#INFILTRADO

Las toneladas de mariguana que llegaron a CDMX, escondidas entre mangos

La SEIDO descubrió conexiones de narcotraficantes con policías de la SSC. | Antonio Nieto

#OpiniónLSR.
Escrito en OPINIÓN el

-“Bueno”.

-“¿Dónde estás?

-“En la entrada a Querétaro, pero hay dos patrullas”.

 

Se trata de la transcripción de una intervención telefónica de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada. Un camión con mangos avanza por la autopista, pero el copiloto ordena al conductor detenerse. Una patrulla de la Policía Federal está adelante y entre los mangos van ocultos unos 800 kilos de mariguana.

“Chepe” le informa a su patrón, el “Pancho”, que las placas de Sinaloa que trae el camión lo hacen candidato para ser parado. “Estamos esperando a que se quiten”. Y así pasa: la patrulla se mueve y el camión puede enfilar hacia el Estado de México y luego a Cdmx, específicamente al barrio de Tepito. Como ése, al menos 66 cargamentos de mariguana, con casi una tonelada cada uno, arribaron a la capital exitosamente entre 2020 y 2022, según indagatorias federales. La captura de “Chepe” y “Pancho” no acabó con el paso de camiones provenientes de Mazatlán, ni tampoco que decenas de unidades policiacas se quitaran en cualquiera de los mil 24 kilómetros que hay entre Sinaloa y Cdmx. De acuerdo con la carpeta FED/SEIDO/UEIDMS-CDMX/0016/2020, el “Pancho” ya tenía hasta un rancho en el Estado de México donde almacenaba kilos de cocaína y mariguana. Su contacto en Tepito era Óscar Andrés Flores Ramírez, el “Lunares”, quien no solo les compraba la droga, sino que buscaba, a través de “Pancho”, hacer alianza con el cártel de Sinaloa. Otros audios presentados contra el “Lunares” en su proceso por delincuencia organizada, del que salió sentenciado, exponen que pretendía aliarse con los “Chapitos”, hijos de Joaquín Guzmán Loera, el “Chapo”, pero quienes al final “no le dieron confianza”.

Antes de ser capturado en Hidalgo, el “Lunares” buscó a gente de Ismael, el “Mayo” Zambada, pero no pudo pactar una alianza, tampoco con los Zetas, a quienes quería pagar para que lo dejaran pasar droga por Tamaulipas. Parecía que esta conexión entre Sinaloa y Tepito había sido cortada por las tijeras de la SEIDO, pero pese a que “Pancho” y “Lunares” fueron encarcelados, los camiones con mariguana seguían llegando a tierras chilangas. A veces escondida entre árboles de Navidad, papás, legumbres y hasta jitomate. También empezaron a arribar grandes cantidades de mentanfetamina, particularmente “hielo”, uno altamente adictivo que se comercializa hoy en día en Tepito. Esta indagatoria de la SEIDO resulta interesante porque sentó un precedente contra la invasión sinaloense y todos los eventos de violencia que posteriormente tuvieron lugar en Cdmx, vinculados a los “Chapitos”. Para muestra, un botón: el tiroteo en Topilejo, en julio de 2022.

Pero la SEIDO llegó más lejos: descubrió conexiones entre “Pancho” y los “Sinaloas” con policías de la Secretaría de Seguridad Ciudadana. Esto se supo gracias a la intervención del teléfono de Ricardo Iván Ortigoza Vega, el “Franco”, quien servía de enlace entre los narcos y algunas autoridades. Según los audios en poder de este columnista, “Franco” contactaba también a tuiteros e influencers para que no se publicara nada relacionado con ellos. El propio “Franco” admitió que lo mínimo que desembolsaba eran 5 mil pesos por publicación o porque no saliera a la luz algo.

-“Al chile sí cobra. Que de entrada le demos unos 5 mil para que se aviente”, se oye decir a “Franco”, actualmente preso.

Cargamentos de cocaína oculta en dobles fondos evadieron cualquier revisión y abastecieron el voraz narcomercado chilango, mientras los mangos, legumbres y papas que servían de fachada para la mariguana terminaban en la Central de Abastos. Se sabe que, hasta antes de la pandemia, la mayor parte de la mariguana que se ofrecía en Ciudad de México provenía de Guerrero o del sur del Estado de México, pero después empezó a llegar de Sinaloa. El “Lunares” iba a convertirse en el mayor traficante de drogas de la zona centro del país, pues incluso invirtió en kilos de cocaína y mariguana, además de precursores químicos de China ante la inminente pandemia por Covid-19. Nadie iba a tener una reserva más gorda de estupefacientes que él, cuando todo comenzara a escasear y, por ende, a encarecerse. Con su captura solo se limitó su poder, el de toda su estructura y el de la Unión Tepito, que tenía por compradores a últimas fechas. Alguien más ha tomado su lugar y el de los “Sinaloas” porque la droga sigue llegando por tierra a la capital. Horas y horas de escuchas telefónicas lograron vincular al “Lunares” y toda su red con el trasiego de estupefacientes, lo mismo con el “Pancho”, su gente y algunos mandos policiacos de la SSC a los que la muerte los alcanzó antes que la cárcel. Empero, se dice, que la investigación de la SEIDO continúa y que hay otros hampones y policías con las manos sucias que podrían ser procesados. Al tiempo.

Enterado está, querido lector y recuerde: el infiltrado es usted.