SALUD

Cáncer en México: atención desigual y falta de financiamiento

El financiamiento para la atención del cáncer en México agudiza las desigualdades. | Judith Méndez

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Escrito en OPINIÓN el

Cada 4 de febrero se conmemora el día mundial contra el cáncer, padecimiento que de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), es la principal causa de muerte en el mundo con 10 millones de defunciones en 2020. En México, en el mismo año, el cáncer fue la tercera causa de muerte y presentó 195 mil 499 casos nuevos. Los tipos de cáncer más recurrentes fueron: cáncer de mama, cáncer de próstata, cáncer colorrectal, cáncer de tiroides y cáncer cervicouterino. En este contexto, es relevante analizar algunas cifras sobre la cobertura en la atención de cáncer en México.

De inicio, es importante recordar que la estructura del sistema público de salud en México define en gran medida las desigualdades en el acceso y la atención a la salud. Aunque con el INSABI y ahora con el IMSS-Bienestar se busca llegar a toda la población que no está inscrita a alguna institución de seguridad social, en la práctica, la población que se autoreporta sin afiliación a alguna institución de salud se ha incrementado.

En segundo lugar, el paquete de servicios es altamente heterogéneo. Los tipos de cáncer que cubren las instituciones de seguridad social en comparación con los servicios de la Secretaría de Salud (SSa), vía Seguro Popular o lo que en su momento fue INSABI, es muy diferente. Mientras que instituciones como el IMSS o el ISSSTE cubren, al menos teóricamente, todo tipo de cáncer, en la SSa se atendía seis tipos de cáncer en personas mayores de 18 años, entre ellos cáncer de mama, cáncer cervicouterino y cáncer de próstata, y en personas menores de 18 años se incluía la atención de leucemia, entre otras.

Como tercera variable, el financiamiento para la atención de cáncer agudiza estas desigualdades. Mientras que, en 2020, el ISSSTE y el IMSS destinaron 3 mil 894 mdp y 4 mil 866 mdp respectivamente para la atención del cáncer de mama, cáncer de próstata y cáncer cervicouterino, la SSa ejerció 1 mil 265 mdp, una tercera parte de lo que destinó el ISSSTE o una cuarta parte de lo que destinó el IMSS en el mismo año para los mismos padecimientos.

La tendencia mundial, desde hace más de diez años ha sido acotar de manera explícita los servicios de salud financiando las enfermedades de mayor especialidad y mayores costos por medio de fondos públicos, de ahí el surgimiento del FPGC, ahora Fonsabi en México como herramienta de financiamiento a las enfermedades que podrían conducir a un mayor gasto de bolsillo de los hogares.

 

Sin embargo, este fondo que llegó a tener más de 110 mil mdp, actualmente cuenta con alrededor de 37 mil mdp, monto que deberá ser transferido para la operación del IMSS-Bienestar como Organismo Público Descentralizado. Si los recursos de este fondo eran utilizados para la atención de enfermedades de alta especialidad, entre ellas varios tipos de cáncer, ¿cómo serán financiadas estas enfermedades con IMSS-Bienestar si este organismo está definiendo prioritariamente la atención del primer nivel?

En México el financiamiento del sistema de salud es uno de los mayores y más persistentes retos. Actualmente, con IMSS-Bienestar no se atiende este tema ni se ha definido una estrategia para atención de enfermedades de alta especialidad ni del cáncer en particular. Es necesario reconocer el uso de herramientas de financiamiento, como dichos fondos de salud, para poder brindar atención de enfermedades de especialidad, entre ellas el cáncer y paulatinamente incorporar padecimientos que aún se encuentran fuera de la lista explícita de servicios como el cáncer de pulmón, que representa la cuarta causa de muerte por cáncer en México.

Judith Senyacen Méndez Méndez | Directora adjunta de investigación y especialista en salud y finanzas públicas. Doctorante de Políticas Públicas en la Escuela de Gobierno y Transformación Pública del Tec de Monterrey. Obtuvo una maestría en Administración con especialización en Finanzas Corporativas y es licenciada en Economía por la misma institución. Ha cursado estudios de Evaluación Social y Económica de Proyectos en el ITAM, Model for Evaluation of Financing Options de la International Atomic Energy Agency (IAEA) y de Economía de la Salud en el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). Tiene experiencia en evaluaciones socioeconómicas de proyectos públicos. Su ensayo titulado "Hacia un sistema sostenible de salud" fue reconocido por la Facultad de Medicina de la UNAM y por Funsalud como una propuesta innovadora para mejorar el Sistema de Salud en México.  Se incorporó al CIEP en julio 2016 como Coordinadora de las investigaciones de salud y de finanzas públicas. Le interesa contribuir a un México donde la salud sea un igualador social y no un perpetuador de inequidades.