En este mismo espacio se ha dado a conocer la indolencia gubernamental (Carlos Slim, al rescate del Gea González, abandonado por Peña y AMLO | La Silla Rota) frente a grandes hospitales como el Gea González. Los institutos nacionales también han sido abandonados por este gobierno (Institutos Nacionales de Salud, ¿en riesgo? | La Silla Rota).

Informes oficiales dan cuenta de cómo el Hospital Juárez de México, una legendaria institución del Estado mexicano, enfrenta un problema, aparte de otros ya reseñados en La Silla Rota: el deterioro de su equipo para atender a pacientes con problemas cardíacos: urge “equipar el servicio de cardiología, derivado fundamentalmente de que los equipos con que se cuenta actualmente ya son obsoletos y se tienen la necesidad de contar con equipos actualizados que les permita realizar de una manera confiable y segura la atención médica de los pacientes” (¿Preocupa a la 4T la muerte por infartos? La indolencia… | La Silla Rota).

Y la lista de males se podría alargar. En esta ocasión se presenta otra alerta documentada con base en informes oficiales, de nuevo del Hospital Manuel Gea González. En el reporte se señala que el Gea González cuenta con las áreas de atención médica, de enseñanza e investigación, así como de integración y desarrollo Institucional para llevar a cabo los servicios de atención a la salud de su población beneficiaria: Proporcionar atención integral a la salud del paciente, conceptualizada como el acompañamiento al paciente y su familia desde el ingreso hasta su rehabilitación, considerando medidas preventivas para evitar daños y costos a su salud y calidad su vida.

Precisa que, en el proceso de atención integral, las áreas de hospitalización, urgencias y pacientes en estado crítico (cuidados intensivos adultos y cuidados intensivos neonatales) cuentan con más de 17 mil pacientes en sus más de 170 camas y/o camillas.

Estas áreas son las que incorporan equipos de soporte de vida como ventiladores, monitores de signos vitales e incubadoras, cuya operatividad debe estar garantizada para que puedan brindar el soporte que los pacientes hospitalizados y en estado crítico demandan, establece el informe.

“En los años recientes, estas áreas han sido fundamentales para la atención de pacientes respiratorios durante la pandemia por COVID-19. Sin embargo, la propia intensidad en el uso de las instalaciones tiene como consecuencia que su capacidad instalada se vea disminuida y de manera proporcional su capacidad resolutiva”, alerta.

“Se tienen equipos con antigüedad entre 12 y 30 años que ya rebasaron su periodo de vida útil, que se encuentran dados de baja. En el caso de carros rojos, utilizados para la reanimación de los pacientes, en caso de no contar con ellos, la reanimación cardiopulmonar se tendría que limitar a los procedimientos que realiza de forma manual el personal médico y paramédico; en el caso de los monitores de signos vitales, si estos no reportan parámetros de manera confiable, se pueden tener consecuencias fatales para los pacientes; mientras que en el caso de los ventiladores, su condición debe permitir mantener a los pacientes que se encuentran en estado crítico y en caso de no contar con ellos, la alternativa es el uso de un ambú cuya operación es manual y requiere de una persona para usarlos, generando variaciones en el flujo de aire que recibe el paciente, además de que su efectividad es de muy corto plazo”, señala textualmente.

“Es importante recordar que se trata de equipos de soporte de vida que, en caso de falla, ponen en riesgo la supervivencia de los pacientes. Se presentan algunas referencias que dan muestra de esta situación en el contexto de salud”, puntualiza.

Así el estado en que se encuentra el equipo de uno de los hospitales más importantes del país. Pero eso no importa, tendremos Tren Maya, refinería de Dos Bocas, ya hay AIFA. Y estamos cerca de tener un sistema de salud como el de Dinamarca. Sí, cómo no.

Punto y aparte. Estiraron todo lo que pudieron la salida de Lázaro Cárdenas Batel de Palacio Nacional. Pero su salida se dio justo cuando Andrés Manuel López Obrador amenazó a Cuauhtémoc Cárdenas por participar en el proyecto Mexicolectivo, del cual se bajó cuando el presidente lo atacó desde la mañanera. López Obrador se está quedando con lo más duro del cuatroteísmo.

Punto final. La dignidad de Arturo Zaldívar costó lo que un puesto en la Secretaría de Gobernación.