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90 segundos para la media noche: De la crisis de los misiles a la de los globos

Los gobiernos de las grandes potencias parecen empecinados en acelerar el segundero. | Ismael Jiménez

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La carrera armamentista acelera su paso, apenas la semana pasada, entregamos una relatoría del ascenso de las tensiones en 3 zonas del planeta que amenazan la paz mundial.

Al cierre de dicha entrega, el gobierno de Estados Unidos confirmó el envío de misiles de largo alcance a Ucrania, bajo la “promesa” de que, no alcanzarían con ellos, suelo ruso. Cumpliendo así, uno más de los deseos del desquiciado Zelenski.

En principio, este pedimento, así como el de los tanques, podría escalar el conflicto y extenderlo al resto del planeta. Aún así, el gobierno de Biden autorizó el envío de misiles de largo alcance de alta tecnología, sistemas antiaéreos, misiles antitanques y artillería sofisticada para intentar frenar el avance del ejército ruso. En paralelo, España y Portugal confirmaron el envío de tanques Leopard al gobierno ucraniano.

La entrega de dicho arsenal además de manifestar la cada vez más evidente intervención de Estados Unidos y la OTAN en el conflicto, podría derivar en una nueva “crisis” de misiles entre las dos potencias nucleares.

No conforme con ello, como lo manifestamos la semana pasada, Washington mantiene su política de presión sobre el gobierno de China, con la intención de mantener el mayor número de atenuantes a su favor, en caso de sentarse a negociar con Beijing por el caso Taiwán.

Así que el “conflicto por el globo espía” del gobierno chino surcando los cielos de los Estados Unidos, es una buena excusa para convertir el hecho es un asunto de seguridad nacional. Presionar y llevar las condiciones a favor de una posible negociación geopolítica es una estrategia recurrente de Washington, la pregunta es qué tanto le funcionará con el gobierno de Xi Jinping quien también tiene cartas bajo la manga para sentarse a la mesa frente a su oponente.

Y es que más allá de las sospechas sobre la posibilidad real de que los globos de China en cielo estadounidense y de Colombia sean espías, la pregunta es por qué el gobierno de Beijing se arriesgaría a utilizar un globo para espiar a su oponente habiendo tanta tecnología disponible.

Los globos no sólo representan una estrategia de espionaje básico y susceptible de ser fácilmente interceptado, además es ingenuo. Pese a ello, “los expertos” se han lanzado a generar una serie de especulaciones de los motivos de Beijing para utilizar un globo espía”. El asunto es que las grandes potencias cuentan hoy con sistemas satelitales que podrían hacer la tarea, además de contar con los sistemas digitales que hoy tienen la capacidad de penetrar las entrañas de los sistemas de seguridad y de la corteza terrestre de cualquier país, sin mencionar, la capacidad para interferir los sistemas de telecomunicaciones.

¿Que de cualquier forma el globo podría ser espía? Cierto, pero en el contexto actual, utilizarlo como herramienta de inteligencia, sería una invitación tácita para escalar las hostilidades y de restarle segundos a los 90 que quedan para la media noche, esto si en verdad el gobierno de Xi Jinping, está comprometido con mantener la paz como lo ha manifestado en varias ocasiones en el transcurso de las tensiones por Taiwán.

Los Estados Unidos ya han enviado ayuda militar al gobierno de Taiwán y les presta apoyo de inteligencia y entrenamiento ante un posible conflicto con China. Desde agosto de 2022 Estados Unidos desplegó una flota de portaviones cerca de las costas de Taiwán, que se complementan con las alianzas militares con Japón, Corea del Sur y Australia para establecer un cerco que vigila el mar meridional de China y por supuesto Taiwán.

Apenas el pasado 2 de febrero, Lloyd Austin secretario de defensa de Estados Unidos, logró cerrar un acuerdo con el gobierno de Filipinas para completar el cerco militar en la región que le dará la posibilidad de responder con rapidez al ejército norteamericano en caso de un enfrentamiento por Taiwán. Mientras que, al cierre de enero, el secretario general de la OTAN, visitó Corea del Sur, un acto inédito que, para muchos, significa un preludio de guerra.

Derribar el globo chino bajo procedimientos militares de parte del gobierno de Biden, puede ser un mensaje de que su gobierno está listo para una confrontación con Beijing.

Por su parte, China continúa su expansión territorial mediante la construcción de islas “artificiales” que cumplen la misión de puertos comerciales, pero también de bases militares en las que despliegan todo tipo de armamento sofisticado de reconocimiento y ataque balístico y aéreo. Desde 2014, el gobierno de Beijing inició la construcción de las islas que en la actualidad suman al menos 12 y están ubicadas en el mar meridional de China y en el Océano Pacífico lo que le otorga una ruta de salida comercial y bélica al situarse a espaldas de Japón y de frente a Australia.

El reloj sigue avanzando hacia la media noche y los gobiernos de las grandes potencias parecen empecinados en acelerar su segundero.