#SALVANDOALGODÍN

Salvando al Godín de los Sunday Scaries o la ansiedad pre-lunes

Nuestra percepción de la realidad es lo que nos hace temer por nuestras vidas cuando llega el lunes. | Aniela Cordero

Escrito en OPINIÓN el

Llega el fin de semana, o mejor, llega el puente donde hacemos planes para descansar, ver amigos, divertirnos y aprovechar cada minuto de nuestro tiempo libre. Pero de repente llega el domingo, ya son las siete y empezamos a sentir un nudo en el estómago que no nos deja en paz, la ansiedad empieza a rondar cada esquina de nuestro hogar haciéndose presente, y empezamos a inquietarnos por los pendientes y lo que nos espera durante la siguiente semana. 

¿Por qué algunos de nosotros tenemos esta horrible sensación cuando termina el fin de semana y se acerca el comienzo del trabajo? Porque tal vez no nos estamos dando el tiempo suficiente de descansar y de desconectar, porque estamos 24/7 pegados a nuestra lista de pendientes y prioridades en el trabajo sin vernos al espejo y ponernos como una prioridad también. Y probablemente estemos activando de más nuestra respuesta de huida ante situaciones estresantes. Ya sea que en esa semana tengamos una junta importante, tengamos que finalizar un proyecto, o haya algo que nos mantenga despiertos por la noche, estamos dándole de qué hablar a nuestro cerebro. 

¿Cómo podemos evitar esa sensación los domingos? Bueno, evidentemente los Sunday Scaries o Sunday Blues no van a desaparecer mágicamente de la noche a la mañana, porque son la respuesta a mucho tiempo de exposición ante el estrés crónico. Pero, podemos ir dando pasitos de bebé que nos ayuden a mejorar la relación con nuestro descanso

Uno de los primeros tips es escribir todo eso que nos preocupa y tiene la mente inquieta los domingos. TO-DO. Hasta lo que parezca insignificante. Una vez que tenemos esa lista, podemos reflexionar sobre si todas son preocupaciones reales, o si hay algunas que sea nuestra ansiedad expresándose. 

Ya que diferenciamos lo que sí es real y podemos atender, de lo que no lo es, podemos darnos una hora para planificar nuestra semana, y que no nos agarren en curvas nuestras juntas, proyectos o demás pendientes que tengamos. Y aprovechemos ese espacio para planificar cosas que nos gusten durante la semana y no solamente durante sábado y domingo. De esa manera, tendremos cosas emocionantes y que nos motiven durante la semana que nos ayudarán a aligerar la carga mental. 

Ya que nos preparamos el domingo, el lunes podemos empezarlo con nuestro desayuno favorito, nuestro café de ese lugarcito que nos gusta, un gustito de la sección de repostería, o algo que nos ayude a disfrutar la mañana y ponernos en modo chambeador. 

Al final, es nuestra percepción de la realidad lo que nos hace temer por nuestras vidas cuando llega el lunes. Y si le ayudamos a nuestra mente a ver las cosas de diferentes maneras, entonces podremos empezar a obtener resultados diferentes.